Fabio Capello acordó su vinculación con el Parma en febrero de 1996 y no tenía a Faustino Asprilla en sus planes. En aquel momento el Newcastle era líder de la Premier League y firme candidato a ganar el título ya que tenía 9 puntos de ventaja sobre el Manchester United. Las “Urracas” pagaron 7.5 millones de libras esterlinas y el vallecaucano llegó al equipo de Kevin Keegan. Asprilla ganaría 30.000 libras a la semana y según una declaración que dio al ‘Daily Mail’ pensaba que estaría cerca de Londres, junto al mar para navegar en yate y no tendría problemas en tomar un avión para viajar a Colombia.
Lo cierto es que Newcastle estaba a más de 400 kilómetros de la capital y su mar no era navegable. Esto no era un impedimento para el Tino que junto a su traductor salía de fiesta, a los restaurantes y lo ayudaba a cortejar mujeres. La llegada del delantero era todo un suceso en la ciudad y más allá de lo atrevido que es Asprilla muchas veces las propias mujeres eran quienes lo abordaban. El exclusivo barrio de Woolsington era donde vivía Faustino y el francés David Ginola su vecino.
La casa de Asprilla se convirtió en el lugar de fiesta de varios de los integrantes del equipo. Newcastle perdió la liga con el United y algunos se preguntaban si la mala influencia del colombiano podría haber perjudicado al equipo. El traductor Nick Emerson recordó en ‘The Telegraph’ que en el verano de 1996 hubo una gran fiesta con aguardiente y mucho licor, el Tino dejó algo caliente encima del equipo de sonido y terminó derritiéndose. En enero de 1997, Keegan dejó su cargo y lo reemplazó Kenny Dalgish.
“En Newcastle había mujeres muy lindas. A veces las engañaba diciendo: ‘Hay una fiesta en mi casa y Ginola está allí’. Regresaban y decían: ‘¿Dónde está Ginola?’. Yo les respondía: ‘No te preocupes, volverá en breve’”, reveló el Tino. Las “Urracas” volvieron a ocupar el segundo puesto en la temporada 1996 – 1997 y clasificaron a la Champions League. En la ronda previa el Newcastle eliminó al Dinamo Zagreb y el tulueño marcó un gol en la serie. El debut en fase de grupos sería nada más y nada menos que contra el Barcelona.
Se hizo una reunión antes del partido y Asprilla no llegó. Una versión dice que el atacante pasó la noche con dos mujeres, una colombiana y una inglesa. “’El gerente no estaba nada contento. Me multó. Pero nunca fui bueno con cosas como esta, la única vez que llegué temprano a entrenar fue cuando los relojes retrocedieron y no me di cuenta”, le dijo al Daily Mail. La suerte estaba del lado del Tino, y del equipo, porque Alan Shearer por lesión no era de la partida.
La noche del 17 de septiembre de 1997 fue mágica para el colombiano con tres goles ante el Barça, dos de cabeza y uno de penal. “Mi padre estaba allí y los aficionados le decían: ‘Gracias, gracias. Nos has traído un regalo de Dios a Newcastle’”. El Tino casi se pierde ese partido por su fiesta y lo contradictorio es que gracias a ese ‘hat-trick’ jamás volvió a pagar un trago en Newcastle. En enero de 1998, Faustino Asprilla regresó al Parma y algunos le aseguraron a los diarios que cuando devolvió las llaves y entraron a su casa en Woolsington encontraron agujeros de bala en las paredes.
Tomado de El cinco cero
