El hombre que hizo más goles que Messi y Pelé

Hubo, aunque pocos lo sepan, un futbolista que hizo más goles que Messi y Pelé. Fue el primer ídolo de la historia del fútbol brasileño y dueño de 1,319 goles reconocidos por la FIFA.

Leónidas da Silva, Friedenreich y Pelé.
Manuel Manrique
Brasil. - 25 abril 2021

Tan importante como Pelé, Arthur Friedenreich popularizó el fútbol en Brasil en una época en que era practicado por la aristocracia y extranjeros residentes en el país. Fried, como era llamado desde joven, fue responsable por democratizar la práctica del deporte, transformar el football en futebol, improvisando, haciendo gala de gambetas y buscando tercamente el control de la pelota, como recurso nunca antes visto dentro de la cancha.  

La historia de Fried comienza cuando su padre, Oscar, comerciante rural afectado por el fin de la esclavitud (1888) se muda de Blumenau, en el estado sureño de Santa Catarina, a São Paulo para intentar una nueva vida. Encontró apoyo de la colonia alemana para instalarse, retomar su trabajo y conocer a su futura esposa, Matilde, lavandera, hija de esclavos y que dio a luz, en julio de 1892, a un bebé mulato, de ojos verdes y pelo crespo bautizado con el nombre de Arthur.

Durante su infancia estudió en el Mackenzie College, escuela de la aristocracia paulista, y creció en el barrio Bexiga, tradicional reducto de inmigrantes europeos y donde comenzó a destacarse en el equipo del barrio por ser un delantero veloz, creativo y hábil a la hora de hacer jugadas parecidas a las que se veían en las canchas de tierra de la periferia de São Paulo, conocidas como varzeas. Al enterarse de sus cualidades, Oscar llevó a su hijo al club Germania, frecuentado por la colonia alemana y la élite paulista. En el Germania se jugaba al estilo europeo: fuerza física, pelotazos y uso excesivo del choque de hombros, conocido como marreta (comba en portugués), que hacía recordar al rugby.

Fried en la selección brasileña sudamericano 1919.

Fried era lo opuesto. Además, no se identificaba con sus compañeros que usaban camisa de seda, short hasta las rodillas, bigotes retorcidos en las puntas y postura racista. Por eso se disculpó con su papá al decirle que se transferiría al Club Ypiranga, también de la primera división Paulista. Fried tenía 18 años y en poco tiempo llamaba la atención por su facilidad de anotar goles. Fue invitado por el S.C Americano a integrar la delegación que viajó a Argentina y Uruguay para jugar cuatro amistosos. Los resultados no fueron favorables pero el joven Arthur dejó buena impresión.  

El Tigre

En 1914, el Fluminense invitó al Exeter City F.C, equipo profesional inglés, a jugar en Rio de Janeiro. Los visitantes le ganaron a la selección Carioca (5 a 3) y a un equipo de ingleses residentes en la ciudad (3 a 0). Para el último partido, los cariocas invitaron a cuatro jugadores de São Paulo: Rubens Salles, Sylvio Lagreca y los jóvenes Formiga y Friedenreich. La afición vio un encuentro marcado por la violencia y falta de fair play por parte de los ingleses, que inconformados por el estilo de juego de los locales aplicaron marretas y entradas desleales. El encuentro terminó 2 a 0 a favor de los cariocas y la victoria tuvo como escenario el recién inaugurado Estadio das Laranjeiras. Según el historiador Antonio Falcão, “Friedenreich dejó la cancha sangrando, con dos dientes menos, pero feliz por la victoria y el gol anotado”. Todo en medio de la alegría de las jóvenes que torcían sus pañuelos blancos (de ahí el origen del término torcida, torcedor) mientras gritaban el nombre de sus ídolos     

Fried con la Con la camiseta del São Paulo.

Debutó en la selección a raíz de la Copa Roca (1914), torneo instituido por el presidente de Argentina, Julio Roca, que consiste en partido único o de ida y vuelta entre brasileños y argentinos. La Copa Roca continúa disputándose. La victoria por 1 a 0  fue el primer triunfo de Brasil en el exterior y la confirmación de Fried como referencia en el ataque del Scratch.

Fried participó del segundo campeonato Sudamericano (1916) pero no le fue bien (derrota contra Uruguay y empates contra Argentina y Chile). La tercera edición (1919) fue al contrario (victoria contra Argentina y Chile y empate con Uruguay). La final contra los Charrúas, en el Estadio das Laranjeiras, fue un partido violento, con provocaciones, sangre y pocos goles. Como en esa época no había decisión por penales, se jugaron dos prórrogas de 30 minutos y el único gol del partido lo anotó Friedenreich. Sorprendidos, los uruguayos no conquistaron el tricampeonato y vieron como la hinchada invadió la cancha para levantar en hombros a Fried. El medio campista charrúa Alfredo Zibechi afirmó que “ni la fatiga le gana a Friedenreich” y la prensa de Uruguay lo llamaría a partir de ese momento El Tigre.

El Rey del Fútbol

Según el libro Friedenreich, a saga de um craque nos primeiros tempos do futebol brasileiro, escrito por el periodista Luiz Duarte, “la multitud llevó a los campeones hasta el centro de Rio de Janeiro para rendirles homenaje. Al día siguiente, los chimpunes de Fried estaban expuestos en una joyería del centro de la ciudad y el músico Pixinguinha (Alfredo da Rocha Viana Filho) compuso Um a Zero, un samba de los más significativos y alegres del cancionero popular brasileño”.

A mediados de la década del 20, El Tigre era ídolo en Brasil y conocido en el continente. Los europeos se preguntaban ¿cómo un jugador de Brasil podría tener nombre alemán?

En 1925, el Club Atlético Paulistano, primer equipo brasileño a jugar en canchas europeas comenzó su gira por el Viejo Continente enfrentando a Francia, en el estadio Búfalos, en Mont Rouge, Paris. Treinta mil franceses vieron perder a su equipo 7 a 1 y al mismo tiempo sorprenderse con los goles y jugadas de Friedenreich, que anotó tres. El equipo jugaría más partidos en Francia (5), Suiza (3) y Portugal (1). Al final ganaron ocho, perdieron uno y fueron los primeros brasileños coronados por los medios extranjeros como “Los Reyes del Fútbol”.

Para El Tigre fue la consagración. El hijo de Oscar y Matilde anotó 11 de los 31 goles, acabó con cualquier tipo de duda sobre sus cualidades y ganó elogios de la prensa europea, que lo llamó “Rey del Fútbol” y “El Peligro”. Los elogios y las reverencias no faltaron cuando la delegación del Paulistano llegó al puerto de Recife. Lo mismo pasó en Salvador, Santos y Rio de Janeiro, donde el presidente brasileño Artur Bernardes rindió homenaje a la delegación. En São Paulo, la ciudad paró para recibir a sus héroes.

Brasil vs. Uruguay 1919. Campeonato Sudamericano, estadio das Laranjeiras.

En 26 años de carrera, Friedenreich ganó dos campeonatos Sudamericanos, siete Paulistas y  cuatro Brasileros. Fue el primer futbolista a superar la barrera de 30 goles en un campeonato local (el de 1921, 31 goles en 21 partidos) y ocho veces goleador del Paulistão, superado en 1965 por Pelé. Participó de los momentos relevantes del inicio de la historia del fútbol de Brasil: El primer partido de un equipo brasileño en el exterior, el debut de la selección, la primera victoria internacional del Scratch, la primera conquista de la Copa América y el primer partido (y gol) de la Era Profesional entre Santos y São Paulo, en 1933.

Hay quienes ponen en duda los 1,329 goles anotados por Fried. En el libro O Tigre do Futebol, el periodista Alexandre da Costa afirma que El Tigre tuvo números más modestos: 554 goles en 561 partidos. En Friendenreich: A saga de um craque nos primeiros tempos do futebol brasileiro, el autor Luiz Duarte presenta números parecidos: 595 goles en 605 encuentros y en Fried versus Pelé, los periodistas Severino Filho y Orlando Duarte informan 558 goles en 562 contiendas. El promedio de goles por partido (0,98) supera los números de Pelé, Maradona, Messi o Cristiano Ronaldo. Sólo le faltó jugar el Mundial de 1930, año en que sufrió fractura del peroné. En 1935 se despidió de la selección enfrentando River Plate y en consideración a los cariocas, sus tres últimos partidos como profesional los jugó con los colores del Flamengo. Intentó la carrera de técnico y árbitro pero no tuvo éxito. La Compañía Antártica Paulista lo contrató para ser Inspector de Ventas, cargo que ocupó hasta los 71 años. A los 77 murió pobre y sin que sus glorias futbolísticas brillaran como lo hizo él en tantos partidos inolvidables

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