La presencia de personajes corruptos en el fútbol no tiene pausa ni fronteras. Recientes informes periodísticos han puesto en la palestra una investigación que está llevando a cabo el equipo especial de fiscales encargados del caso Lava Jato y que pone al descubierto a un personaje del fútbol uruguayo que aparece implicado en la trama de corrupción del Caso Odebrecht en el Perú. Se trata de Eduardo Ache, quien fuera presidente de uno de los grandes equipos charrúas, el popular club Nacional en el período 2001-2006 y actualmente integra la Comisión Organizadora del Mundial de Fútbol 2030 que organizan Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile.
La aparición de este personaje muestra la tendencia de los últimos años que ha dado lugar al indeseable vínculo de la política con el fútbol, un fenómeno extendido en Latinoamérica. En efecto, además de dirigente deportivo, Ache es un economista de profesión muy vinculado a la política uruguaya, actividad que le permite tener una notoria situación de poder. En su país natal, Uruguay, el hoy investigado por los fiscales peruanos, ha sido Senador de la República, Ministro de Industria, Energía y Minería y en la actualidad es asesor económico del oficialista senador Guido Manini Ríos. Asimismo, el actual gobierno de Luis Lacalle Pou lo designó como su representante ante el Comité Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) que trabaja para la organización del Mundial 2030.

Como se puede ver es un personaje muy notorio en el país de la casquilla celeste, y en Perú empieza a tener notoriedad pública porque según los fiscales a cargo de las pesquisas del Caso Odebrecht, Eduardo Mario Ache Bianchi está investigado por haber sido presidente de la Banca Privada de Andorra, filial de Uruguay, y haber realizado, junto a otros funcionarios de ese banco, transacciones bancarias con “pleno conocimiento del origen de los fondos de Odebrecht y permitieron que sean depositados en las cuentas del banco y a su vez sean distribuidos entre los diferentes clientes presentados por la constructora (Odebrecht), a cambio de grandes comisiones”. Esos fondos, de acuerdo a la investigación de los fiscales nacionales, habrían sido destinados al pago de sobornos de políticos y funcionarios de entidades peruanas.
Desde el ámbito del fútbol, lo que ha llamado la atención es que este personaje implicado en un grave caso de corrupción haya aparecido en los festejos del más reciente logro del fútbol uruguayo. En efecto, la selección uruguaya de fútbol, categoría Sub 20, se coronó campeona mundial tras una brillante campaña en el torneo jugado en Argentina. Una fotografía revela la presencia de Eduardo Ache en los festejos junto a personajes que también tienen cuestionamientos.
Al dirigente uruguayo se le puede ver al lado de Eduardo Domínguez, presidente de la Conmebol, que carga con cuestionamientos diversos. En el caso de Perú, Domínguez es el responsable de sostener en el cargo de presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) a un personaje como Agustín Lozano que está sometido a múltiples investigaciones por diversos delitos que enfrenta ante la justicia peruana.

Otro personaje que aparece en la fotografía junto al investigado por corrupción Eduardo Ache, es el actual presidente de la FIFA, Gianni Infantino, cuya entidad se niega a aplicar las normas correspondientes a la Idoneidad para ejercer un cargo dirigencial. Si esas normas se aplicasen hace mucho que Agustín Lozano habría dejado de ejercer la presidencia de la FPF y el fútbol peruano no estaría siendo destruido.

A veces una fotografía suele ser una evidencia concreta del mal que aqueja al fútbol: la política y la corrupción. La imagen reúne a Eduardo Ache acusado por lavado de activos en el Caso Odebrecht y a Eduardo Domínguez y Gianni Infantino, los jerarcas que sostienen a un investigado por organización criminal como Agustín Lozano. Todo un retrato.
Las investigaciones fiscales están en curso y no vaya a ser que se descubra algún nexo entre Ache, la corrupción de Odebrecht y la FPF de Lozano.