Es multimillonario, no le gusta del fútbol pero es accionista del Atlético Madrid

Se llama Idán Ofer. Tiene una fortuna de 4,000 millones de dólares, compró en 600 mil dólares la réplica de los Balones de Oro de Cristiano Ronaldo y ahora apuesta por proyectar al Aleti.

Sergio Levinsky
Buenos Aires - 30 mayo 2021

Si en la camiseta del nuevo campeón de la liga española, el Atlético de Madrid, aparece la publicidad de la plataforma israelí “Plus 500”, el club estrechó aún más el vínculo con este país con la llegada en 2017 del multimillonario Idán Ofer, que terminó siendo el tercer accionista y aunque confiesa que antes el fútbol le resultaba indiferente, ahora está inmerso en su mundo y cree que por allí está el negocio del futuro.

Ofer, nacido en Haifa en 1955, es empresario y filántropo residente en Londres y una de las más grandes fortunas de su país, y en 2018 se quedó con el 32 por ciento de las acciones del Atlético de Madrid al adquirir en 2018 el 17 por ciento que pertenecía a la empresa china “Wanda” (que le dio su denominación al nuevo estadio Metropolitano), y ya poseía el 15 por ciento desde 2017 a través de su empresa Quantum Pacific, por lo que se convierte en el tercer accionista del club detrás del presidente Enrique Cerezo y de Manuel Gil Marín –hijo del fallecido ex presidente Jesús Gil y Gil-, que totalizan entre ambos el 65 por ciento restante.

Ofer también posee el 51 por ciento de la productora “Reshet”, que trabaja con el Canal 2 de Israel y busca dar una mayor proyección al Atlético Madrid, tal como afirmó el día que anunció la compra de acciones del club. “Las consecuencias de ello serán la expansión de la marca y eso traerá beneficios, como poder mantener el nivel de competitividad y contratar estrellas mundiales”.

Tras estudiar a fondo el mercado del fútbol, Ofer pronosticó que una de las claves es el negocio de la venta de derechos de televisión“porque cambiará mucho en los próximos años porque al globalizarse, el valor se multiplicará por diez”, como afirmó en su primera visita al estadio Wanda Metropolitano.

“El Atlético de Madrid es especial -dijo en ese momento- porque nadie puede comprar acciones del Real Madrid o del Barcelona porque se trata de clubes que pertenecen a sus aficionados, en cambio aquí puedo desarrollar la actividad empresarial”.

Se cree que Ofer, que según estimaciones de la revista Forbes tiene una fortuna cercana a los 4,000 millones de dólares, se acercó al fútbol cuando decidió emigrar a Inglaterra y se fue vinculando con el fenómeno de la Premier League, porque cuando dio sus primeros pasos en su nuevo ambiente admitió que “no era un gran apasionado por este deporte, pero sí que veo en él un gran potencial de negocio”.

Ofer cree que el Atlético Madrid puede potenciarse en forma global.

Su primera actividad reconocida en el fútbol fue cuando adquirió una réplica de los Balones de Oro de Cristiano Ronaldo por 600.000 euros en una subasta benéfica. Posteriormente llegó la compra de parte del paquete accionario del Atlético de Madrid, y sumó la del Famalicao, un club del pueblo de 14.000 habitantes en Portugal, en sociedad con el representante de futbolistas más poderoso del mundo, el luso Jorge Mendes, dueño de la agencia “Gestifute”,investigado por la Justicia de su país por fraude fiscal en pases como los de Iker Casillas o Danilo, y que se convirtió en un virtual director deportivo del pequeño club, aunque no figure oficialmente.

El agente consiguió que llegaran al Famalicao jugadores en calidad de libres o cedidos por otros clubes que no los tenían en cuenta, o promesas que necesitaban rodaje para ganar experiencia, y todos provenientes de entidades en la que Mendes tiene peso, los llamados clubes de la “escudería Mendes” (Atlético Madrid, Valencia, Benfica, Porto, Sporting Braga, West Ham o Wolverhampton), con contratos cortos y la idea de revalorizarlos para luego recolocarlos en el mercado.

El plantel, que antes estaba cotizado en 5 millones de euros y en el fondo de la tabla de la segunda división en 2018, pasó a valer 45 millones de euros apenas un año y medio más tarde, y ya era uno de los animadores de la liga de primera división, en la que finalizó noveno en 2020/21.

La relación entre Mendes y Ofer fue fundamental, por ejemplo, para la llegada de la joven estrella portuguesa Joao Félix al Atlético Madrid por 126 millones de euros, lo que para el agente significó una comisión de 36 millones.

El Famalicao Stadium, en Portugal, donde Ofer también es accionista.

En 2021 llegaron al Famalicao el brasileño Lucas Henrique (Figueirense) y el portugués Pepé (volante de la cantera del Benfica que pasó por el Olympiakos), el ecuatoriano Leonardo Campana (figura de la selección sub-20 que fue tercera en el Mundial de Polonia 2019), Rubén Vinagre (desde el Wolverhampton), y el joven volante central argentino Joaquín Pereyra, de las inferiores de Rosario Central.

Con la llegada de Ofer, el Atlético de Madrid estrechó su vínculo con Israel (que ya existía con la empresa “Plus 500” como sponsor). Los Colchoneros llegaron a viajar para jugar ante el Beitar Jerusaalén en el estadio Teddy Kollek con todas sus estrellas como parte de los últimos homenajes a Yossi Benayun –ex Chelsea y Liverpool-, que había anunciado su retiro del fútbol.

También el Atlético de Madrid abrió una academia de fútbol en Israel, al llegar a un acuerdo con el Hapoel Beer Sheva, con la idea de apuntalar a los jóvenes desde lo técnico y reforzar la estructura de sus categorías inferiores al implementarse la metodología de trabajo del club rojiblanco de la capital española, según acordaron Ofer y Gil Marín, por los “colchoneros” y Alona Barkat, representante de la entidad local.

El objetivo principal es estar abiertos a todo tipo de religiones, culturas y que, de alguna manera, podamos integrar a todas las personas en un proyecto común que está basado en los valores del deporte”, expresó entonces Gil Marín.

Estas declaraciones no fueron casuales. Ofer es una figura en Israel por las continuas donaciones de su familia a museos, universidades, hospitales y entidades de bien público y por sus iniciativas de paz entre Israel y el mundo árabe y de convivencia entre israelíes y palestinos en las diversas esferas de la sociedad.

Ofer suele sostener a la economía como puente de diálogo con los vecinos árabes. En su encuentro en 2011 con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina Abu Mazen, en la Mukata de la ciudad de Ramala, Ofer reivindicó la alianza entre empresas de los dos pueblos y por ejemplo, financió la visita a Israel de decenas de jóvenes palestinos. “Nunca habían estado en Israel y al final me dijeron que vieron otra cara de mi país que no correspondía a la que imaginaron por las historias que siempre escuchaban”, comentó.

Ofer donó 28 millones de dólares a la London Bussines School.

El 2013 estableció el fondo de becas “Sammy Ofer” para la Escuela de Gobierno John F. Kennedy en la Universidad de Harvard para líderes emergentes de Israel y Palestina.

Sammy Ofer, su padre ya fallecido, estuvo siempre relacionado al mundo del comercio marítimo, ya sea de mercancías o por la construcción de embarcaciones. Había emigrado desde Rumania en 1922 y con apenas dos años y creció en el puerto de Haifa de la Palestina bajo administración británica, se alistó en la Royal Navy y tras la fundación del Estado de Israel en 1948 compró un buque carguero. A su muerte, en 2011, sus dos hijos heredaron la mayor fortuna del país, unos 6000 millones de dólares.

Idan fue educado por su padre en los negocios y las inversiones. Estudió en las principales universidades (Haifa, la London Bussines School, de la que hoy es uno de sus principales asesores y donantes, y Hong Kong, a donde expandió los negocios petrolíferos de su familia).

Cuando donó 28 millones de dólares –la cifra más alta de la historia- a la London Bussines School, señaló que quería que la escuela de negocios siguiera creciendo para que pudiera albergar a las futuras generaciones de líderes. Su propia fundación tiene como objetivo asegurar que “los futuros emprendedores israelíes tengan las herramientas necesarias para afrontar los desafíos de la globalización”.

Siguiendo los pasos de su padre Sammy –toda una celebridad en Haifa, donde el estadio de fútbol lleva su nombre- Idan se lanzó al mundo de los negocios junto con su hermano Eyal con la compra en 2007 del 55 por ciento de las acciones de la empresa estatal “Israel Corporation”, cuando se decidió privatizarla, y consiguió expandirse a Asia, Europa y Sudamérica con rubros como energía, tecnología y naviero.

Mientras Eyal dirigía desde Mónaco los intereses navieros de la familia, como la compañía de cruceros de placer Royal Caribbean, Idan se abría camino en Hong Kong, donde fundó la Tanker Pacific, una de las principales empresas de tanques marinos. Ambas cotizan en las bolsas de Londres, Nueva York, Singapur o Tel Aviv.

En el mismo 2007 que compró el paquete accionario de “Israel Corporation” perdió 500 millones de dólares al participar en “Better Place”, un negocio de coches electrónicos, aunque un poco antes había fundado “Pacific Drilling”, una empresa de perforaciones en aguas ultra profundas, donde tuvo éxito.

Ofer es el director del macrogrupo “Quantum Pacific” , que engloba rubros como transporte, energía, recursos naturales, tecnología médica y automovilística).

Estuvo casado 4 veces, ahora con Batia Ofer, filántropa y miembro del consejo asesor de la casa de subastas Sotheby’s. Tiene cinco hijos, y para repartir las obras de arte moderno de su padre (que incluía Picasso, Van Gogh, Dalí y Degas), hizo sacar a cada uno un papelito con el nombre de cada obra para sortearlos desde una bolsa. “Lo hicimos de forma amistosa”, contó a la revista económica “The Market”.

El diario “Financial Times” lo presenta como “una figura genial y modesta, de pequeña estatura y con ligero aspecto de oso” y revela que “los que aprecian a este reservado inversor lo describen como un hombre del Renacimiento con muy diversos gustos”, y que suele lucir una vestimenta juvenil pese a su edad y su status social, ya que utiliza jeans y casi nunca, corbatas.

/ MÁS INFORMACIÓN
Ver nota completa

Se va la gambeta y el fútbol muere de nostalgia

Ver nota completa

Escándalo Neymar: la denuncia por agresión sexual que rompió su contrato con Nike