El año 2017 había sido la última vez que Alianza Lima y su hinchada celebraron un campeonato. Después vino la pesadilla, felizmente trunca, de un descenso que tuvo que ser revocado en una batalla en tribunales. También llegó la pandemia que dejó las tribunas vacías, que instaló el silencio en Matute, en esas tribunas donde vive la alegría del pueblo blanquiazul. Cuatro años sin sonrisas. Cuatro años sin el color de esa hinchada. Cuatro años de un camino que nadie quiere que retorne. Esta vez todo quedó atrás y nuevamente está el grito de “Alianza Lima, campeón”.
El fútbol da revancha y el destino está de acuerdo con esa frase porque un 28 de noviembre de 2020, Alianza perdió la categoría tras caer 2-0 ante Sport Huancayo y un 28 de noviembre de un año después, Alianza Lima logra el título de primera división y asegura su participación para la Copa Libertadores.

Pasó de estar destinado a la segunda división a decirle a su hinchada que su lugar es la primera división y como equipo campeón. Una de las maniobras usuales de la FPF puso a Alianza en el limbo del descenso. Agustín Lozano maquinó la manera para dejar en primera división a “su equipo” Carlos Stein, un club menor, sin ninguna historia ni trayectoria. Una trampa en detrimento de un grande del futbol peruano obligó a su dirigencia a presentar un reclamo ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Allí, en Suiza, sin las leguleyadas ni la corrupción de la FPF, llegó la justicia. Al analizar los argumentos, el máximo tribunal del deporte en el mundo restituyó su lugar a Alianza Lima y dispuso que debía mantenerse en primera división.

Cierto es que existieron críticas, hubo quienes dijeron que habían ganado en escritorios lo que no pudieron ganar en las canchas. Y entonces allí el plantel y el técnico entendieron que no solamente tenía que competir por un campeonato sino demostrar que Alianza Lima sabe ganar en las canchas y lo hicieron de una manera rotunda, como para que no queden dudas: ganando el título.
Los blanquiazules levantaron el vigésimo título nacional en su historia centenaria. Celebra Alianza Lima, celebra el pueblo blanquiazul y en Matute reina la alegría.
