/

A pesar de todo… yo tengo fe

Antenor Guerra-García, autor de "El fútbol peruano, protagonistas de su historia", apunta a la esperanza como estandarte para esta nueva eliminatoria mundialista.

Antenor Guerra-García
Lima. - 4 octubre 2020

A pesar del mal momento (aunque a decir verdad es mucho más que un momento) de los clubes peruanos en los torneos internacionales; a pesar de que nuestro campeonato local debe ser el más informal de la Tierra; a pesar de que cada vez hay menos jugadores peruanos en las mejores ligas del mundo; a pesar de que no vamos a contar en las primeras jornadas con nuestro mejor delantero y capitán de la selección; a pesar de todo eso, yo soy muy optimista en cuanto al proceso clasificatorio que arrancará en pocos días.

¿Por qué? Por tres razones principalmente. La primera es que confío en la capacidad de Ricardo Gareca. Y sobre todo porque él confía en sus dirigidos. Esa es la razón más importante: la confianza. Con ella somos más, sin ella iríamos derrotados. Confío en el DT argentino porque es el responsable del resurgimiento y de la renovación exitosa del seleccionado peruano. Su gran aporte ha sido consolidar un estilo de juego y lograr que sus jugadores creyeran en ellos mismos. Además, sabe preparar a los futbolistas individual y colectivamente.  

La segunda razón es por el respeto que infunde nuestro combinado desde ya hace un buen tiempo. Desde marzo del 2017, cuando le ganamos a Uruguay por 2-1, el rendimiento de la selección ha sido in crescendo. El saldo de los partidos amistosos previos al mundial fue positivo. Ganamos claramente a Croacia de Moric, Rakitic, Manduzick y Perisic, figuras del Real Madrid, Barcelona, Juventus e Inter de Milán, respectivamente. De esa oncena nacional triunfadora, todos estarán presentes en este largo camino a Qatar. En Rusia, si bien es cierto que nos quedamos en la primera rueda, regresamos dignos, con una victoria y sin la canasta llena de goles como en los tres mundiales anteriores a los que habíamos asistido. Luego, jugamos con grandes selecciones europeas y perdimos por la mínima diferencia, pero la impresión que dejó el equipo fue alentadora. Antes de la Copa América del 2019 goleamos a Chile en un amistoso. En el torneo sudamericano, salvo la goleada que nos propinó Brasil, nadie nos regaló nada. En esa justa obtuvimos la tres G: ganamos, goleamos y gustamos.

La tercera razón es que durante el cautiverio por la Covid-19 he visto muchos partidos de nuestra alicaída Liga 1 y compruebo con esperanza que van surgiendo algunos jugadores que cuentan con enormes recursos técnicos, talento y buen gusto. Me refiero a David Dioses, Ratziel García, Rodrigo Vilca, Jairo Concha y otros que se van sumando a los ya consolidados y maduros para romperla en Qatar 2022; como Tapia, Edison Flores, Christofer Gonzales, Yotún, Abram, Aquino, Peña. Material humano hay.

No pretendo adormecer la inquietud crítica, pero creo que ahora el apoyo debe ser total. Estemos bien unidos para dar el puntapié inicial para la empresa futbolística más trascendental que nos espera en los próximos meses. Este proceso clasificatorio se inicia con una seriedad alentadora. ¡Cómo quisiéramos indemnizarnos de muchos viejos errores y muchas antiguas imprevisiones! El clima selección está inaugurado. Que la corriente prosiga. Que el viento a favor intensifique su fuerza. Que los Dioses, García, Vilca sigan apareciendo en nuestro firmamento.

Como decían las baladas setenteras “A pesar de todo…Yo tengo Fe…” … que iremos a Qatar.

/ MÁS INFORMACIÓN
Ver nota completa

El difícil camino a la madurez

Ver nota completa

Alexandre Villaplane: el capitán traidor