Tras el exitoso acuerdo para el regreso de la actividad futbolística, lo primero que aparece es la sonrisa del hincha peruano y de Ricardo Gareca quien podrá tener de retorno a los entrenamientos a los futbolistas locales con chances de ser convocados a la selección. El comando técnico debe dar a conocer la pre lista en las próximas semanas y tiene hasta el 15 de marzo para confirmarla. Ahora, los 18 equipos profesionales podrán realizar sus pretemporadas, amistosos y, tal como pudo confirmar ONCE, el torneo nacional podría adelantar su inicio. Ya no sería el 12 marzo, como se había pactado, sino el 5 de marzo beneficiando a la selección y a los cuadros que participarán en torneos internacionales.
El fútbol no pide un favor ni privilegios sino el derecho a estar en actividad porque ha demostrado que cumple con controlar los contagios por Covid-19. El titular del IPD, Gustavo San Martín, reveló que en el año 2020 se aplicaron 52 mil pruebas para detectar Covid-19 en la Liga1 y tan solo dieron positivo el 2,6 por ciento. Una cifra muy pequeña que garantiza que el futbol está controlando el nivel de contagios. Tras la reunión en la Presidencia del Consejo de Ministros, los protocolos de sanidad fueron nuevamente enviados al Gobierno y todo quedó listo.
Si bien el fútbol volverá, desde las altas esferas gubernamentales le dieron un baño de realidad a un absurdo anuncio de Agustín Lozano. El directivo había manifestado en enero que, de todas maneras, el certamen local volvería a ser descentralizado. “El torneo regresará a provincias, se recuperará la emoción y la localía de los equipos”, había afirmado Lozano quizá porque no entiende de pandemias ya que organiza pichangas en La Videna. Tras la reunión con el Gobierno la respuesta fue tajante: “La Liga1 no se mueve de la capital; esa es la única manera de autorizar su inicio”.

En cuanto a los protocolos, serán los mismos que se emplearon en el 2020. Habrán pruebas Covid-19 de manera constante, ningún partido se suspenderá pese a contagios y los costos de los test serán asumidos en parte por los clubes y en parte por la FPF. Resta conocer qué sucederá con Alianza Universidad y Carlos Stein, dos de los cuatro equipos que Agustín Lozano subvencionó y que, de seguro, pretenderán un mismo trato este 2021. También existe la incógnita de Alianza Lima que ya acudió al TAS en su reclamo por no descender y de prosperar sus gestiones el escenario cambiaría radicalmente. Aunque, claro, lo más importante es que la pelota ya está lista para volver a rodar.