Alianza Lima y el fantasma del descenso en 1988

Un capítulo increíble del fútbol peruano fue el torneo de 1988. Las reglas se inventaron, compitieron ¡42 equipos¡ y Alianza casi se va al descenso.

Mario Fernández
Lima. - 27 diciembre 2020

Una de las noticias que ha marcado el año es el descenso de Alianza Lima. Esa afrenta de perder la categoría que es una marca imborrable para un club grande y con historia había ocurrido antes. El 27 de noviembre de 1938, hace 82 años, los victorianos se fueron a segunda división y, desde entonces, pasaron a jugar siempre en la principal categoría hasta este fatídico 2020 en que otra vez y después de ocho década perdieron la categoría. Pero el camino aliancista ha tenido momentos en los cuales el abismo estuvo presente y lograron salvarlo. Una de esos momentos ocurrió en el increíble campeonato de 1988, hace 32 años, cuando su presidente era el empresario funerario Agustín Merino y el campeonato de Primera División peruano fue disputado por ¡42 equipos! Un torneo que habría sido el sueño de Agustín Lozano.

Ocurrió así

La Asociación Deportiva de Fútbol Profesional la presidía Ricardo Miranda Tarrillo (Rimita), los campeonatos de los años anteriores venían de fracaso en fracaso y, entonces el popular Rimita optó por dividir, ese año 1988, el campeonato en tres partes: Fase Regional (Zonas Metropolitana, Sur, Norte y Centro); Fase Regular (Descentralizados A y B) y Fase Final (con una especie de liguilla de los cinco primeros del Descentralizado A y el primero del B). Así, de un momento a otro, nuestro campeonato de Primera División se vio ‘invadido’ por equipos de todas partes del Perú. 

Por el Norte estaban Atlético Grau (Piura), Alianza Atlético (Sullana), Juan Aurich y Deportivo Cañaña (Chiclayo), Manucci, Libertad, 15 de Setiembre (Trujillo), UTC (Cajamarca) y Hungaritos (Iquitos). En el Sur se convocaron a Melgar (Arequipa), Huracán (Moquegua), Cienciano, Deportivo Tintaya (Cusco), Bolognesi (Tacna), Alfonso Ugarte (Puno) y Diablos Rojos (Juliaca). Y por el Centro, el Deportivo Junín (Huancayo); Mina San Vicente (San Ramón); León de Huánuco (Huánuco); ADT (Tarma); Deportivo Pucallpa (Pucallpa); Alipio Ponce (Mazamari) y Defensor Anda (Satipo). 

Es decir, cómo nos dijo el doctor Mario Sifuentes Olaechea que llegó a ser presidente de la ADFP cuando sacaron a Augusto Moral, “Ese año cualquier bodeguero con algo de dinero, cual bienvenido mecenas, podía ser presidente de un club y darse el lujo de tener a su ‘equipo’ en la Primera División de nuestro fútbol”. Solo en el Perú podía pasar esto. 

Cesar Cueto reforzaba el nuevo equipo de Alianza Lima, luego de perder a sus jugadores en la tragedia del Fokker. Foto: El Comercio

Jugados ese año 88 los partidos de nivel ‘profesional’, desde la Zona A llegaron por el título la ‘U’ y Cristal junto con Deportivo San Agustín. La zona B dio la sorpresa con la clasificación de Unión Huaral, Octavio Espinosa y Deportivo Municipal. ¿Y Alianza Lima? Quedó afuera. Los grones fueron eliminados por Guardia Republicana al perder 2-1 con un autogol de Roberto ‘Cucurucho’ Rojas (+). Por delante del once victoriano quedaron a salvo Cristal, ‘U’, Municipal, San Agustín, Inter de San Borja, Unión Huaral, Octavio Espinosa, Juventud La Joya de Chancay que, en plena competencia,  cambió de nombre por Deportivo Meteor porque su dueño y presidente Miguel A. Mufarech era dueño de la empresa Meteor que fabricaba ropa deportiva y no tuvo problema alguno en asignarle tal nombre. Total, en ese torneo todo era posible y todo podía modificarse como que el equipo Colegio Nacional de Iquitos (CNI) pasó a jugar en el grupo de equipos de Lima para evitar que los clubes pagaran los pasajes aéreos a Iquitos ya que los campeonatos anteriores venían de fracaso en fracaso económico al extremo que un viaje del primer equipo aliancista, con Pitín Zegarra de técnico, se realizó desde Lima a Puno ¡por tierra!

La directiva aliancista ante esta mala campaña cesó a su entrenador Moisés Barack y lo reemplazó por Teófilo Cubillas que ya se encontraba de vuelta en Lima luego de la tragedia del Fokker en el año anterior donde Alianza perdió toda una generación de jugadores. A ese equipo se unieron José Velásquez y los chilenos prestados por el Colo Colo que fueron el portero José Letelier, el zaguero Parcko Quiroz, el mediocampista Francisco Huertas y el delantero René Pinto. Completaron el plantel de emergencia Juan Reynoso, César Espino, Manuel Earl, Roberto Rojas, Juan Illescas, Wilmar Valencia, ‘Vitito’ Reyes, Benjamín Colibrí’ Rodríguez, Eugenio La Rosa y un jugador salvador que venía de Colombia: César Cueto. Cuando los dirigentes de Sporting Cristal supieron de su llegada lo quisieron llevar a La Florida pero el buen César se negó porque era y es aliancista a muerte.

Wilmar Valencia, Cesar Espino, Parko Quiroz, Juan Reynoso, Jose Luis Letelier y Roberto Rojas. (abajo) Juan Illescas, Carlos Vallejos, Franciso Huerta, Teofilo Cubillas y Benjamin Rodriguez Foto: Perú30

Alianza Lima al haber ocupado el último lugar en la Zona B tuvo que disputar su permanencia en Primera con los ganadores de las zonas Norte, Sur y Oriente, es decir, Deportivo Cañaña, Alfonso Ugarte y Deportivo Anda. Necesitaba ganar esa liguilla de cuatro equipos para poder seguir en Primera al año siguiente (1989). ¿Dónde jugaron? De locales en Matute. No tuvieron problemas en ganar a los tres. Y eso dio lugar a otra “curiosidad” de aquel torneo de caricatura: luego de haber estado en la zona del descenso, Alianza pasó a tener el derecho a disputar el ¡título de la máxima categoría! porque las “Bases” de 1988 indicaban que el ganador de esa liguilla de cuatro se hacía merecedor a disputar el ¡título máximo! En aquel campeonato cantinflesco se podía pasar del cuasi-descenso a la disputa del título.

La liguilla final por el título fue disputada por seis equipos. El campeón fue Sporting Cristal; sub campeón Universitario; el tercer lugar fue para Alianza Atlético de Sullana; Octavio Espinoza de Ica; quinto Unión Huaral y sexto y último Alianza Lima sin ningún partido ganado, tres empates y dos derrotas. Hay que señalar que el título rimense contó con el resultado del empate (2-2) entre aliancistas y cremas gracias a un gol de tiro libre de Cueto sobre el minuto final. Una ‘alegría muy íntima’ la de no ver campeón a la ‘U’ pero hoy, en la tienda crema, bien pueden decir que ‘El que ríe último, ríe mejor’. 

Así se dio por concluido aquel campeonato de 1988 con Alianza Lima salvándose del descenso. Algo que esta vez no pudo lograr y empieza su condena de jugar en la Liga 2. Hace poco nos dijo el ex presidente aliancista Pío Dávila: “Si se perdió el descenso en la cancha, que se gane el retorno a Primera en la cancha”.  Esperemos que así sea. Por respeto a las reglas establecidas y por la dignidad de los hinchas aliancistas.

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