Todo niño o muchacho con talento para el fútbol sueña algún día con cruzar las puertas de La Videna, vestirse de corto y pelear por ser seleccionado nacional. Todo niño o muchacho con talento debe saber que esas puertas estarán cerradas mientras Agustín Lozano, Óscar Chiri, Ernesto Arakaki y otros nombres, que revelaremos hoy, se mantengan en la sede de San Luis. Lo que un día fue un interesante proyecto de menores armado antes de que Lozano se adueñase de la FPF, hoy ha sido destruido por influencia de la corrupción que está destruyendo el futuro del fútbol. ONCE te cuenta esta historia con cronología de hechos y nombres propios.
Todo empieza en agosto del 2010 cuando, tras retirarse del fútbol profesional, el ex defensor Ernesto Arakaki asume la dirección técnica de las divisiones menores de Alianza Lima. Arakaki tuvo un trabajo muy discreto, no salió ninguna figura de las canteras aliancistas y los títulos del 2017 y las finales que Alianza jugó en 2018 y 2019 fue con equipos con elementos experimentados locales y jugadores extranjeros que aportaron de manera desigual. En los nueve años que Ernesto Arakaki estuvo en Matute, tan solo un jugador salido de las canteras fue vendido al extranjero, el volante Aldair Fuentes que fue fichado por Fuenlabrada, un modesto equipo de la segunda división española. Se menciona en predios de Alianza que el futbolista podría retornar debido a que el club español ni siquiera terminó de cancelar el dinero de su pase.

Una de las personas de confianza de Arakaki en Alianza fue Reynaldo López Alcas quien fungió de Jefe del Área de Metodología Deportiva en el club victoriano y que también se presenta como docente de la Universidad Católica. Según fuentes en Alianza, López Alcas desarrolló un trabajo casi ‘invisible’, nadie sabía cuál era exactamente su función, porque la mayor parte del tiempo se la pasaba reunido con Arakaki. “Que el estilo peruano del toque y la pared viva en todas las canchas por siempre“, pregona en sus redes sociales López Alcas, aunque extrañamente nada eso se aplicaba a las divisiones menores. Incluso, desde la administración se pensó en despedir a este personaje, más aún cuando el club debió hacer un reajuste de su presupuesto pero, extrañamente, siempre Ernesto Arakaki abogó por él. Demás está decir que los dos cobraban muy importantes salarios y con cero resultados.
Es aquí cuando sucede lo increíble. En setiembre del 2019, la FPF decidió echar a Daniel Ahmed, Jefe de la Unidad Técnica de Menores, meses antes de la finalización de su contrato. ¿Quién fue nombrado en su reemplazo? Ernesto Arakaki. La orden vino directamente del secretario general de la FPF, Óscar Chiri, y se cumplió, primero, diciendo adiós al argentino y anunciando luego, el 4 de noviembre, a su reemplazo. “Le damos la bienvenida a Ernesto Arakaki, quien será el nuevo Director Deportivo de Menores. Le deseamos los mejores éxitos y esperamos que se cumplan todos los objetivos de la institución”, fue el mensaje en la cuenta de Twitter de la FPF. Como era de esperarse, junto a Arakaki llegó Reynaldo López Alcas. Entre ambos han logrado el peor de los “logros”: destruir las selecciones de menores que debían alimentar al elenco principal.

Según fuentes de ONCE, la relación entre Óscar Chiri y Ernesto Arakaki se da porque la esposa del secretario de la FPF, de apellido Hiraoka, es muy amiga de la cónyuge de Arakakai, el Director Deportivo de Menores que llego por imposición de Chiri, por relación de amistad y no por capacidad. Incluso, Chiri estuvo dispuesto a inventarle un puesto a Arakaki, el de Gerente de Menores, con tal de llevarlo a San Luis. Esto no llegó a concretarse ya que los malos resultados de Daniel Ahmed al mando de la selección Sub 20 le aliviaron la tarea a Lozano y Chiri quienes optaron por despedirlo. Otra consecuencia funesta de esta situación fue que Juan Carlos Oblitas, una gloria de nuestro fútbol y que conoce todo el funcionamiento de las categorías juveniles enfocado a generar nuevos valores para el seleccionado de mayores, dejó de pertenecer a esta área para dedicarse exclusivamente al seleccionado principal.
El plan de Óscar Chiri para hacer y deshacer en las categorías inferiores nacionales, se terminó de sellar con la participación de Jorge Yamasaki. Nadie sabe qué hace, pero ocupa un cargo en el área de ‘Creciendo con el Fútbol’. ¿Quién controla esa sección? Ernesto Arakaki. El desconocido Yamasaki tiene una hermana casada con un hombre de apellido Hiraoka, familia de la esposa de Óscar Chiri. Un nepotismo sin precedentes cuyo resultado es la destrucción del fútbol de menores.

Un área fundamental para generar nuevos jugadores está tan deshecha por la corrupción que se ha llegado al extremo de obligar a que sea convocado, primero, a la selección Sub-15 y luego a la Sub-17 el hijo de la operadora política-comercial Karelim López Arredondo, cuyas ilícitas relaciones con el poder están siendo denunciadas.
En nuestro informe (https://once.pe/karelim-lopez-lozano-chiri-y-la-fpf-logran-que-la-pelota-si-se-manche) señalamos como Óscar Chiri no tuvo ningún reparo en hacer que el hijo de la lobista hoy investigada, Jonny Milla López, se integre a las categorías Sub 15 y Sub 17. A cambio, Karelim López puso a disposición de la FPF sus influencias en Palacio de Gobierno, y tanto Chiri como Lozano se reunieron con el entonces presidente Martín Vizcarra y con el actual Pedro Castillo.

Jonny Milla López, quien sin talento alguno es parte de las divisiones menores nacionales, utiliza la influencia de su madre a punto tal que hizo un ‘berrinche’ porque jugó solo 8 minutos ante Brasil en el Sudamericano Sub 15, llamó a su progenitora y ésta, a su vez, telefoneó a Chiri y los ‘platos rotos’ los pagó el entrenador Édgar Texeira quien fue despedido. También hubo represalias contra gente del departamento de scouting quienes se negaban a avalar el llamado de Milla López porque “carecía del mínimo coeficiente futbolístico para estar en una selección sub 15”.

Así está ahora el área de menores de la FPF, por cuyas categorías pasaron en ascendente carrera los hoy seleccionados Pedro Gallese, Luis Abram, Renato Tapia, Pedro Aquino, Wilder Cartagena entre otros. En la actualidad, no hay fútbol de menores. Son apenas espacios donde se pagan sueldos inútiles, se desvía presupuesto, los favores se devuelven y los amigos ocupan cargos sin tener mérito o talento para ejercerlos.
Destruir el fútbol de menores es una de las marcas más deplorables que cargarán para siempre Lozano y Chiri cuando su corrupta gestión llegue a su fin.