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El milagro japonés y el tropiezo alemán

Alemania arrancó ganando 1-0 y controlando el juego en los primeros 45 minutos. Pero desde el banco japonés, el DT Moriyasu cambió el partido y con goles de Doan y Asano lograron derrotar 2-1 al favorito del grupo E.

Redacción ONCE
Lima - 23 noviembre 2022

En el cuarto día del mundial, queda claro que no hay favoritos. Alemania fue derrotada por la selección japonesa que sorprendió con su velocidad y efectividad.

Hansi Flick y la selección alemana, con sus propios errores, lograron que la historia de 2018 se repitiera cuando Corea del Sur eliminó a los teutones en la fase de grupos. Por segunda vez consecutiva, Alemania tropezó en la Copa del Mundo con una derrota grotesca.

Flick y su equipo técnico intentaron enviar una fuerte señal de equipo candidato en el Estadio Khalifa. Durante una buena hora tuvieron una actuación dominante y fueron claramente el mejor equipo, casi no cometieron errores en la defensa, crearon una gran cantidad de oportunidades de gol tras el penal de Ilkay Gündogan, pero nada de eso alcanzó para cambiar la historia.

La sabiduría del DT Moriyasu cambió la historia del encuentro.

No tiene nada que ver con la mala suerte. Pero una gran carencia que había acompañado a la selección alemana en los últimos meses continuó en Doha de manera desastrosa. Al igual que en los dos partidos de la Liga de las Naciones contra Inglaterra (1-1, 3-3) y en el amistoso de marzo contra Holanda (1- 1), el equipo alemán no logró transformar una ventaja en una victoria.

Al igual que Argentina en el sorprendente 1- 2 contra Arabia Saudita el día anterior (después de una ventaja de 1- 0), la selección dirigida por Hansi Flick no pudo mantener la diferencia inicial y fue duramente castigada por la eficiencia japonesa. Aquí no jugó la suerte, aquí importó mucho más la calidad y el convencimiento.

Cambios y errores

Hansi Flick también marcó el punto de inflexión con sus cambios. Todo estaba bajo control hasta que el seleccionador alemán retiró del campo de juego a Ilkay Gündogan y Thomas Müller, quienes estaban controlando el centro del campo, en el minuto 67, y los reemplazó por Leon Goretzka y Jonas Hofmann. Un error de Flick que provocó la disolución de su eje lo que condujo a la gran ruptura en el juego alemán.

Ilkay Gündogan dirigió el juego alemán hasta que fue sustituido.

El cambio de Müller era comprensible y probablemente necesario, ya que el campeón del mundo llevaba seis semanas sin jugar un partido a tiempo completo debido a una lesión. Pero sigue siendo incomprensible por qué Gündogan, que había sido un estratega convincente, tuvo salir de la cancha. En cualquier caso, el equilibrio de poder se inclinó, el juego se salió completamente de control desde la perspectiva alemana: Japón creó cinco oportunidades seguidas y le dio la vuelta al juego contra un equipo alemán desordenado.

Nada está perdido para Flick y su equipo, pero el segundo partido del domingo ante España será en definitiva su gran oportunidad para corregir los errores y poder entrar a la pelea en Qatar.

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