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Gianluca Lapadula: calidad europea, corazón blanquirojo

El delantero ítalo-peruano fue titular contra Ecuador y tuvo una extraordinaria actuación. Dos impecables asistencias de gol, gran sentido del juego y personalidad para luchar cada pelota.

Redacción ONCE
Lima - 8 junio 2021

Ha crecido en Europa. Sus 30 años de vida son europeos y sus 10 años como futbolista profesional corresponden al Calcio. Digamos que ha crecido y se ha desarrollado en un ambiente profesional. La mejor muestra es que ante los ecuatorianos demostró que conoce los fundamentos del fútbol. Las cosas esenciales y necesarias. Saber parar el balón pensando en el paso siguiente, perfilarse para el ataque, hacer la pausa oportuna, levantar la cabeza, dar el pase medido y entender que el fútbol es un juego de conjunto que no tiene lugar para el egoísmo. Es generoso y en el caso de un delantero es una gran virtud. En el primer gol peruano, pudo insistir en meter el gol para inscribir su nombre en las portadas pero hizo algo mucho más valioso. Entendió que está defendiendo a un país, que lo personal no es lo importante, que él lleva una camiseta en busca de una victoria. Y le cedió el pase Christian Cueva, precisamente a quien no habría hecho lo mismo. Eso engrandece la actuación de Lapadula.

Momentos después repitió el mismo acto generoso. Le dio un pase gol a Advíncula. Prefirió no correr él de manera atolondrada en busca de su gol. Dio un pase y renunció al gol propio porque sabía que el triunfo lo necesitaba la selección y un país entero. Esa generosidad es impresionante si hablamos de un goleador, esos seres básicamente egoístas. Lapadula no solo es un profesional, es un futbolista que respeta la camiseta que luce sobre el pecho. Su alegría en los festejos fue la alegría que él hizo posible para todo un país.

Todo eso demostró Gianluca Lapadula en Quito, en su primer partido como titular, como visitante y a 2,800 metros sobre el nivel del mar. Lapadula un crack, un profesional, un muchacho con corazón peruano.

Ahora, vendrán los aplausos y los elogios como ocurre en el Perú. Aquellos que dijeron hace no mucho “Si no conoce el Perú, no ama la camiseta” o “Es mejor que jueguen los que sienten la camiseta”, esos mismos va a aplaudirlo. Expresiones del bobo nacionalismo. La realidad concreta es que en este siglo de capitalismo salvaje, el fútbol es un negocio de ilusiones. Se compra y se vende, se cobra y se juega. Ganancias a cambio de ilusiones Y Lapadula dejó de lado esos criterios y nos llenó de alegría. En su festejo doble –autor de dos asistencias de gol certeras– estaba la sinceridad en su rostro, la del jugador que entrega todo en una cancha. Es mitad peruano pero juega con el corazón íntegro de su madre, la misma que tuvo el tino de alertarle: “No hables con la prensa peruana”. Ella sabe que está protegiendo a su hijo. A él le falta todavía vivir en carne propia la peruanidad. Hoy vive, con justicia, la parte de los aplausos merecidos por su inmensa actuación.

En el año 2016, Perú necesitaba un goleador y Lapadula, con 26 años, dijo No a la selección peruana. Aquella vez eligió su futuro personal que lo llevaba a un club grande como el AC Milan. Decisión válida. Cuatro años después, se presentó la misma situación: Perú necesitaba un goleador y Lapadula, esta vez, aceptó.

Los que tengan dudas sobre si el corazón de Lapadula es o no blanquirrojo, recuerden algo: el fútbol tiene un alma especial y este muchacho quiere triunfar y pone todo lo que esté a su alcance. Todo aquel que sale a una cancha quiere ganar, quiere el gol, quiere el aplauso.

Lapadula celebra junto a Cueva luego del primer gol contra Ecuador.

Lo concreto es que Lapadula contra Ecuador dio dos pases de gol y mostró ser distinto para un grupo que viene junto desde hace años: es un jugador con un impecable comportamiento profesional y sabe que si hace goles se ganará con prontitud un lugar preferencial en el afecto de la hinchada. La actitud de Lapadula ha sido incuestionable. Mantuvo perfil bajo desde que arribó al país. No dio entrevistas personales, mostró gran rendimiento en los entrenamientos y en la cancha peleó cada pelota que le pasó cerca.

Hace unos meses el director del Milán News mencionó: “Lapadula es un buen jugador. Siempre lo he apreciado por sus ganas y determinación. Se merece estar en la Serie A. Es un jugador que vive en el área. Usa el espacio e intenta pelear de principio a fin. Es un jugador que siempre suda la camiseta. Trabaja sobre todo para el equipo. Creo que le va a dar buenos resultados a Perú”.

Gianluca Lapadula Vargas. El nuevo 9 de la selección peruana.

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