La maldición del siglo XXI la han roto los franceses: los campeones de Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018, Italia, España y Alemania, respectivamente, no lograron superar la fase de grupos. Salvo Brasil, en el mundial del 2006, logró pasar hasta octavos de final. Y ahí quedó. La estadística entonces -que no conoce de pasiones- era un peso que cargaba Francia, actual campeón del mundo, sobre sus espaldas. Pero los fantasmas no contaban con Kylian Mbappé, que acaba de llevar a Francia a los octavos de final.
Con su doblete ante Dinamarca, Mbappé es el actual goleador del torneo junto con el ecuatoriano Enner Valencia, sumando además su séptimo gol en los mundiales en nueve partidos, ubicándose, detrás de Fontaine como el segundo máximo goleador de Francia. Y solo tiene 23 años.

El primer gol de Mbappé se dio en el minuto 61′ y luego llegó el empate parcial del central del Barcelona, Andreas Christensen. Los daneses dieron pelea, pero Mbappé apareció nuevamente y puso adelante el marcador. Antoine Griezmann envió un centro al área danesa y el exatacante del AS Mónaco, con una de sus rodillas, venció al arquero Kasper Schmeichel. Figuras de este encuentro fueron también Rabiot y Embelé.
El cuadro de Didier Deschamps sella así su pase y espera la siguiente jornada, donde se enfrentará a Túnez. Un empate ante los tunecinos le asegurará el primer puesto y así se enfrentará al que quede segundo en el grupo C. Este mundial se pone cada vez más bonito.

Para este partido, Francia formó con Hugo Lloris; Jules Koundé, Raphael Varane, Dayot Upamecano, Theo Hernández, Aurélien Tchouameni, Adrien Rabiot, Ousmane Dembélé, Antoine Griezmann, Kylian Mbappé y Olivier Giroud. En tanto Dinamarca salió con Kasper Schmeichel, Joachim Andersen, Andreas Christensen, Victor Nelsson, Rasmus Kristensen, Pierre-Emile Hojbjerg, Christian Eriksen, Joakim Maehle, Mikkel Daamsgard, Jesper Lindstrom y Andreas Cornelius.