El sufrimiento de Renato Tapia

El mediocampista peruano del Celta abandera la desgracia de su equipo, en lo que va en el club español recibió en Liga quince veces al Madrid y perdió en doce ocasiones.

Renato Tapia bloquea un pase de Luka Modric el sábado en Balaídos. Foto: Miguel Riopa.
JUAN L. CUDEIRO
España. - 21 marzo 2021

Doblado entre el dolor y la desgracia, Renato Tapia transitó por un partido de tintes frustrantes, renqueante tras acumular tarascadas, decisivo en un error que propició el segundo tanto del Real Madrid. Un borrón, en definitiva, en la excelente campaña del mediocentro peruano, tras Iago Aspas el futbolista más imprescindible para el Celta, el centrocampista que más balones recupera en LaLiga a la par con Casemiro.

En uno de esas citas que le puede servir de escaparate, Tapia acumuló tropiezos y tarascadas. Un pisotón de Lucas Vázquez mediada la primera parte le hizo cojear en cada apoyo durante varios minutos de calvario. Antes del descanso un nuevo golpe le hizo tambalearse: mientras sus compañeros se retiraban a la caseta él se derrumbó sobre el césped dolorido en la parte baja de la espalda. Ni así se apeó del partido.

“La primera media hora estábamos como flotando cuando el Madrid tenía el balón. Luego sacamos el orgullo”, valoró al final del encuentro el delantero Santi Mina. “Llegamos tarde al partido. Después de 25 minutos empezó otro partido”, coincidió el técnico celeste, Chacho Coudet. La activación del Celta para ajustarse en la presión la suele pilotar Tapia, que apretó los dientes para subir líneas y sobre todo auxiliar en las coberturas. Penó por estar mal perfilado en una salida de balón desde el área propia y Benzema castigó a su equipo con el segundo tanto. “Antes del partido hablamos de no cometer errores al sacar el balón por dentro, pero los errores los asumo yo”, explicó Coudet.

Ni así se rindió Tapia, otra vez damnificado tras el descanso en dos encontronazos con Modric. El segundo de ellos propició una falta que Aspas estrelló en el palo previo desvío de Casemiro. A esas alturas, ya en la recta final del partido, Tapia ya lanzaba la presión al borde del área rival antes de acabar el partido como central. Y magullado por tanta desgracia.

No le llegó ni a Tapia ni al Celta el esfuerzo para romper con la tradición. “Nunca es fácil jugar aquí”, explicó el zaguero merengue Nacho. Pero la estadística le desmiente. Balaídos es un jardín blanco, un espacio habitual de recreo para el cuadro de la capital, vencedor en Vigo en seis de sus siete últimas visitas del campeonato. En la otra sacó un empate. Y en toda esa media docena de triunfos siempre marcó más de dos goles. En feudo gallego ya se han encontrado ambos equipos quince veces en lo que va de siglo, el Celta apenas ganó dos. El Madrid se llevó los tres puntos en doce.

“La realidad es que el objetivo principal es la permanencia”, quiso rebajar Coudet tras la derrota, reticente a entrar a valorar si el partido hubiera sido otro si el Celta hubiese empatado en la falta de Aspas que acabó en el palo. “El hubiera o hubiese no existe en el fútbol”, zanjó.

Tomado del diario El País.

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