Juan Reynoso, el gran DT peruano que triunfa en México

Fue capitán y figura de una de las mejores selecciones peruanas; luego, un DT con trayectoria que ahora triunfa en la liga mexicana. En esta entrevista exclusiva con ONCE deja una charla de gran nivel.

Daniel Yaipén
Lima. - 21 marzo 2021

Acaba de alcanzar diez victorias consecutivas en la poderosa Liga Mexicana poniendo al Cruz Azul como puntero absoluto de la misma. Además, igualó una marca de triunfos consecutivos que estaba vigente desde 1971 y la próxima fecha la “Máquina” amenaza batirla. Su presente es soñado y se refleja en la madurez y autocrítica que emanan de sus respuestas. En sus catorce años como técnico, Juan Reynoso siempre ha destacado con luz propia y ahora le ha añadido manejo y gestión humana a sus siempre presentes capacidades profesionales. En la siguiente entrevista nos habla de cómo recuerda su pasado, como está viviendo su presente y qué visualiza en su futuro.

¿Cuando se dio cuenta Juan Reynoso que ser técnico iba a ser su vocación después de haber sido jugador?

Cuando, hacia el final de mi carrera, me invitaron a formar parte del comando técnico del profesor Raúl Arias. Yo había hecho el curso de entrenador pero no con la vocación de dirigir sino para tener más conocimientos y herramientas post fútbol.

¿Entonces el inicio fue un poco fortuito?

Se podría decir. Cuando me invitan recién “me cae el veinte” como dicen acá en México y empiezo a ver que era una actividad en la cual podía trascender y ayudar en el mundo del fútbol. Poco a poco fui descubriendo la vocación porque uno puede tener aptitudes para determinada situación pero sino las desarrollas con vocación no tienes mucho futuro.

¿Se dice que a todos los jugadores sus técnicos les dejan algo, pero en su caso a cual admiró más y por qué?

Es una suma de variables. Elegir uno solo sería muy ingrato de mi parte así que te voy a dar cinco de los cuales absorbí muchas cosas positivas. El trato humano y el manejo de grupo de Juan Carlos Oblitas; en lo táctico aprendí cosas de Markarian; acá en México, la ascendencia y liderazgo del profe Meza e iguales características del “Flaco” Tena mientras que en lo táctico me quedó con Vucetich.

¿Juan Reynoso técnico tendría en su equipo a Juan Reynoso jugador? ¿Por qué?

La verdad no (risas). Como se juega hoy es muy difícil que pueda trascender como en mi época.

El jugador que fui no tendría lugar en un equipo mío de hoy por la dinámica con que se juega pero sí podría integrar un equipo protagonista que no ponga el peso en la defensa.

¿Lo dice por la dinámica? porque técnicamente usted era muy dotado.

Exacto, lo digo por eso. Tendría que jugar en un equipo muy protagonista, que lleve siempre el peso de los encuentros, así jugaría sin problemas. Pero si estás en un equipo donde también toca defender, hacer muchos duelos individuales y que friccione, ahí definitivamente creo que le costaría a mi yo futbolista, y uno no siempre tiene la suerte de jugar en equipos que lleven el peso del partido. Podría ayudar en ciertos momentos del juego cuando el partido está cerrado y necesitas un central que rompa o te tire un pase entre líneas pero si me das a escoger no, yo como técnico no llevaría a mi versión jugador a mi plantel.

¿Un partido que le volvería volver a jugar como jugador y plantear como técnico?

Como jugador serían dos, una final que perdemos con Pachuca en el 99 y el Perú vs Chile de Santiago el 97. Ambos son partidos donde corrigiendo detalles muy puntuales, siento que teníamos todo para ganarlos.

La final con Pachuca entiendo, pero sinceramente el partido de Santiago me sorprende porque pensé que no le gustaría volver a pasar por una experiencia así.

Nosotros jugábamos al fútbol, lo que pasó antes o después para mí es anecdótico. Los recuerdos que yo tengo de lo que pasó en la cancha, son de un partido que si lo volvemos a jugar, con otras pautas o experiencia de todos, lo ganaríamos porque teníamos un equipo y un técnico para ganarlo.

Juan capitán y referente de la bicolor durante los noventas e inicios del nuevo siglo.

¿Qué les faltó en el 97 para llegar?

Al grupo, creérsela antes. Recuerdo que llegó un momento de la clasificatoria que alcanzamos un muy buen nivel de juego a pesar de nuestras limitaciones y a pesar de que gran parte de nuestras figuras jugaban en el torneo local. Ojo, hay algo que nadie dice pero el entorno nunca creyó en nosotros. Cuando ya estábamos en la pelea y cerca a clasificar al Mundial Francia 98, ahí recién llegó el respaldo popular y mediático.

¿Se refiere a la prensa sensacionalista que predominaba en esa época?

Eso ya queda para el análisis y en la conciencia de cada uno. Además, como todo en la vida, para lograr resultados uno tiene que estar consciente y convencido de que lo que estás haciendo va a rendir frutos en determinado momento, sin esperar el reconocimiento externo.

¿De quién aprendió y sobre todo valoró la famosa rotación en sus equipos?

De nadie. Ahí sí fui autodidacta. Desde jugador percibí que, a veces, los técnicos no dimensionaban el potencial de sus jugadores hasta que por determinadas circunstancias le daban la oportunidad de jugar algunos partidos seguidos. Desde ahí comencé a creer que mientras más hagas competir a todos, mejores versiones de cada uno vas a lograr. Mas allá de haberlo visto y/o copiado, lo diría sin problemas, fue algo que partió desde mi etapa de jugador cuando ya tenía cierta madurez y después lo fuimos implementando paulatinamente en mis equipos cuando me tocó dirigir.

Como jugador ¿que sentiría de no saberse titular fijo a pesar de estar en un gran nivel?

Es que la situación es mas normal de lo que la gente que no jugó fútbol profesional o convivió en un plantel deportivo de alta competencia, piensa. Si bien todos somos distintos e interpretamos las situaciones de diferente manera, mucho tiene que ver la cercanía y el discurso que llega al grupo de jugadores.

¿Y cuál es ese discurso?

Vamos a necesitar de todos, de acuerdo a las características del rival y al momento del plantel. Si tú dejas bien claro eso a tus jugadores, ellos saben y esperan con ansias sus oportunidades. Sino lo dices de manera clara o sigues en la misma línea de todos de tener once, doce o trece que siempre juegan y el mito sudamericano que equipo que gana se repite, el jugador no entenderá. Si por el contrario, el mensaje llega nítido y se convencen, cada uno va a esperar su oportunidad para querer demostrarte sus mejores condiciones y hacerte ver que si no lo pones el equivocado eres tú. Como líder de un plantel tienes que saber direccionar esa situación anímica para que el grupo humano se fortalezca. Al menos, así lo veo yo.

¿Qué es lo más importante para usted que sus jugadores deban entender sí o sí?

La complicidad de sabernos todos importantes y claves para la obtención del objetivo que tenemos en común. En pocas palabras, eso es lo que intento interiorizar siempre en mis jugadores porque los campeonatos no los ganan los equipos, los ganan los planteles donde hay, al mismo tiempo, competencia interna y compromiso con el compañero. Asimismo, tienen convencerse que con a, b y c rival tendremos la misma cantidad de variantes en el planteamiento para enfrentarlos de la mejor manera. Prepararlos para eso no es sencillo pero una vez que captan la idea todos ganamos porque gana el club, ellos crecen en lo individual y la hinchada esta feliz.

Reynoso ha logrado que su mensaje cale en sus jugadores. Sus habilidades como gestor humano es uno de los puntos que más ha desarrollado en los últimos años.

La última vez que en su historia Cruz Azul campeonó usted participó como jugador, ahora está en busca de un título como entrenador del mismo club ¿es un sueño o una meta?

Empieza como sueño y se vuelve un objetivo importante. Acá en México yo estoy identificado con el club y nosotros hace años tenemos ese sueño. Todos mis antecesores, muchos de ellos amigos también identificados con el club, llegaron con el mismo propósito. Por eso cuando llegué al club hablé con el plantel para explicarles que tenían que hacer todo para campeonar con esta camiseta porque a Cruz Azul no llega cualquiera, para llegar tienes que haber tenido un rendimiento superlativo en tu país o en otro equipo destacado de la liga, acá sólo llegan los mejores. Entonces, les pregunté si estaban dispuestos a entregar todo como pensaron al inicio y, hoy en día, con diez triunfos consecutivos me demuestran que sí. No sólo en los entrenamientos también en el cuidado personal, en los viajes y en la convivencia con sus compañeros se están comportando a la altura de una institución como Cruz Azul.

La última vez que “La Máquina” campeonó, Reynoso fue figura del equipo.

¿Si pudieras agregarle algo al ADN del futbolista peruano que sería?

Lo que voy a decir espero no se malinterprete, pero no sólo se lo inyectaría al futbolista peruano sino a toda la sociedad peruana porque si tú tienes una mejor sociedad vas a tener un mejor fútbol. He tenido la oportunidad de viajar por varios países alrededor del mundo y me doy cuenta que hay sociedades que nos superan en base a responsabilidad, a ética y evitando la mal llamada “criollada”. Básicamente sobre eso yo apuntaría. Sería bueno que no nos creamos tan “vivos” pero no sólo el futbolista sino la sociedad. Que seamos responsables, sensatos, éticos, así vamos a tener mejores ciudadanos y, por ende, mejores futbolistas. Así vas a tener jugadores más responsables, más conscientes de sus limitaciones y más conscientes de sus virtudes también. No vamos a tener “peloteros” sino futbolistas profesionales. Eso ha ocasionado que no transcendiéramos por tantos años.

¿En qué ha mejorado Reynoso técnico en los últimos años?

Yo considero que en ser más tolerante, empático, obviamente todas las ligas tiene su identidad y esta es una donde funciona mucho la retroalimentación física y emocional, estar cerca a los jugadores, que ellos confíen mucho en ti. Creo que hoy soy un mejor gestor de grupos que hace cuatro o cinco años y la verdad no me avergüenza admitirlo porque es la verdad y en la evolución está nuestro crecimiento.

¿Qué nivel de importancia tiene el fútbol en su vida?

Cuando lo jugaba lo tomé siempre como mi profesión. Algo que me ayudó a ser profesional desde el primer momento fue saber que el fútbol me estaba quitando la oportunidad de estudiar, de ser un profesional y luego tener una maestría que asegure mi sustento de vida para el futuro. Por eso, desde que me inicié tuve bien claro que esta carrera era corta y tenía que ser el trampolín para asegurar mi futuro y el de mi familia tanto así que, cuando se da la oportunidad de pasar de Alianza Lima a Universitario, no lo pensé dos veces porque yo estaba pensando en el bienestar futuro de los míos y cualquier otro tipo de afectos tuve que dejarlos de lado. Cuando me retiré sabía que sería duro porque me tocaba comenzar de cero pero decidí hacerlo. Mi profesión me demanda muchas horas pero ya no las 24 horas como al inicio. Ya estoy mejor organizado y si bien tengo días muy atareados, sobre todo de lunes a miércoles, hay otros que la carga baja un poco aunque siempre el fútbol está presente. Lo más importante en la vida para mí, es mi familia y poder acompañarlos en sus propios caminos de vida. Ya tengo a una hija trabajando, la segunda tiene su propio emprendimiento y mi hijo está iniciando la preparatoria. Con mi esposa siempre estamos apoyándolos y orgullosos de sus logros como ellos también lo están del momento que está atravesando mi carrera profesional de la cual siempre están muy pendientes.

Su pase de Alianza a Universitario fue polémico en esos años. Pero tenía claros sus objetivo.

¿Siempre se traza objetivos?

Siempre. A mediano y a largo plazo. Voy a cumplir catorce años dirigiendo y no voy a mentir que tenía como objetivo que en un momento de mi vida iba a dirigir al Cruz Azul y en otro momento voy a dirigir a mi selección. Si me preguntas cuándo será ahí viene lo difícil de visualizar pero confió en que se dará. Con el correr de los años y cuando eres competitivo uno se compara con otros entrenadores y hoy creo que ya me alcanza para dirigir en Europa. Va a ser un proceso que voy a tener que pasar y Dios mediante se cumplirá y después vendrá mi selección.


“Voy a cumplir catorce años dirigiendo y no voy a mentir que tenía como objetivo que en un momento de mi vida iba a dirigir al Cruz Azul y en otro momento voy a dirigir a mi selección.” 


Lleva una relación de amistad y respeto mutuo con Ricardo Gareca.

En su época de jugador ¿el fútbol le dejó amigos o compañeros?

Tuve la suerte de tener muchos buenos compañeros y algunos buenos amigos de vida. No doy nombres para no generar algún celo. Tengo varios amigos que me dio el fútbol. No nos podemos ver en años pero si yo o ellos necesitan algo, podemos levantar el teléfono y sabemos que vamos a estar el uno para el otro. En ese aspecto me tengo que felicitar porque se que la amistad, el respeto y la afinidad perduran a través de los años. Estés arriba o abajo con empleo o sin el, de alguna u otra forma siempre nos terminamos dando la mano.

¿Mejor equipo que integró?

Con los “Potrillos” de Alianza yo era jovencito y me cobijaron y enseñaron muchas cosas tanto lo bueno como lo malo que existe en esta profesión. Después, en Universitario aprendí mucho porque cuando sales campeón ese equipo te deja enseñanzas; es más de ese plantel tengo un par de esos amigos de vida que mencioné. Luego, en Cruz Azul fueron varios años que logramos títulos y recuerdos importantes para la institución.

Enfrentando al América de México como capitán del Cruz Azul.

¿Qué es lo que más te gusta de la selección?

Para contestar esa pregunta tengo que remontarme hasta la selección del 97 que integré y en la cual también tengo por lo menos tres amigos para toda la vida. Creo que lo mejor que teníamos, más allá del nivel que alcanzamos gracias al liderazgo del “Ciego” Oblitas, fue que hicimos una familia y hoy lo que veo a la distancia es que esta selección que clasificó al Mundial, también consiguió ser un grupo unido. Eso no pasa seguido en nuestro fútbol y menos en la selección. Nosotros logramos ser competitivos gracias a ello. Me parece que hoy esa es una de las bases que sostiene el proyecto y es gran mérito de Gareca, Oblitas y la gente que trabaja con ellos.

Y pensar que ese concepto de familia fue muy satanizado como “argolla” por parte de un sector del periodismo.

Como sociedad en Perú hay muchos paradigmas. Yo nací en Barranco en una quinta y ya sabes cómo son las quintas con muchas personas en casas pequeñas, ahí aprendí el concepto de una familia grande. Si a alguien le faltaba sal, azúcar o algo siempre nos apoyábamos y todos compartíamos lo mucho o poco que tuviéramos. A raíz de esas experiencias a uno le queda una enseñanza y concepto de lo que significa ser familia. Ojalá que con el tiempo eso cambie para bien en nuestro país.

Usted es un profesional exitoso sin embargo un sector de nuestra prensa mantiene distancia de usted y lo considera un tipo “difícil” ¿por qué cree que se da eso?

En algún momento, creo, en parte fue culpa mía. En mi afán como capitán de la selección y para proteger al grupo cuando se inició el proceso del 97 (Eliminatorias Francia 98), tuve enfrentamientos con varios colegas tuyos a pesar de que las criticas no eran para nada sobre mi. Yo siempre he sido muy frontal y mi expresión tampoco ayudaba mucho con lo que quería comunicar. Tuve bastantes roces con buena parte de la prensa que criticaba bastante a mis compañeros y a raíz de eso hay gente que seguro quedó dolida y se creó un mito sobre mí. Hoy en día hay periodistas más jóvenes que hablar conmigo les resulta un vía crucis conseguir la nota y después en lugar de disfrutar la conversación creen que la tienen que soportar. Pero, bueno, asumo mi parte de culpa pero también entiendo que esas personas, al no conocerme, crean en la leyenda urbana.

¿Cuales son los puntos más urgentes que ve por mejorar en la liga peruana?

No es una pregunta fácil porque estoy afuera hace varios años, incluso, puede ser hasta atrevido comentar. Pero le reclamo a mi país esa actitud de sacarnos ventajas entre nosotros. Pensamos más en el interés personal que en el bien común y eso le hace mucho daño a todo, no sólo al fútbol. Hoy en día la clase política de nuestro país está quedando mas en evidencia que nunca y si algo siempre me critican mi esposa y mis hijos es que reniego mucho sobre ese tema. No logro entender por qué no nos damos cuenta de que todos los peruanos somos hermanos y debemos apoyarnos para salir adelante en lugar de hacernos los vivos y sacar ventaja del que tienes al lado.

El objetivo inmediato de Juan es sacar campeón a su club Cruz Azul.

En mayo de 1997, la revista ONCE entrevistó a Juan Reynoso en México, cuando el capitán de la selección peruana triunfaba como zaguero central del club Cruz Azul. En este link el lector podrá encontrar esa entrevista:

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