Brasil inició el mundial con un triunfo lo cual no es una novedad , salvo que esta vez el pentacampeón tuvo problemas durante el primer tiempo para superar la consistente defensa serbia. La historia cambió en el segundo tiempo donde afloró el oficio y la calidad de los cariocas.
El elenco verdeamarelho aterrizó en Qatar con 26 estrellas, todos jugando en las ligas más competitivas. En su debut mostró, en la segunda etapa, un nivel de solvencia y un impresionante nivel de recambios como diciéndole al mundo que ellos son el candidato principal a llevarse después de 20 años un sexto título mundial.
El técnico Tité inició el partido con un tridente ofensivo con Raphinha, Richarlison y Vinicius Junior, acompañados del capitán Neymar. Un 4-3-3 con fútbol hábil, vistoso pero sobre todo con la serenidad del gran equipo que busca el gol que tarda en base a paciencia y sabiendo que llegará aunque el rival como Serbia se atrincheré en su defensa.
Fue nítido que el DT de Serbia, Stojkovic, puso la atención en el juego defensivo planteando un 5-3-1-1 y eso le permitió contrareestar durante el partido el poder ofensivo brasileño. Tuvo éxito en el primer tiempo, etapa en la que la defensa serbia logró eliminar el juego creativo de Neymar, quien constantemente tenía la marca Pavlovic respirándole en la nuca.
La doble pared serbia se agrietó cuando el talento brasileño supo definir las escasas ocasiones de las que dispuso. Fue uno de los debuts más esperados de la Copa del Mundo y el equipo ofensivo de Tite logró romper el bloqueo serbio con la artillería pesada que llevó a Qatar. Convirtió en “olé” una primera parte muy dura y en la parte final logró la victiria con los dos goles de Richarlison, el segundo de ellos una beleza que lo ha puesto, hasta el momento, como el mejor gol en lo que va del mundial.
Brasil mostró una defensa segura que respondió cada vez que fue exigida, incluso en los balones aéreos compitiendo con los gigantes serbios. En el centro del campo, aunque faltó un poco de pausa, ganaron todos los balones divididos lo que se reflejó en un alto nivel de posición del balón. Y arriba es todo dinamita: Vinicius, Raphinha, Richarlison, Rodrygo, Gabriel Jesús, Anthony y siguen nombres, bajo la conducción de Neymar que terminó con el tobillo hinchado.
Los más de 88.000 aficionados presentes en el estadio Lusail y toda la prensa internacional esperaban más de la popular selección brasileña con su potencia ofensiva pero, aún así, a pesar del duro partido, el control del juego, todo el tiempo, fue para Brasil.
