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Jefferson Farfán y un análisis médico de su grave lesión

Una experta habla sobre la grave lesión en la rodilla de Jefferson Farfán. Más allá de argumentos antojadizos, aquí una voz con todos los detalles médicos que anuncian el próximo retiro del futbolista.

Daniel Yaipén
Lima. - 30 mayo 2021

La semana pasada ONCE realizó un informe bastante completo sobre la lesión que sufrió Jefferson Farfán en el encuentro jugado el 17 de mayo ante Sport Boys, y sobre sus casi nulas posibilidades de regresar al fútbol de alta competencia debido a la gravedad de su lesión y el tiempo de recuperación.

Varias voces salieron a intentar desvirtuar la información sin aportar un solo fundamento. En esta casa no nos regocijamos con el retiro de un jugador y mucho menos el adiós de alguien como Jefferson Farfán que le dio tantas alegrías al país, pero tampoco podemos obviar una realidad evidente.

En el siguiente informe presentamos información médica sobre los tratamientos existentes para el tipo de lesión sufrida por Farfán cuyo nombre clínico es Condromalacia.

La Dra. Claudia Arias Calderón es una médico traumatóloga especialista en cirugía de rodilla artroscópica y de reconstrucción con subespecialización en los mejores centros de rodilla de USA y Europa y Directora del Centro de Investigación del Departamento de Ortopedia y Traumatología del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martíns.

Actualmente no nos guiamos mucho por el nivel del grado de lesión porque depende mucho de quién lo mira y cómo se diagnostica. Lógicamente grados 3 y 4 son los más severos. La Condromalacia es como si te dijera tienes fiebre, tú me vas a preguntar por qué me dio fiebre y en este caso hay muchos factores de riesgo congénitos que causan que el cartílago se comience a degenerar. Dentro de las casuísticas están los pacientes que son un poco más elásticos, que tienen una deformidad del eje, que tienen mala pisada, cadera anteversa, rotula alta, o cualquier alteración anatómica propia del hueso. Estos pacientes suelen desarrollar Condromalacia en diferentes grados.

¿Y en el caso de un futbolista profesional?

Cuando hablamos de un deportista profesional, el hecho de correr, picar, saltar, girar, involucra a que esta articulación patelofemoral se vea muy expuesta. Si además existe alguno de los factores de riesgo mencionados previamente, con mayor razón la van a desarrollar. Lo más probable en un deportista de alta competencia es que haya recibido muchos tratamientos previos y esa es la razón por la que generalmente su evolución no es tan buena. En ese sentido, decir que existe un tratamiento para curarlo sería mentir. En toda la tecnología que existe tanto en la escuela americana, europea o aquí, no existe nada para regenerar, incluso todos los tratamientos de cultivo de condrositos y similares están en estudios y sobre todo se trata con pinzas en los resultados que se les puede ofrecer a deportistas de alta competencia.

¿Un paciente con un cuadro de Condromalacia de tercer grado puede recuperarse con tratamientos de factores de crecimientos biológicos?

La respuesta es compleja. Si estamos hablando de recuperarse como término de curación, los factores de crecimiento no lo van a producir ni autólogos, ni biológicos, plasma, plaquetas, células madres, ácido aleurónico, no curan una lesión y mucho menos una Condromalacia, lo que logran es desinflamar la articulación. Esa parte antiinflamatoria le puede durar a un paciente un año o tal vez un poco más.

¿Cómo se ve esta situación en un deportista de alta competencia?

El tema es que en deportistas de alta competencia muchas veces se abusa del uso de estos tratamientos y conforme va pasando el tiempo y siguen aplicándose estos recursos, el efecto se va reduciendo en el tiempo que el paciente estará sin dolor en la zona tratada. Los factores biológicos son para lesiones de grado 1 o 2 porque en lesiones de mayor grado sabemos que sus resultados van a ser cada vez menores. Lo ideal con estos pacientes es identificar sus factores de riesgo, analizar sus cirugías y/o lesiones ligamentarias previas y de acuerdo a eso hacer el enfoque global del paciente.

Un futbolista va a querer pensar que habrá de curarse

Es importante siempre ser claro con el paciente y explicarle que estos tratamientos, con factores biológicos en lesiones de esta gravedad, pueden tener resultados alentadores por un año en promedio. Pero que el tiempo de éxito se va reduciendo conforme la cantidad de factores de riesgo y prexistencias tenga el paciente, otro punto importante es que el hecho de seguir utilizándolos solo como infiltración los volverá solo paliativo y por muy poco tiempo. Cuando se trata de un deportista de alta competencia hay que ponderar si esta en temporada o no, cuando está fuera de temporada podemos intentar tratamientos mucho más invasivos como la cirugía que necesita un periodo más largo de recuperación. Por otro lado, si está en temporada de competencia las infiltraciones pueden ayudarlo sólo hasta que termine la temporada pero, reitero, hacer uso desmedido de estos tratamientos va acortando su eficacia y el tiempo de respuesta en el paciente.

¿Qué otras opciones existen para tratar esta lesión?

La Condromalacia es una de las lesiones más difíciles de tratar porque no existe una cura definitiva. Alternativas hay muchas como ya tocamos en la pregunta anterior y también existen las quirúrgicas que van de más a menos invasivas. La menos invasiva es una artroscopia donde se realiza un debridamiento. Es una limpieza del cartílago de la rótula (es lo que se informó se le realizó a Jefferson en noviembre del 2020), esto suele utilizarse en un paciente que está en plena competencia y alivia sistemáticamente el dolor en casi un 70% pero no te dura más de 6 meses a ese nivel de exigencia. El tema con esto es que no tiene resultados a largo plazo es más una solución para salir del momento y se utiliza en la escuela americana con el Dr. Bryan Cole para devolver rápido a la competencia.

Pero ¿a la larga puede generar problemas?

Afecta en el mediano plazo del deportista. Una opción que se usa cuando el paciente esta fuera de temporada son las micro-fracturas. Con un punzón hacer pequeños orificios en el cartílago lesionado para una regeneración natural. Ahora, el problema principal es que esta zona de la rótula tiene un cartílago que es tan grueso que por lo general las micro-facturas solas no permite buenos resultados. Lo que están haciendo actualmente es hacerlas con otros materiales artificiales, con plasma rico en plaquetas, para mantener esa capa de gel adherida al hueso. Sin embargo el éxito de estos tratamientos es mucho mayor en fémur y tibia más no así en rótula, donde está demostrado que no tienen buena evolución, que fallan al final y tienen una recidiva del 80%.

¿Estas lesiones de rótula qué características tienen?

Las lesiones de cartílago en rótula pueden ser focales (en un solo lado) o pueden ser difusas (toda la rótula) y pueden ser pequeñas o grandes. Una lesión grande demanda una opción quirúrgica como la mozaicoplastia que es sacar un tarugo de cartílago bueno de otra zona de la rodilla y colocarlo en la rótula. El inconveniente con esta solución es que la forma de la rótula no encaja con la forma del fémur, entonces, es muy difícil colocar los pedacitos de cartílago en esa zona y generalmente no quedan exactos, y el paciente queda con algunas molestias. Otro tratamiento muy utilizado en la escuela europea en las lesiones grandes, son las mallas sintéticas o de origen animal, estas son como unas esponjas cubiertas de ácido aleurónico, plasma o otros elementos regenerativos que las ponen en la zona lesionada. El problema es que en la rótula tampoco tienen grandes resultados, muchas veces se despegan o desprenden en un corto tiempo y por la exigencia a la que se somete el paciente.

Farfán luego de su operación en el 2014.

Este tratamiento ya fue aplicado en Jefferson Farfán.

Lo que utiliza el Dr. Cugat son pedazos de su cartílago más el plasma rico en plaquetas y con eso lo pega, entonces el plasma ya no queda líquido sino como una membrana y eso se adhiere al defecto que tiene. El problema es la localización cuando es en fémur va súper bien pero en rótula es muy complejo y es muy probable que a eso se debió el nuevo desprendimiento. Lo último ahora en Europa son los aloinjertos osteocondrales que son tratamientos mucho más invasivos porque se saca casi la mitad de la rótula dañada y se coloca un cartílago fresco de un cadáver y generalmente van bastante bien pero no son indicados para deportistas de alta competencia.

¿Estos tratamientos son principalmente pensando en darle una mejor calidad de vida al paciente y practicar deporte solo a nivel recreacional?

Así es, si bien como médico puedes devolverlo a una actividad física relativamente rápido (10 a 12 meses) el tema es que no puedes pretender que tengan la misma exigencia si la idea es que el tratamiento tenga una evolución favorable. Yo te puedo decir: “Te lo pongo en cancha en diez meses pero no sé cuanto tiempo va a durar”, porque si lo exiges como está acostumbrado el dolor sí o sí va a regresar. Es sólo un tema de tiempo y es completamente impredecible.

¿Tiene conocimiento si este tipo de tratamiento con factores de crecimiento y/o quirúrgicos han tenido una buena evolución a la lesión en deportistas de alta competencia?

No, por el nivel de exigencia no son para deportistas de alta competencia. Estos pacientes con tratamientos como la mozaicoplastia o los aloinjertos osteocondrales pueden tener una actividad recreativa como una pichanga una vez por semana y ahí no van a tener mayores problemas, tal vez con un poco de dolor que puede ser aliviado con medicamentos y una rodillera, pero para una actividad profesional no alcanza. En el tema de los tratamientos con factores de crecimiento como ya mencionamos son temporales y el nivel de efectividad y tiempo va disminuyendo conforme más se usan en el deportista. Como cuando abusas de una pastilla y al final tu cuerpo ya no reacciona a la misma.

¿Con 38 años de edad y con un tercer grado de lesión, un jugador puede volver eficientemente a la alta competencia?

Depende que entendamos por volver. Podría volver pero con un manejo bastante atípico, especifico y personalizado. Por ahí podría jugarte un partido súper importante pero luego tendría que descansar casi tres meses para volver a tener rendimiento a nivel de alta competencia. Yo no sé si eso le alcance al comando técnico de la selección o a los dirigentes de un equipo para considerarlo. No hay forma que entrene igual que sus compañeros. Mira lo que ha pasado. Lo hicieron jugar y terminó fuera de las canchas. Estos tratamientos son para darle calidad de vida y deporte recreacional al paciente, que regresarlo al deporte profesional por un largo tiempo.

El insoportable dolor de la lesión reflejado en su rostro.

¿Cuál sería la frecuencia con la que podría jugar Farfán?

Para mí Farfán tiene que entender que si él está buscando una solución para volver a jugar como lo hacía antes de su lesión, eso no va a suceder. El tema grave es que su lesión es en la rótula y esas lesiones son de las más complejas y casi imposibles de curar. Ojo, esa dificultad es a nivel mundial, la mayoría de tratamientos para cartílago en la rótula son los que siguen en estudio y han tenido menos resultados. El año pasado hubo un estudio a nivel mundial con los mejores especialistas y no hay consenso, se tejen muchas hipótesis y/o teorías pero aún no tenemos una respuesta eficiente para solucionar estos casos.

¿Un deportista diez años más joven o con un grado de Condromalacia más leve podría volver a la alta competencia?

Cada caso es particular igual se tendría que analizar los factores de riesgo personales de cada caso. Tal vez pueda tener 27 años pero tiene una cirugía previa o algún factor de riesgo congénito e igual no le termina funcionando. Yo he tenido pacientes muy jóvenes de 18 o 20 años y que duele decirles que es imposible que vuelvan a las canchas porque tienen alteraciones anatómicas. Sea cual sea la edad los factores de riesgo son determinantes. El grado de la lesión puede ser relativo porque hay pacientes con un grado 4 que pueden jugar porque tienen menos factores de riesgo o una muy buena masa muscular mientras que otros con un grado más leve pero con un nivel de dolor insoportable por sus factores de riesgo. Lógico que más chance de éxito en el tratamiento va a tener el paciente con un grado menor de lesión y con menor edad pero no es una ciencia cierta siempre hay que evaluar caso por caso. En el caso de Jefferson se han juntado varios factores, nivel severo de lesión, lesiones y operaciones previas, edad avanzada y muchas infiltraciones a lo largo de su carrera. Su lesión debe ser crónica, dudo mucho que sea de ahora, si se hubiera afrontado antes pensando más en el futuro del jugador y no tanto en lo que podía rendir en ese momento, el panorama podría ser mucho mas alentador.

¿En caso de que el deportista elija volver a ese nivel de exigencia corre el riesgo de tener complicaciones mayores en los años venideros?

Si te refieres a que quede discapacitado o en silla de ruedas eso no va a pasar pero sí va a sentir dolor en la zona afectada. Ahora, si sigue forzando ese cartílago lo que le puede suceder es que llegue un momento en que ya no pueda jugar ni en forma recreacional con sus amigos. Los cartílagos de carga como son la rodilla y los tobillos son muy sensibles, los deportistas de alta competencia deben tratárselos pensando a futuro. Si en caso contrario sólo se les trata como un producto inmediato pensando sólo en lo que pueden rendir en ese momento a la larga eso les pasa factura cuando quieren alargar sus carreras.

Erick Castillo. Promedon es referente en la medicina física y reconstructiva en el Perú.

ONCE también consultó a Erik Castillo, gerente general de la empresa Promedon S.A. líder en el mercado de comercialización de dispositivos y tratamientos médicos en medicina deportiva, quien señaló un punto categórico: “El Dr. Cugat (que operó a Farfán en Barceloina) ya manifestó que le colocó una malla y factores de crecimiento de su propia sangre. Cugat es una eminencia en el rubro y ha comentado que lleva más de 180 casos operados con esta técnica y es el primer caso de desprendimiento o caída del mismo. Asimismo, indica que en 10 meses lo puede tener de vuelta en las canchas, sin embargo el tema es ¿por cuánto tiempo? y ¿a qué nivel de exigencia podría darse esa vuelta?”.

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