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El fútbol peruano y el arte de esfumar 88 millones de dólares

Agustín Lozano presentó por fin la auditoría forense oculta desde hace meses. Los resultados omiten su participación en la desaparición de una enorme cifra, pero igual cae en la red. Aquí un completo informe.

Umberto Jara
- 8 agosto 2021

Los timadores de poca monta ocultan sus huellas con guantes baratos. Los personajes de delitos mayores son más refinados, aplican estilos que los libren de ser culpables. Como en el fútbol. Algunos solo pueden el estilo Neymar y otros entienden la Mano de Dios. Agustín Lozano admira al brasileño. Y en su estilo de volteretas falsas sabe que el despilfarro de millones en la Federación Peruana de Fútbol tiene que ser cubierto de alguna manera y está buscando que otros paguen por pecados en los que él también participó.

ONCE tuvo acceso a la reunión de hace unos días entre la junta directiva de la FPF, que preside Lozano, los presidentes de los clubes de la Liga1, Liga2, ligas departamentales y una empresa de auditoría que encontró gruesas irregularidades en el manejo de fondos y gastos desmedidos de parte de los directivos.

Una Auditoría en la FPF revela millonaria perdida de dinero.

Se trata de una Auditoría Forense —vale decir, destinada a encontrar responsabilidades delictivas— realizada por la firma Vargas, Alencastre, García y Asociados, y cuyo resultado puso al descubierto diversos excesos tras la exposición de Juan Valdez, auditor perito forense y Jaime Barrantes, gerente de auditoría. Esta auditoría cubrió el período de 2017 a diciembre de 2018.

Antes de revelar los resultados hagamos una precisión. Como es de conocimiento público, el presidente de la FPF, Edwin Oviedo, fue arrestado el 6 de diciembre del 2018 por el caso Los Cuellos Blancos del Puerto y un día después, el 7 de diciembre, asumió su vicepresidente Agustín Lozano. Desde entonces, Lozano ejerce el cargo batiendo el record de permanencia en un cargo que asumió de manera interina, es decir, temporalmente. Si conociera el concepto de legalidad en un cargo, hace mucho debió convocar a elecciones porque al mantenerse dos años y nueve meses en la función de presidente, más que un interinato es una usurpación.

La precisión es importante porque no hay que perder de vista que desde el año 2014 Lozano tuvo plena injerencia en las decisiones de la FPF como vice-presidente de Oviedo. Más aún, hubo una etapa en la que tuvo más poder que el titular Oviedo porque la lista original era con la candidatura de Lozano a la presidencia pero sus antecedentes ya frondosos en ese año, obligaron a que ceda su lugar a Oviedo y se anote como segundo a bordo pero con influencia en la toma de decisiones en contratos, licitaciones y demás rubros que la FFP realizó hasta la detención de Edwin Oviedo en diciembre de 2018.

Edwin Oviedo (actualmente procesado) y Agustín Lozano, presidente de la FPF.

Como la auditoría forense cubre el período 2017 a diciembre de 2018, Lozano está buscando liberarse de responsabilidad aduciendo que él preside la FPF desde el 2019 y no tiene nada que ver con lo que ocurrió antes. Como es rústico en sus argumentos, cree, piensa, pretende que nadie se dará cuenta de que tiene igual responsabilidad porque en el período 2014-2018 fue vicepresidente del Directorio al que la auditoría forense ha pillado con el estado financiero de la FPF en rojo a pesar de que entre 2017-2018 las Eliminatorias y el Mundial Rusia 2018 dejaron millonarios ingresos.

Sospechosamente no hay dinero después de que la FPF haya tenido la etapa más fructífera en toda su historia. En el año 2017 llegaron como sponsors de la selección las empresas más importantes del país con aportes millonarios. A la vez los estadios Nacional y Monumental tuvieron llenos completos con entradas caras (que Lozano revendía) para ver a una selección que marchaba rumbo a un mundial. Asimismo, por la participación en el Mundial Rusia 2018 (donde Lozano también revendió entradas) la FPF recibió varios millones de dólares. Entonces, ¿cómo es que la auditoría forense ha hallado que no hay dinero y existen más bien deudas? Lo que busca Lozano es escapar de la responsabilidad que le toca en esa escandalosa esfumación de decenas de millones de dólares.

Lozano contra la pared. Tendrá que responder ante los resultado de la auditoría.

¿Cómo explica los despidos de trabajadores por falta de dinero; la disminución de salarios del comando técnico de la selección; la nula inversión en fútbol de menores? ¿Cómo explica diciendo que no hay dinero si los ingresos fueron los más altos que existieron en más de un siglo de fútbol profesional?

La fórmula que, en su mal estilo, Lozano cree haber hallado es presentar ahora una auditoria forense para culpar a tres personas que ya no están en la FPF y cree que nadie se da cuenta de que él forma parte de ese mismo Directorio que esfumó millones de dólares. La auditoria forense que mandó preparar y ahora presenta como documento acusatorio, señala que en los años 2017 y 2018 existieron gastos por 123 millones 547 mil 886 soles y 159 millones 875 mil 430, respectivamente. Un total de 283 millones 423 mil 316 soles. En dólares de esos años equivale a ¡88 millones y medio de dólares¡. ¿Dónde está ese dinero? ¿No lo sabe Lozano? Si él era vice-presidente de la FPF, si en esa época participaba de los directorios, viajaba con la selección y revendía entradas y ¿no sabe qué pasó y ahora usa la auditoría forense para acusar a otros?

Decimos acusar a otros porque en la exposición de los auditores solo se hizo mención directa como responsables al ex presidente Edwin Oviedo, preso por el Caso Cuellos Blancos, al ex secretario general Juan Matute Quiroga y a la ex gerenta de administración y finanzas, Tatiana Ninuma. Ellos fueron sindicatos como los causantes directos de esos gastos. De Agustín Lozano, el vicepresidente, ni una sola reseña o apunte al exponer la auditoría forense, ni siquiera una acotación sobre la reventa de entradas. Un detalle curioso: si Lozano acusa ahora a Juan Matute ¿por qué cuando lo destituyó en marzo de 2019 no lo denunció por las irregularidades?

Juan Matute, Tatiana Ninuma y Edwin Oviedo.

En la misma exposición de los auditores en la sesión del 2 de agosto último, se mostraron graves problemas de deficiencia de control interno y que tuvieron un impacto económico en contra de la FPF en esos años. Obras y pagos que nadie entiende por qué se realizaron pero que sirvieron para que los directivos obtengan beneficios personales y para que las cuentas de la FPF empiecen a quedar más delgadas.

Un punto observado por los auditores fue la obra ‘Ejecución del proyecto Videna Chaclacayo’.

“Se determinó que este proyecto resultó ser un proyecto sin sustento técnico ni económico, en consecuencia, inviable, obteniendo un perjuicio económico de 6 millones 583 mil 424 incluido IGV. Asimismo, la gestión de los proveedores y la selección de algunos de ellos generaron como resultado deficiencia de control desde la contratación hasta el pago de las facturas. Con esto se evidencia la responsabilidad del gerente de administración y finanzas y la secretaría general de aquel entonces, quienes infringieron el reglamento de Conmebol por tratarse de un terreno por el cual la FPF debía realizar pagos por arrendamiento”, describió el auditor Jaime Barrantes.

La Videna de Chaclacayo tuvo entre otras ‘perlas’ la contratación de Antonio Camayo al que le encargaron las tareas de remoción de tierras y quien terminó en prisión por tráfico de influencias en el caso Los Cuellos Blancos.

Además de las pérdidas económicas, existe un daño deportivo inmenso. Ricardo Gareca confió en tener un lugar de alto nivel para entrenar a todas las categorías de los seleccionados y hoy nada de eso existe. Es un proyecto abandonado y la FPF tiene varios reclamos. Una de esas demandas, por casi 2 millones de soles, es de la empresa Agrícola Pumayaca que se reunió varias veces con el presidente de la FPF. “Ustedes sigan regando las canchas, porque aún no sabemos lo que vamos a hacer”, les solía decir Lozano ante la sorpresa de los empresarios que reclamaban el pago.

Otro punto observado por la auditoría fue la Remodelación del Centro Médico Sede San Luis. “La pericia reveló que la remodelación por 11,751 soles incluido IGV se encontraría sobrevalorado, además el centro médico presenta fallas técnicas por las cuales la actual gerencia de la FPF tendrá que hacer desembolsos para su reparación y/o mantenimiento”, explicó el auditor. Un detalle más, la empresa que contrató la FPF no tenía contrato, ni proyecto técnico de la obra ni presupuesto. Es decir, o se regaló el dinero o se compartieron esos fondos.

La auditoría también reveló que los gastos por viajes, alojamientos, alimentos entre otros, que fueron brindados únicamente por una empresa escogida por la FPF y que ascendieron a 5 millones 297 mil 943 soles (1 millón 600 mil dólares) se encontraban sobrevalorados. Esto debido la falta de control y la nula proyección de costos ante las tarifas ofrecidas por la empresa. Vale decir, en La Videna no confían en licitaciones o en pedidos de ofertas prefieren la designación a dedo. Lo mismo pasó con una ‘asesoría’ empresarial por la que se pagó 155 mil 820 soles en el año 2017 y 1 millón 183 mil 434 soles en el año 2018. Estas no cuentan con el debido soporte documentario o legal que acrediten la necesidad de este servicio.

Finalmente, la auditoría forense también observó los gastos realizados para el Mundial Sub 17 del 2019 que la FPF debía organizar y para el cual la FIFA entregó, entre los años 2017 y 2018, 1 millón 773 mil 40 soles. Este dinero no cuenta con un plan de trabajo y un seguimiento estipulados por la FIFA. Toda cifra, grande o pequeña fue desapareciendo como un fondo de emergencia de Conmebol que ascendía a 10 mil dólares que también se ‘perdió en el camino.

En todos los puntos anteriores, la auditoría forense encontró responsabilidad en la Gerencia de Administración y Finanzas y en el Secretario General de esos años. Los auditores no mencionan para nada a Agustín Lozano que era parte de la directiva —el número 2 con ascendiente sobre el número 1 Edwin Oviedo—. ¿Puede alguien creer que estando presente Agustín Lozano en un lugar donde desaparecían millones y millones de dólares, él rezaba o prendía velas a San Inocente?

La Auditoria Forense mostró que en la FPF el dinero se esfuma y el fútbol lo padece.

Lozano está ahora en un laberinto sin salida. Al haber informado a la asamblea los resultados de la auditoría forense tiene la obligación de denunciar los hechos punibles detectados. Esa obligación surge de su condición de presidente de la FPF. Específicamente, tiene que denunciar a Edwin Oviedo Pichotito (ex presidente), Juan Matute Quiroga (ex secretario general) y Tatiana Ninuma Aída (ex gerenta de administración y finanzas).

Y aquí se le abre el problema. Si los denuncia terminará involucrado en las investigaciones por dos razones: por haber sido vicepresidente en la gestión de los denunciados y porque los denunciados también ejercerán su derecho de defensa, hablarán y quedará al descubierto lo que la auditoría ha ocultado a favor de Lozano.

Si no los denuncia habrá ocultado una auditoría forense, es decir, un documento que sustenta delitos, habrá incurrido en fraude a la administración de persona jurídica y se convertirá en cómplice. Su presencia no será eterna en la FPF y quien venga en su lugar tendrá que denunciarlo penalmente.

Pero antes, ocurre algo. Si no denuncia se convertirá en encubridor de delitos. ¿Puede postular al cargo de presidente de la FPF un encubridor de actos delictivos? 

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