Desde hace varios años se ha establecido una perversa ligazón entre el fútbol, la corrupción y la política desde la cúpula de la Federación Peruana de Fútbol (FPF). Bajo la gestión de Lozano son varios los episodios. Primero fue el escándalo de la reventa de entradas que permanece en la impunidad con la sombría sospecha de una presunta ayuda del famoso fiscal Rafael Vela Barba. Después, cuando Lozano convocó como su secuaz a Oscar Chiri, dándole el cargo de secretario general de la FPF, asomaron los nexos con el gobierno del corrupto ex presidente de la República, Martín Vizcarra a través de la presencia de la lobista Karelim López, quien actualmente pugna por ser colaboradora eficaz para evitar la prisión por los delitos cometidos. Los vínculos ilegales entre la FPF y el gobierno de Vizcarra fueron varios y ONCE se ocupó de ellos en su momento.
Esta vez al revisar las invitaciones en el avión que condujo a la selección peruana rumbo a Doha para el repechaje ante Australia, se vuelven a hallar pistas de la relación entre fútbol y la política oscura.
Una implicada en el caso reventa de entradas, Norma Rosa Alva, colaboradora directa de Lozano reapareció cono “Coordinadora de vuelos” y fue ella quien, por orden de su jefe, invitó a un viajero cuya presencia en el avión de la selección peruana llama la atención. Su nombre es Guido Iñigo Peralta y la excusa para subirlo al avión fue ser dirigente de un desconocido equipo de la segunda división (Liga 2) llamado Los Chankas.

Lo cierto es que Guido Iñigo Peralta no es conocido por su aporte al fútbol sino por su cuestionado protagonismo en otras canchas. Este individuo nacido hace 37 años en Andahuaylas, alcanzó cierta relevancia pública el año 2011 al ser electo como el más joven alcalde de Villa El Salvador (tenía 26 años). Su gestión culminó con cinco denuncias ante la fiscalía anticorrupción, siendo el más notorio el cuestionamiento a doce pistas cuyas obras se ejecutaron, entre el 2012 y el 2013, con una inversión de 30 millones de soles y que dio lugar a una acusación por el presunto delito de Colusión al haber modificado en seis oportunidades el plan anual de contrataciones, de acuerdo a información provista por la sección noticias de Radio Stéreo Villa, la emisora que hace tres décadas se ocupa de temas vinculados al distrito sureño.
Esa misma fuente consigna que el año 2017, Jaime Antezana, experto en temas de narcotráfico y corrupción, señaló que debía investigarse a la empresa Lumi EIRL vinculada a Guido Iñigo Peralta y que este personaje «debería ser investigado no solo por corrupción, si no por lavado de activos y tráfico ilícito de drogas”.
Hasta aquí los antecedentes. Existe algo mucho más actual sobre el invitado a Qatar de Agustín Lozano y cuyo rastro conduce hacia la FPF.
Fuentes policiales indicaron a ONCE que varios personajes de la red hoy vinculada al presidente de la República Pedro Castillo opera, desde hace varios años, en el sur de la ciudad controlando los dos más grandes municipios: Villa El Salvador y Villa María del Triunfo. En efecto, luego de terminar sus dos períodos en Villa El Salvador, César Iñigo Peralta fue sucedido por su hermano Kevin y en Villa María del Triunfo gobernó Silvia Barrera Vásquez, hoy implicada en el caso de la mafia del Ministerio de Transportes y Comunicaciones que también incluye al presidente Castillo junto a la citada Barrera y a Zamir Villaverde, personaje hoy con prisión preventiva y contratista con la FPF de Agustín Lozano.

La pista que interesa, de acuerdo a fuentes policiales consultadas por ONCE, es la relación que existe entre César Iñigo Peralta, Silvia Barrera y Zamir Villaverde. El diario El Comercio informó el 19 de diciembre de 2021 que “Silvia Barrera gestó las visitas a Palacio de Gobierno” de Zamir Villaverde y, más recientemente, el 22 de mayo de este año, el propio Villaverde confirmó ante la Comisión de Fiscalización del Congreso que, efectivamente, acudió a Palacio de Gobierno en compañía de Silvia Barrera.
Aquí aparece una pista sobre el vínculo con la FPF que debe ser materia de investigación. Se trata de los presuntos nexos de Agustín Lozano con dos lobistas sometidos hoy a investigaciones fiscales con graves cargos por corrupción. Primero fue Karelim López —cuyo hijo incluso fue convocado a la selección sub 15, primero, y sub-17 después, sin tener las cualidades necesarias—. Luego aparece la relación con el hoy preso Zamir Villaverde, quien se presentaba como presunto operador de Pedro Castillo en la mafia del MTC, y cuya empresa Vigarza presta servicios de seguridad a la FPF y Agustín Lozano persiste en mantener el vínculo a pesar de las graves denuncias existentes.

A estos antecedentes se une ahora que un directo miembro del grupo del procesado Zamir Villaverde fue embarcado por Lozano en el avión de la selección peruana con todos los gastos pagados —pasaje, hoteles, comida— en la excursión a Barcelona y Doha. En esta fotografía obtenida por ONCE puede verse a César Iñigo Peralta departiendo entre amigos con Zamir Villaverde en la comodidad de la residencia de éste último en La Planicie-
Cuando asoman, estos vínculos suelen ser negados en principio, como ocurrió en la gestión de Edwin Oviedo cuando el magistrado César Hinostroza visitaba la Videna para hacerse atender con el personal de fisioterapia de la propia selección y luego se descubrió que asistía porque Oviedo había establecido una red de trafico de influencias con la banda llamada Los Cuellos Blancos, integrada por jueces y fiscales.
Esta vez se abre la pista del invitado de Lozano, Guido Iñigo Peralta y empieza a asomar el hilo que puede explicar la extraña relación entre Agustín Lozano y Zamir Villaverde que complementa su vínculo con la famosa Karelim López. Lobistas, Palacio de Gobierno, viajeros y corrupción. Es cuestión de investigar.
