La ANEF es la Asociación de Entrenadores de Fútbol en el Perú fue fundada un 05 de enero de 1952 por un entusiasta grupo de entrenadores de la época, entre ellos el recordado Alfonso Huapaya Cabrera, primer técnico campeón en un torneo peruano. Esta asociación fue ratificada en 1982 por una resolución del entonces presidente de la FPF, el desaparecido Alberto Espantoso Pérez. En un país como el nuestro donde la legitimidad y continuidad de las instituciones no suele ser habitual, una asociación con 69 años de historia es digna de resaltar.

En el mundo futbolero peruano todos conocen y reconocen a la ANEF como la única asociación de entrenadores no sólo por antigüedad sino también porque congrega a los entrenadores peruanos de trayectoria. Sin embargo, de pronto, la semana pasada, apareció una convocatoria de la FPF para “buscar” una asociación que represente a los entrenadores y pueda integrar la nueva asamblea de bases.

A inicios del 2019, la FIFA estableció que la asociación de entrenadores nacionales en cada país, tendría un voto activo en las asambleas de bases de sus respectivas federaciones. Agustín Lozano pasó por alto la disposición y recién ahora, en su afán de elegirse este año, se preocupó por este tema pero recurriendo a una triquiñuela. En efecto, emitió la Resolución 006-FPF-2021 dando un plazo hasta el 15 de julio de este año para la “presentación de solicitudes de las personas jurídicas que deseen convertirse en miembros de la FPF“. Con esa redacción tramposa Lozano estaba apuntando a inventar una asociación de entrenadores a su medida bajo sus órdenes y que, obviamente, vote por él.
Entonces, una vez conocida la resolución 006-FPF-2021, la ANEF solicitó una reunión con el actual presidente de la FPF para coordinar los trámites necesarios exigidos por FIFA y, de ese modo, incorporarse como la institución indicada para ocupar una plaza como integrante de la FPF. Sin embargo, la ANEF nunca obtuvo respuesta a pesar del envío de hasta siete cartas solicitando una reunión.
Además de este desplante, llegó a oídos de sus directivos que la FPF había hecho una convocatoria para que se presenten misteriosas asociaciones de entrenadores cuando en el país la única entidad que reúne a los profesionales en la dirección técnica es la ANEF desde 1952, es decir, por si Lozano no sabe de aritmética, desde hace sesenta y nueve (69) años. No existía, pues, ninguna otra entidad que pueda suplantar a la ANEF y tampoco es necesario armar el circo de un concurso con el fin de inventar la representación de los entrenadores peruanos en la FPF.
Ante esta situación los entrenadores tuvieron una reunión vía zoom el sábado 12 de junio último, para coordinar una postura conjunta. Una de las conclusiones a la que llegaron fue convocar a una conferencia de prensa para denunciar que la FPF no les daba audiencia y existía este peligro de inventar una asociación de entrenadores paralela. Sin embargo. uno de los entrenadores participantes –famoso ex futbolista y técnico en actividad– cometió una infidencia. Una vez terminada esta reunión levantó el teléfono para contarle al presidente de la FPF los planes a los que había llegado su gremio en esta asamblea privada.

Ni corto ni perezoso Agustín Lozano decidió, de pronto, recibir a la ANEF con carácter de urgencia el lunes 14, a primera hora, para neutralizar la conferencia de prensa que estaba programada al mediodía. En dicha reunión, el mandamás de la FPF se mostró muy conciliador y les comentó que se había visto obligado a abrir las posibilidades a otras asociaciones para presentarse por un tema de equidad pero que él los reconocía como la institución que albergaba a los entrenadores peruanos y que les daría los requisitos que solicita la FIFA para ser los representantes formales y así puedan ajustar sus estatutos a estos requerimientos y que la siguiente semana tendrían esta información para poder presentarse.
ONCE conversó con Edu Silva, directivo y vocero legal de la ANEF, quién comentó que, en los últimos días, han tenido reuniones con un par de asociaciones pequeñas y noveles con el objetivo de que se sumen a la ANEF para tener un sólo ente fuerte y homogéneo que represente a los entrenadores peruanos. De este modo, se busca neutralizar las movidas de Lozano que está en busca de componer una asamblea de adeptos que le aseguren un voto que no merece. Su ansia de seguir en el sillón de la FPF es de tal magnitud que está dispuesto a triquiñuelas e ilegalidades.
