César Cueto, el Poeta de la zurda cumple 69 años

En las canchas su fútbol era un arte lleno de pinceladas poéticas que deslumbraron en los setentas y ochentas. Un homenaje al mediocampista más talentoso en la historia del fútbol peruano.

Aníbal Ingunza
Lima - 21 junio 2021

Dicen que los poetas son quienes plasman lo extraordinario con una palabra sencilla o una frase simple. César Augusto Cueto Villa encaja aquí, hacía un lujo como si fuera fácil y una proeza como algo sencillo. El ‘poeta de la zurda’ acaba de cumplir 69 años y como los homenajes se hacen en vida, en ONCE recordamos etapas de la vida del extraordinario ex futbolista que brilló con la camiseta de Alianza Lima y la selección peruana.

Para encontrar el momento en el que el fútbol fue más fútbol hay que remontarnos hasta 1963, el año en que César Cueto se unió a Alianza. Una mañana cualquiera Fernando Martínez —hermano del legendario ‘Babalú’ Martínez— fue a la cuadra 2 de la avenida Próceres en el Rímac. Su misión era una sola: convencer al pequeño César de 11 años para que lo acompañe al estadio de Matute. El niño era un crack en el barrio, jugaba contra mayores, realizaba movimientos inteligentes y casi imposibles de anticipar. Participaba en torneos del diario La Prensa con su equipo, el Zaragoza del Rímac y a veces con otro club, El Plater.  

César Cueto entrenando con la selección peruana. Foto: El Comercio.

No había dinero para el microbús, así que caminaron por calles y cruzaron barrios hasta llegar al estadio de Alianza Lima. César Cueto se paró frente al ‘Cholo’ Castillo y éste lo mandó a jugar como puntero izquierdo. Lo vio y no hubo dudas. “Te tienes que quedar”, le dijo el entrenador de menores al pequeño. Una breve charla y todo quedó arreglado, Cueto iba a ir todos los sábados a Matute para jugar y pertenecer a las divisiones menores aliancistas. En ese tiempo, las categorías inferiores solo se juntaban el fin de semana. El resto de días, César seguía jugando en el barrio. 

Allegados a Cueto cuentan que, si bien ganó títulos y demostró la brillantez de su juego en menores, el otro momento fundamental en su vida fue cuando le dijeron que subiría al primer equipo con tan solo 16 años. La historia dice que César usualmente silencioso se puso más tímido el primer día que llegó a entrenar con el equipo profesional. Allí estaban ‘Perico’ León, ‘Pitín’ Zegarra, Julio Baylón y Teófilo Cubillas. El primer contrato que firmó el creativo mediocampista que incluso fue colocado en alguna ocasión de ‘9’, fue por tres años.  

Julio Baylón, Víctor ‘Pitín’ Zegarra, Pedro Pablo ‘Perico’ León, Teófilo Cubillas y César Cueto.

A Cueto lo llevaron de a poco. Primero se quedó todo un partido en la banca de suplentes, luego entró a jugar los últimos 20 minutos, al siguiente alternó media hora hasta que jugó un partido completo. Ya integrante del primer equipo, César acudía a cobrar su salario a una oficina que quedaba en la Plaza Manco Cápac. En una de aquellas caminatas de Matute hasta la plaza, fue acompañado por Ruperto Albarracín, ex volante, quien le dio algunas de las enseñanzas más grandes que nunca olvidó. “Me dijo que siempre me cuide y que nunca olvide a mis padres. Luego me invitó unos anticuchos con una gaseosa”, recordó Cueto en una entrevista hace algunos años.

Como nada en el fútbol, y en la vida, es fácil, César, por la ceguera de algún técnico, debió irse a préstamo al José Gálvez y luego a Deportivo Municipal. En ambos equipos brilló como un crack y Alianza Lima corrió a recuperarlo en 1975 y, entonces, su magia transformó todo. Salió campeón ese año con los blanquiazules y festejó junto a ‘Caíco’ Gonzales Ganoza, Duarte, Salguero, Castillo, Rojas, Velásquez, Ávalos, Gómez Laynes y Augusto Palacios. Pero fue en 1977 cuando todo el país se rindió ante el talento de César Cueto. En ese año, era inamovible en el once titular y el mediocampo era un lujo: José Velásquez, Teófilo Cubillas y César Cueto. Más arriba, Hugo Sotil y Guillermo La Rosa. El campeonato lo pelearon Alianza Lima y Sporting Cristal y lo terminaron ganando los de La Victoria. Es en este torneo cuando se da, para muchos, el mejor gol del volante. 

Cueto avanza ante la dura marca de la defensa de Cristal.

Estadio Nacional con 38 mil personas. Tarde del 1º de mayo, fecha 12 del Interzonal y Alianza se mide ante Cristal. A los 70 minutos del duelo, con su equipo ganando 1-0 con gol de Velásquez, Cueto recibe el balón en su cancha, gira. La pelota está pegada a su zurda, mira hacia el arco contrario. Todos esperaban que condujera la pelota, abriera el pase, tocara en pared. Pero no. César avanza hasta la línea del mediocampo y desde allí lanza un tremendo remate. La pelota se eleva, las cabezas de los asistentes la siguen y de pronto baja hacia dentro del arco de Ramón Quiroga. El estadio se vino abajo y Alianza terminó ganando 3-2 aquel increíble partido con otro tanto de José Velásquez. 

Cosa curiosa, quienes conocen al ‘poeta de la zurda’ aseguran que, para él, aquella no fue su mejor acción dentro de un partido. Cueto, algo reacio a hablar de anécdotas o recuerdos con periodistas, contó siempre a su entorno que él todavía recuerda lo que hizo con 18 años en el estadio de Matute ante Atlético Grau. Allí, entró a los 75 minutos, rompió la posición adelantada, se llevó a un costado al portero y sirvió el gol al ‘Nene’ Cubillas. Todos felicitaron más al joven volante que al mismo Teófilo por la gran jugada. Uno de esos abrazos, que emocionó mucho a César, fue del ‘Cholo’ Castillo. Cueto también jugó en el extranjero y aquella magia lo acompañó en la maleta. 

Cubillas, Sotil y Cueto.

En Colombia, jugando para el Atlético Nacional ingresó cuando su equipo perdía 2-0 ante Deportivo Cali, donde jugaba otro peruano, Roberto Mosquera. El ‘Poeta de la zurda’ se llevó los aplausos de los hinchas de Medellín ya que metió dos pases gol para el empate final. Lo que también se llevó, relatan, fue la molestia de Mosquera que le dijo “Entras para joder nada más”. En América de Cali, César hizo amistad con Ricardo Gareca, actual entrenador de Perú y con el ex portero Julio César Falcioni, actual DT de Independiente. Deportivo Pereira y Cúcuta Deportivo también fueron sus equipos en tierras colombianas.

Ricardo Gareca y César Cueto.

Cueto y la rojiblanca

César y la camiseta ‘bicolor’ fueron la fusión perfecta. En 47 partidos en los que jugó llegó a anotar 6 goles. El volante es, además, uno de los cinco jugadores peruanos que marcó en eliminatorias, Copa América y un Mundial, sumando un gol en cada evento. ¿Los otros cuatro? Teófilo Cubillas, Alberto Gallardo, Paolo Guerrero y André Carrillo.

Cueto jugó su primer partido con la selección peruana en 1972, aunque fue tres años después, en 1975, cuando recibió una de las más grandes alegrías levantando la Copa América. En aquel torneo anotó un tanto y tuvo una dura lesión que lo marginó de casi toda la competencia.  

Cueto de gira con la selección peruana. Foto: El Comercio.

Cueto recibiendo el cariño de los hinchas peruanos. Foto: El Comercio.

Cueto acariciando el balón con la zurda.

En el Mundial de 1978 en Argentina, César fue escogido como parte del mediocampo ideal de la primera fase de la competencia. También tiene en su haber el famoso baile en el ‘Parque de los Príncipes’ propinado a la selección francesa de Michel Platini, Dominique Rocheteau, Jean Tigana, Manuel Amoros y Bernard Genghini. César Cueto puso la pelota al piso, dio forma a paredes y metió un pase genial para que Juan Carlos Oblitas anote el gol de la victoria. ¿Dónde juega ese volante? cuentan que fue la pregunta de los periodistas franceses en el estadio aquel 28 de abril de 1982, en duelo amistoso previo al Mundial de ese año en España.  

Cueto y Maradona, dos grandes del fútbol sudamericano.

La selección en París, 28 de agosto 1982. Día del triunfo contra los franceses.

El poeta de la zurda’ en el Parque de los príncipes contra Francia.

En las eliminatorias para 1986, César Cueto jugó un partidazo ante Argentina en Lima (triunfo 1-0) y en Buenos Aires donde puso un pase mágico para ‘Patrulla’ Barbadillo, uno de los goles de aquel 2-2 que nos mandó al repechaje. Llegó entonces el momento de decir adiós al fútbol, una despedida que tuvo idas y vueltas, que lo mandó a vestirse de corto otra vez ante la tragedia del ‘Fokker’. Nuevamente se puso la camiseta de la selección en un amistoso, Alianza Lima contra Real Madrid y, por supuesto, en el amistoso de 1997 ante Colombia con un espectacular pase de taco para que José Pereda anote uno de los goles.  

En 1987, tras la tragedia de Ventanilla, Cueto se volvió a vestir de corto.

Quise resumir todo esto en unas líneas y le pedí a mi padre, que lo vio jugar, que defina a César Cueto. “Extraordinario, cerebral para pasar la pelota. Una zurda maravillosa. Lamentablemente en aquel tiempo no había celulares con cámara para filmar lo que hacía”, me dijo. Quizá por eso le dicen el ‘Poeta de la zurda’ porque lo que escribió en una cancha se transmite de generación en generación. 

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