Gianluca Lapadula. Su retorno al gol. Dos partidos clave, dos goles muy importantes. Y su aporte de siempre en el juego en conjunto, en la ayuda a la defensa y su característica: dejar todo en la cancha.
Renato Tapia. El retorno de un gran mediocampista. En su posición de volante central mostrando lo que se debe hacer en ese puesto: marca al rival y distribución de juego. Pero también presente en posiciones de ataque y defensa haciendo lo necesario. La elegancia de jugar con simpleza que es lo más difícil.
André Carrillo. En su madurez futbolística. Un delantero capaz de moverse por todo el frente de ataque con pinceladas de mediocampista. Destacó a pesar de no estar en su mejor estado físico. Para las fechas finales su presencia es imprescindible.
Luis Advíncula. Un caso perdido. Nunca aprendió ni va a aprender la disciplina táctica y leer momentos esenciales del partido. En el gol venezolano se fue a cerrar a una zona donde ya estaban los centrales y le dejó todo el espacio al venezolano Machín para que anote el gol del empate. Ese error Advíncula lo ha cometido una y otra vez y muchas veces en ocasiones imperdonables como en la final de la Copa América 2019. No jugará ante Colombia por suspensión.
Festejo a pleno baile en el camarín peruano.
Raziel García, Lapadula, Cueva, Peña y la alegría por tres puntos valiosísimos
Zambrano, Corzo y Abran junto a la gran figura peruana: Pedro Gallese, una actuación sobresaliente de quien está en la lista de los veinte mejores arqueros del mundo.
