Ángel Comizzo, el hombre que siempre vuelve

Volvió a dirigir a Universitario. Un camino recorrido y uno que se vuelve a iniciar. Y eso incluye el cielo y el infierno.

Félix Flores
Lima - 26 julio 2020

Ángel David Comizzo deja que el viento juegue con su largo cabello mientras sonríe tras haber sido sincero en la declaración. “Ganarle a Boca es lo más parecido a un orgasmo”. Han pasado 18 años desde que pronunciara esa frase y, en ese lapso, dejó los guantes y cogió el buzo. El nacido en Reconquista, provincia de Santa Fe, fue una gran figura en las canchas antes de dirigir. 25 años de carrera desde aquel 1982 cuando debutó bajo el arco de Talleres de Córdoba.

Arquero, sí señores. El ingrato puesto donde se es tan villano como héroe, fue la zona del apodado ‘Flaco’ que desde 1988 pasó a formar parte del histórico River Plate, equipo donde figura en la prestigiosa lista de sus 100 mejores jugadores de toda la historia. Sobrio por momentos, burlón en otros, seguro cientos de veces y dubitativo casi nunca, Comizzo ganó un título anual (1989) y dos Torneo Apertura (1991 y 1993) antes de pelearse con el entrenador Daniel Pasarella, quien en 1993 lo echó.

Ángel Comizzo con la camiseta de River Plate.

El “Flaco” cogió la maleta y se fue a Colombia (América de Cali), volvió a Argentina (Banfield) jugó en México (Tigres, León y Morelia), y terminó volviendo a su querido River donde fue recibido como “hombre de la casa”. Fiel a su costumbre ganó los dos Torneos Clausura del 2002 y del 2003 y fue protagonista de un clásico inolvidable: 3-0 a los xeneises que dejó aquella frase suya. Un año después, anunció su retiro como campeón.

El Comizzo entrenador

Ángel Comizzo no quiso ser dirigente, anheló mantener el olor a vestuario y se convirtió en entrenador. Aficionado a la pesca y a la cocina, el “Flaco” no podía vivir sin una pelota (y tampoco sin su look de cabello largo) y así volvió a las canchas. Su primera experiencia como Director Técnico la vivió en Talleres de Córdoba en 2008. Estuvo un año y se marchó al Querétaro de México donde permaneció hasta el 21 de mayo de 2012.

Comizzo técnico en Querétaro de México.

Ese año, la directiva hizo un balance y lo dejaron ir. Fue sustituido por Carlos de los Cobos. El año parecía que iba a culminar en blanco hasta que, en diciembre, recibió una llamada desde Lima. Con Universitario de Deportes volverían los aplausos y la pifia, dos caras que han marcado el camino del entrenador argentino.

2013 – El año del campeonato

La noche del 11 de diciembre de 2012, los periodistas se agolparon en el aeropuerto Jorge Chávez. Ángel Comizzo emergió desde salidas internacionales, posó con la camiseta crema y empezó a trabajar en el torneo que arrancó el 8 de febrero de 2013. Desde un primer momento, Comizzo priorizó la contundencia y merced a ella llegaron los resultados. Aquel año, en la primera parte del torneo, la pelea era clara: Real Garcilaso se convirtió en el oponente.

Ángel Comizzo posando con la camiseta de la U / Foto: DT.

La ‘U’ aplicó el sistema 4-2-3-1, al técnico le gusta la posesión de pelota. Los nombres propios hicieron el resto: solvente José Carvallo, trepador Alexi Gómez como lateral, experiencia al mando de Jhon Galliquio en la zaga, polifuncionalidad de Rainer Torres en la volante donde la creación estaba a cargo de Christofer Gonzales y Diego Guastavino. Arriba, aparecieron los goles de Raúl Ruidíaz para alabanza de los hinchas.

Comizzo le inyectó confianza al plantel. Ganaron la Liguilla B y se enfrentaron a Garcilaso en tres finales. Perdieron 3-2 en Sicuani, golearon 3-0 en el Monumental y hubo que definir en Huancayo. Allí, tras el 1-1 en 120 minutos, el triunfo 5-4 por penales dio a la ‘U’ su estrella 26. Las cosas salieron color crema.

2014 – El escándalo del adiós

La Copa Libertadores, una hinchada que cubría su espalda y una administración –la de Rocío Chávez– que lo respaldaba eran las banderas de Ángel Comizzo para el 2014. Sin embargo, a nivel futbolístico empezó a quebrarse el sentimiento: 5 partidos sin ganar entre Torneo del Inca y la Libertadores molestaron a los simpatizantes. El técnico parecía tener la cabeza en otro lado y era cierto: había una oferta millonaria para él de parte del Morelia de México.

Pero el año comenzó mal desde antes. El experimentado defensa John Galliquio había sido dejado de lado a pedido de Comizzo. Siempre sacar a un peso pesado de un club genera controversias, peor si los que llegan para sustituirlo no dan la talla. Su elección de los refuerzos fue desacertada: el delantero Cris Martínez tenía un pésimo nivel, el zaguero Dalton Moreira dio positivo en un control antidoping en la Libertadores y tanto Sebastián Luna (volante) como Gonzalo Soto (defensa) rescindieron sus contratos a los pocos meses. Además, en las oficinas los problemas económicos empezaban a arreciar y un día todo se derrumbó. El 6 de marzo del 2014, Comizzo y su cuerpo técnico no fueron a entrenar.

Una figura crema, el defensor John Galliquio.

Apenas unos días después, el 10 de marzo, el argentino fue presentado como nuevo entrenador del Morelia que lo fichó por dos temporadas a razón de 500 mil dólares de salario por cada una. El “Flaco” le dejaba un título a la ‘U’ pero también el precedente de un portazo y 50 mil dólares de compensación por su abrupta salida. Nadie imaginó que volvería.

2019 – Bienvenido otra vez

El mal andar de la ‘U’ con el chileno Nicolás Córdova puso a los dirigentes a buscar nombres. El 31 de mayo del 2019, la administración de Carlos Moreno no esperó más y dio a conocer su elegido: Ángel Comizzo pegaría la vuelta. Lo primero que hizo en Lima fue disculparse con los hinchas y prometer que iban a pelear el título nacional. No lo logró.

El retorno de Comizzo a la tienda crema.

Comizzo estuvo 174 días en el cargo, logró ganar 11 partidos de 22, empató 7 y perdió 4. Dejó el cargo el 27 de noviembre. Ya en ese momento la ‘U’ contaba con otra administración (Solución y Desarrollo Empresarial, liderados por los Leguía). El Gerente Deportivo era Jean Ferrari con quien el DT ya se conocía de la época en que lo llevó al César Vallejo, pero había un detalle: la relación no había terminado bien. Desde la administración crema se anunció una propuesta de renovación de contrato que no fue aceptada y el segundo adiós llegó. Para muchos el adiós estaba cantado ya que Comizzo se había mostrado reacio a la nueva administración y fiel a la de Carlos Moreno. Su salida era cuestión de tiempo. Se pensó que esta vez el rompimiento era definitivo, pero no fue así.

2020 – Siempre a la orden

Fue una pandemia la que extrañamente acercó nuevamente al entrenador al Monumental. A nivel futbolístico la ‘U’ venía firme. Si bien había quedado fuera de la Copa Libertadores, su juego ilusionaba a los aficionados. Sin embargo, la eterna guerra de las administraciones entre los Leguía y Carlos Moreno generó la salida del DT Gregorio Pérez bajo el argumento de que, por su edad (72), era persona de riesgo. La ‘U’ se quedó sin entrenador, pero no por mucho tiempo.

El 20 de junio, Universitario oficializó la tercera temporada de Ángel Comizzo en tienda crema. Saltaron los detractores, hablaron los críticos, pero la cosa estaba hecha. El argentino llegó a Lima, pasó las pruebas de coronavirus y el 13 de julio dirigió su primera práctica. El futuro lo tiene de cara a un torneo Apertura que se reinicia el 7 de agosto y donde la ‘U’, tras las seis fechas ya disputadas, ocupa el cuarto lugar con 13 puntos, a solo 3 del líder Alianza Universidad.

Ángel Comizzo despierta pasiones y controversias, y desde el cielo o el infierno siempre será “el hombre que vuelve”.

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