Un acucioso y detallado informe del periodista Kike la Hoz en la revista Sudor, mostró de manera muy gráfica a los 158 viajeros en el chárter de la selección peruana que viajó a Doha para el repechaje ante Australia.

De los 158 pasajeros, solamente 60 fueron parte de la delegación deportiva compuesta por 28 jugadores y 32 miembros entre comando técnico, asistentes, médicos y fisioterapeutas. El resto de personas a bordo fue superior a los que viajaron a competir: 98.
Aquellos invitados cuyos gastos fueron solventados por ellos mismos no son materia de este informe porque no constituye ningún acto cuestionable. El espacio en un chárter se puede vender a terceros. En ONCE nos interesa poner el foco en la impune costumbre de Agustín Lozano que usa fondos de la FPF para mantenerse en el cargo de presidente en base a prebendas, favores y gollerías que otorga a dirigentes que lo sostienen en el cargo sin importarles la debacle del fútbol peruano tano a nivel profesional como en las necesarias divisiones menores.
El primer punto a observar es que Lozano llevó de viaje a casi la totalidad de los miembros del directorio que lo apoya en el pésimo manejo de la FPF. Los viajeros fueron Luis Alberto Duarte Plata (segundo vicepresidente), Raúl Bao García (Tesorero), Osías Ramírez Gamarra (UTC), Genaro Miñán Armanza (Liga Departamental de Tumbes), Víctor Bellido Aedo (Ayacucho FC), Arturo Ríos Ibáñez (Atlético Grau), José Carlos Isla Montaño (Juan Aurich).

A esta lista se añaden estos detalles. Un miembro del directorio de la FPF Arturo Ríos Ibáñez llevó a su hijo José Antonio Ríos Barrera. ¿El padre pagó su pasaje y el costo de estadía? También hubo lugar para las parejas. Agustín Lozano viajó en compañía de su esposa Orfelinda Correa Pajares y su cómplice Genaro Miñán —implicado en la reventa de entradas— llevó a su esposa Tania Elizalde Ordinola. ¿Puede acreditar Lozano que los pasajes de las dos señoras fueron pagados por sus respectivos cónyuges y no por la FPF?
Si tenemos en cuenta que el viaje fue para asistir a una competencia deportiva, no existe ninguna razón para que todo el directorio en pleno se haya desplazado, primero, a Barcelona y después a Doha. Una quincena de gastos con costos de Europa y Asia. Dinero que el fútbol peruano necesita.
No fue el único despropósito. Quizá porque viajaban a la ciudad del millonario Nasser Al-Khelaïfi, presidente del París Saint German (PSG), Lozano, el zar de Chongoyape, se sintió en la obligación de emular esos altos niveles y decidió extender muchas más invitaciones con dinero que no es suyo sino de la FPF y cuyo mal uso genera un delito como veremos mas adelante.
Subieron festivos las escalinatas del avión ocho presidentes de ligas departamentales: Franklin Chuquizuta (Amazonas), Hugo Vizcardo Herrera (Piura), Reynaldo Lima Barrera (Huancavelica), José Antonio Ríos Barrera (Moquegua), Roberto Ramos Ruiz (Loreto) Julio Muñante Gómez (Ica), Alfredo Britto Mayer (La Libertad) y Juan Francisco Quispe Cáceres (Tacna), este último implicado en el punible caso de reventa de entradas.

Dadivoso con dinero sustraído al desarrollo del fútbol de menores, Agustín Lozano también convocó a una selección paralela compuesta por dirigentes de clubes de primera y segunda división que votan a ciegas por él para mantenerlo en el cargo:
Juan Carlos Aquino Condori (Deportivo Binacional), Fernando Corcino Barrueta (Alianza Universidad), Rolando Bellido Aedo (Ayacucho FC), Samuel Astudillo (Deportivo Municipal), Freddy Ames (Sport Coopsol), Gian Carlo Dante Mandriotti (Cantolao) y Guido Iñigo Peralta (Los Chankas).
Se suman tres personajes con peculiaridades:
Joel Raffo Olcese (Sporting Cristal) quien recibió el premio del viaje por traicionar a quienes presentaron la demanda ante el TAS por los cuestionados estatutos de Lozano. Joel Raffo cruzó la vereda, se volvió fraternal amigo de Lozano sin importarle sus antecedentes de corrupción. Ganó un viajecito a Qatar.
Farid Awad Musa (Piratas FC), club que nadie conoce pero cuyo nombre es todo un retrato porque existen numerosas versiones que indican que pertenece a Lozano y Awad Musa es sindicado como presunto testaferro del titular de la FPF. Ver: https://once.pe/los-negocios-piratas-de-agustin-lozano/
Arturo Sánchez (Unión Huaral) quien esta semana al ser entrevistado por la revista Sudor dio una muestra magistral de cinismo y mostró que están tan acostumbrados a las dádivas como algo normal. En efecto, Sánchez dijo: “No me llamó la atención que fuéramos tantos porque somos 32 clubes más los presidentes departamentales a los que se les hizo llegar la invitación” y añadió “Nos sirvió para tener muchas reuniones entre los casi 30 dirigentes que viajamos. Hablamos sobre las problemáticas del fútbol peruano, y se vienen cambios estructurales en el fútbol peruano, como ha anunciado el presidente Lozano”.

En resumen, Sánchez, uno de los numerosos invitados de Lozano con dinero de la FPF, sostiene muy suelto de huesos (y de bolsillo) que viajaron a sesionar a Barcelona y a Doha, algo así como los consejos ministeriales descentralizados de Pedro Castillo, pero esta vez nada menos que a nivel internacional.
Lo que queda en evidencia es que Agustín Lozano recurrió a la tesorería de la FPF para subir al avión, alojar en hoteles y pagar todos los gastos, a personajes a los cuales necesitaba retribuir favores por los votos y por el apoyo que esos “invitados” le dan para sostenerse ilegalmente en un cargo que debería haber dejado hace mucho porque no cumple, para empezar, con los Requisitos de Idoneidad, cuya principal exigencia es estar alejado de la corrupción.

Este aspecto no es una anécdota. Muy por el contrario, constituye un delito que involucra al invitador y a los invitados. ONCE consultó con el Dr. Carlos Caro, uno de los más importantes expertos en derecho penal de nuestro país, quien señaló respecto de las invitaciones de Lozano lo siguiente: “Estamos ante un caso de Fraude en la administración de personas jurídicas que es un delito regulado por el artículo 198 del Código Penal que sanciona a quienes dirigen una institución y que, de acuerdo al inciso 8, utilizan en provecho propio, o de otro, el patrimonio de la persona jurídica, en este caso la Federación Peruana de Fútbol”.
Entonces, Agustín Lozano como titular de la FPF, está obligado a responder por todos aquellos viajeros que no abonaron sus gastos y, tarde o temprano, habrá de responder por su larga lista de villanías en contra del fútbol peruano.