Andrés Salcedo, el mítico periodista colombiano que le dio voz a la Bundesliga

A los 81 años, falleció Andrés Salcedo, el periodista que relató durante 22 años el fútbol de la Bundesliga para América Latina, donde se hizo famoso no solo por su estilo y su voz sino por la capacidad para inventarles apodos a los futbolistas.

Redacción ONCE
Lima - 9 enero 2022

“La emoción no tiene por qué expresarse con alaridos”, fue una de las frases que dejó Salcedo. El histórico periodista colombiano falleció este 7 de enero en Puerto Colombia, Atlántico. Reconocido entre tantas cosas por su relatos que se convirtieron en piezas académicas, el barranquillero dejó un legado en el país y Latinoamérica que perdurará por siempre. Siempre fue fiel a la emoción, espontaneidad y pureza de un niño para no perder el rumbo.

Nació en Barranquilla en 1940, desde muy joven se vinculó a la radio en Medellín y Valledupar y la población de Mompox e intentó probar suerte en los Estados Unidos, pero a finales de los años sesenta se radicó en España para vincularse como locutor a Radio Madrid en donde participó en varias radionovelas.

Desde 1970 hasta 1992 vivió en Alemania lo que consideró la mejor parte de su carrera profesional, allí demostró que la narración en el fútbol es una demostración del conocimiento que tiene del idioma y de su pasión por la lectura. Como citó el periodista uruguayo Alejandro Figueredo, Salcedo globalizó el fútbol alemán, cuando en Latinoamérica poco importaba lo que pasara en la Bundesliga.

Andrés Salcedo con el chileno Sergio Silva.

Su método fue un descubrimiento que hizo con el paso del tiempo, durante sus 22 años en Alemania más allá de convertirse en la voz latina para el mundo de ese país, identificó que a las personas no solo les interesa el relato del gol, sino que también buscaban en el narrador esa empatía para sentirse inmersos en una historia que muchas veces hacía olvidar las situaciones de partido para fijarse en su destreza narrativa que también pudo verse en el programa de entretenimiento Telematch.

El gran salto a la Bundesliga

José María Muñoz, relator argentino, era el destinado para trabajar en la televisión alemana en 1974 y al final no aceptó. Se abrió un casting donde enviaron voces de diversos países latinoamericanos para ocupar su puesto. Por pura curiosidad a Salcedo le dijeron que narrara 3 minutos de un partido y lo hizo con su estilo pausado y amplio lenguaje.

Salcedo trabajaba en la Deutsche Welle y TransTel, pero solo había llegado para reemplazar a un locutor y luego ante una huelga de traductores ayudó en esa parte. Fue presentador en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, pero nada de Bundesliga. Al final se sorprendió porque a los alemanes les gustó su estilo de narración y su primer partido fue Frankfurt vs Stuttgart.

El histórico periodista en sus inicios en la Bundesliga.

Los sobrenombres en la Bundesliga

El fútbol como fenómeno cultural abarca todo lo que lo rodea y Andrés Salcedo lo supo entender. Los sobrenombres en el deporte más popular del mundo son clave muchas veces para identificar mejor a un jugador por sus cualidades o simplemente por algún parecido con algo. En 2020, el también escritor habló con el diario El País de Uruguay y contó de donde nació la inspiración para darle apodos a la mayoría de jugadores de la Bundesliga. 

“América Latina tiene una gran influencia europea en su cultura: de España, Italia, de Francia y algo de Inglaterra. Pero no de Alemania, entonces no podía utilizar a las grandes figuras germanas que no le iban a decir mucho a los televidentes de América Latina. Entonces me basé en los que se ponen en las barriadas, en las esquinas de todas las ciudades de América Latina, allí donde la cultura popular nos enriquece”, confesó Salcedo.

Salcedo en la producción de la TV alemana.

Entre los sobrenombres que popularizó están: Thomas ‘El Poroto’ Hässler, Manfred ‘Manitú’ Kaltz, Olaf ‘El niño de las peinetas’, Thomas ‘Niño Malo’ Berthold, fueron algunos de los apodos que puso, pero él tenía su escalafón según le comentó al diario uruguayo. “Digamos que el ranking lo gana ‘Migajita’ Littbarsky y Rummenigge, a quien le puse ‘Caperucita Roja’ porque siempre tenía las mejillas coloradas como pintaban a Caperucita en los cuentos. Y ‘Mateito’ Matthaeus. Esos están en el ranking, pero hubo más de cien”, mencionó Salcedo.

Música, literatura y otras pasiones

El barranquillero aseguró que se enamoró tarde del fútbol porque al comienzo su deporte era el béisbol. Sin embargo, tuvo otras dos pasiones que lo mantuvieron feliz. En la literatura logró dejar su huella con el libro “El día que el fútbol murió” que publicó en 2012 y que trata sobre la vida del brasileño Heleno De Freitas, porque para Salcedo fue, “el primer gran ídolo deportivo que tuvo la ciudad. El primer futbolista al que se le perdonaron hasta los malos partidos y los excesos en su vida privada”, como lo contó al portal Libros y Letras.

Salcedo leyendo fragmento de su libro “El día que el fútbol murió”.

El retorno a Colombia

Cuando regresó a su país, en la década de los noventa, Salcedo se dedicó a trabajar en diferentes programas de radio, también hizo la voz para comerciales, videos y documentales y posteriormente fue gerente del canal público regional Telecaribe, donde narró béisbol para la zona norte del país.

En su faceta de escritor, Salcedo fue autor de “Las otras caras del fútbol”, “El día en que nadie murió en la carretera” y alcanzó a dejar en revisión una novela titulada “El almirante del ritmo”, dedicada al cantante barranquillero Nelson Pinedo.

Salcedo en su tierra natal, Barranquilla.

La noche de su partida

De acuerdo a Dilma Ortega, su esposa, Andrés Salcedo vio televisión con ella en la noche horas antes de su deceso. Además, detalló a los medios locales que Salcedo, de 81 años, fue llevado de urgencia a una clínica en esa población en donde confirmaron su deceso. “A la 1.30 de la mañana (hora local) Andrés se levantó, fue al baño y regresó a la cama donde quedó infartado”, indicó.

“El corazón no puede soportar el tremendo dolor que da tu lejanía”, con esta parte de la canción que compuso Andrés Salcedo en 1963 vagará el recuerdo de quienes no olvidan sus relatos, una voz que estará marcada en la memoria del periodismo deportivo colombiano y latinoamericano gracias a que nunca perdió la pureza, ni espontaneidad de un niño para convertirse en leyenda. 

Aquí el recuerdo de uno de sus relatos:

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