El pedido de una Asamblea Extraordinaria que Agustín Lozano no puede eludir

Ocho clubes han hecho un pedido válido. Si la FPF no acepta, un juez dará la orden. La agenda de temas tiene puntos esenciales. El cerco de silencio de los clubes se empieza a romper.

Umberto Jara
Lima - 5 octubre 2020

El día 23 de setiembre, ocho clubes le dirigieron una carta al presidente de la FPF, Agustín Lozano, solicitándole que convoque a una Asamblea de Bases extraordinaria para analizar diversos puntos cruciales sobre la administración del fútbol peruano. Se trata de los clubes Universitario de Deportes, Alianza Lima, Sporting Cristal, Universidad San Martín de Porres, FBC Melgar, Cienciano del Cusco, Deportivo Coopsol y la Liga Departamental de La Libertad.  

Sabemos que Lozano gestiona la FPF con el estilo avestruz: hunde la cabeza, guarda silencio y cree que nadie lo ve. Su socio, el secretario general Óscar Chiri, tiene otro estilo: busca explicar lo inexplicable. Sumados los dos, tal vez pretendan dar esta respuesta: “No se convoca a Asamblea Extraordinaria porque el pedido no es válido”. Por eso es importante detallar que la carta dirigida por las ocho entidades es valiosa porque traza un camino en el cual el silencio se empieza a romper y aparecen dirigentes con dignidad que empiezan a tomar acciones. Sobre esa base es de esperar que otros se sumen a este acto valiente porque se trata de terminar con la corrupta administración que se ha apropiado de la FPF.

En primer lugar, el pedido de solicitar directamente al presidente de la FPF —sin necesidad de que intervenga el directorio— la convocatoria a una Asamblea de Bases Extraordinaria es perfectamente válida porque así lo disponen dos cuerpos legales. De un lado, el Código Civil que en su artículo 85 señala que “La asamblea general es convocada por el presidente del consejo directivo de la asociación, en los casos previstos en el estatuto, cuando lo acuerde dicho consejo directivo o cuando lo soliciten no menos de la décima parte de los asociados”. A esto se añade que Lozano está obligado a la convocatoria solicitada por mandato del artículo 32 del Estatuto de la FPF: “El presidente de la Junta Directiva podrá convocar en cualquier momento una Asamblea de Bases extraordinaria”.

Carta de los clubes dirigida a Agustín Lozano.

La pregunta es ¿qué pasa si Lozano, como es su costumbre, no cumple con lo que ordenan las normas? En ese caso, de acuerdo al Código Civil, “Si la solicitud no es atendida dentro de los quince días de haber sido presentada, o es denegada, la convocatoria es hecha por el juez de primera instancia del domicilio de la asociación, a solicitud de los mismos asociados”. Es decir, un juez lo obligará a convocar a la Asamblea.

¿Por qué es importante esta Asamblea Extraordinaria solicitada? La agenda de temas que se van a tratar son muy necesarios para que la crisis de la FPF no se siga ahondando. Dicha agenda contiene los siguientes puntos:

1.- Presentación por la Junta Directiva de los Resultados de la Auditoría Forense, aprobada por acuerdo de la Asamblea de bases de fecha 28 de marzo de 2019.

2.- Informe contable y Financiero de la gestión actual, que comprenda desde el mes de enero hasta el mes de agosto del presente año, a fin de establecer la situación económica de la institución.

3.- Presentación para aprobación de la Memoria, balance y estados Financieros del ejercicio 2019

4.- Préstamo y/o Inversiones del FPF destinados a planillas de Clubes. Informe sobre su legalidad estatutaria.

5.- Convocatoria a elecciones de Junta Directiva de la FPF y designación de la comisión de la comisión electoral.

Veamos cada uno de ellos.

Primer punto: resultados de la Auditoría Forense

Este asunto se remonta a la caída del anterior titular de la FPF, Edwin Oviedo, detenido el 6 de diciembre acusado por la fiscalía por diversos delitos cometidos desde la FPF. Lozano tenía en ese momento el cargo de vice-presidente, por lo tanto, pertenecía al mismo directorio de Oviedo y debió dar un paso al costado y convocar a elecciones. Pero, Lozano tiene una afición enorme a infringir la ley y decidió seguir. Para ello necesitaba que lo ratifiquen en el cargo y convocó a lo que hoy le piden: una Asamblea de Bases Extraordinaria. Esa cita ocurrió el jueves 28 de marzo de 2019 con la asistencia de 43 asambleístas —25 procedentes de sus amigos de las ligas departamentales y 18 de los clubes de primera división—. Por mayoría le dieron el respaldo para convertirse en presidente interino de la FPF.

Edwin Oviedo capturado por la PNP.

Pero en esa Asamblea, Lozano tropezó con un tema: el de la economía que heredaba. Los asistentes no aprobaron los estados financieros 2017 y 2018 y Lozano frente a esa situación y para sustentar el despido del secretario general Juan Matute, denunció “un déficit financiero”, curiosa denuncia habiendo sido él parte de la gestión anterior. Para salir del embrollo, se amparó en un pedido: realizar una auditoría forense para saber el real estado de las cifras de la FPF.

Han transcurrido 18 meses y la famosa auditoría forense no aparece. Entonces, corresponde una Asamblea de Bases Extraordinaria para que Agustín Lozano presente los resultados de aquella auditoría forense pedida y encargada por él. Así se podrán   saber dos cosas: cuál fue el estado de las finanzas de la máxima entidad del fútbol peruano en la gestión Oviedo y, si hubo malos manejos, quiénes son los responsables.

Registro de la carta ingresada a en la mesa de partes virtual.

Segundo punto: Informe contable y Financiero de la gestión actual

Este es otro aspecto fundamental si tenemos en cuenta que la FPF pareciera estar en un gran momento económico si tenemos en cuenta que destinan fondos para el sostenimiento de cuatro clubes profesionales —rubro que es ilegal— y renuncian a 26 millones de dólares ofertados prefiriendo entregar gratuitamente los derechos de televisión de esos clubes a una empresa televisiva.

Hasta allí cualquiera llegaría a la conclusión de que se trata de una entidad con recursos “hasta para regalar”. Sin embargo, hay algo que no calza porque la FPF de Lozano despide trabajadores y recorta sueldos y, en el ámbito deportivo, pone en marcha la Liga 1 pero suspende la Liga 2, la Copa Perú y el trabajo de las divisiones menores. Entonces, ¿cuál es la real situación de las finanzas de la FPF? Es obligación de Lozano informar sobre un asunto sensible.

Tercer punto: Memoria, Balance y Estados Financieros del ejercicio 2019

Es un punto que no requiere mayor explicación. Si el presidente de la FPF denunció que la gestión de Oviedo había concluido con un déficit de 50 millones de soles y, por lo tanto, exigió una auditoría forense, es evidente que tiene la obligación, a su vez, de informar cuál es el estado financiero de su propia gestión.

Lozano lleva en el cargo 22 meses sin haber rendido cuenta alguna. Ha olvidado que el 2019 hace buen tiempo que ya concluyó y está obligado a entregar un balance que permita conocer el destino de los fondos administrados en su gestión.

Un funcionario honesto sin duda habría cumplido con entregar ese balance en enero de este año. Es público y notorio que Lozano tiene aversión a la palabra honestidad pero eso no significa que esté exceptuado de rendir cuentas.

Cuarto punto: Préstamo y/o Inversiones del FPF destinados a planillas de Clubes

Este año, la FPF hizo pública la oscura y disparatada idea de convertirse en financista de cuatro equipos de primera división recién ascendidos — Llacuabamba, Carlos Stein, Atlético Grau y Alianza Universidad—. Frente a ello, Agustín Lozano dio esta justificación: “Se trata de un préstamo”. Algo que no permiten los estatutos de la institución. Por su parte, el secretario general, Óscar Chiri Gutiérrez, argumentó que el dinero entregado a los cuatro clubes ilegalmente subsidiados por la FPF “es una inversión”.

Agustín Lozano y Óscar Chiri.

Después, ambos sostuvieron que esa “inversión” se habría de recuperar con la venta de los derechos de trasmisión televisiva de esos clubes y, además, se obtendrán ganancias para ellos y para la FPF. Sin embargo, cedieron esos derechos gratuitamente a la firma Directv. Entonces ¿cómo va a recuperar la FPF los seis millones de soles que, hasta diciembre, entregará a esos clubes?

Si, además, tenemos en cuenta que el modelo de entrega de dinero a ciertos clubes es el corrupto “Modelo Jadue” utilizado en Chile por Sergio Jadue, el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) y delator ante el FBI para salvarse de prisión cuando ocurrió el FIFA Gate, es evidente que el titular de la FPF, Agustín Lozano, está obligado a informar ante la Asamblea de Bases lo que está ocurriendo.

El tema de las elecciones es más amplio y será materia de otro informe. Hasta aquí la conclusión es que el pedido de convocatoria a una Asamblea de Bases Extraordinaria es muy pertinente y válida. Es una iniciativa que busca proteger al futbol peruano. Frente a ella el resto de clubes deberían unirse. Guardar silencio y no participar significará ubicarse en la fila de la deshonra cuando ocurra la caída de Lozano y termine esta etapa de corrupción.

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