La Academia sin un sol

Deportivo Municipal perdió el apoyo financiero de su principal sponsor y ahora asoma la crisis. ¿Qué ocurrió y quiénes son los responsables?

Aníbal Ingunza
Lima - 26 julio 2020

Un anciano se coge al alambrado y llora, mientras un adulto con un niño en los hombros queda en silencio. Deportivo Municipal no tiene edad sentimental, posee latidos sin tiempo y alegría sin arrugas. Algunos lo escogen de segundo equipo y convive con aliancistas, cremas y celestes. Otros se hicieron hinchas por herencia. Así como en Argentina el Racing de Avellaneda mantuvo hinchas sin títulos por décadas, en Perú está el Municipal con hinchas que sufren pero no abandonan.

hinchada del Municipal apoyando incondicionalmente a su equipo / Foto: Andina.

Lejano está aquel 27 de julio de 1935 cuando, en los salones de la Municipalidad de Lima, se fundó el club bajo el nombre de Centro Deportivo Municipal. Así empezó a competir ese mismo año en el torneo de Ascenso. Su primer título llegó en 1938 y dos años después lo ganaron nuevamente y de la mano de quien sería su emblema: Roberto ‘Tito’ Drago. En 1943 repitieron el logro gracias al tridente conocido como ‘Los tres gatitos’: ‘Tito’ Drago, ‘Caricho’ Guzmán y ‘Vides’ Mosquera, ganándole dos veces al histórico Boca Juniors. La felicidad se repitió en 1950 con otra consagración. Quién lo diría entonces, esa sería la última.

Porque lo siguiente fue perder la categoría en 1967 y solo pudieron volver en 1969 gracias a la aparición del excepcional Hugo ‘El Cholo’ Sotil. A partir de allí, el equipo transitó en la media tabla, vivió asustado con otro descenso y empezó a padecer problemas económicos. Aquel balance terminó con otro derrumbe: la segunda pérdida de la categoría en el año 2000. Debió navegar entonces entre canchas de segunda división e, incluso, de Copa Perú (final del 2004), para finalmente volver a ver la luz de la máxima categoría en 2006 y apagarla un año después.

Franco Navarro y Hugo “El Cholo” Sotil con la camiseta del muni (1980).

El ‘viejo’ Municipal era un ‘sube y baja’ de esos que los niños aún usan. En 2009 tocaron fondo descendiendo hasta la etapa regional de la Copa Perú, arañando la desaparición y el olvido. Recién en 2013 retornaron a la segunda división para ganarla un año después, el 30 de noviembre del 2014, en Huaral, desatando la loca carrera por un regreso más. La historia de Municipal en primera se retomó en 2015 y en esa categoría el club permanece hasta ahora.

2015, el punto de quiebre

A partir de 2015, Deportivo Municipal empezó a tener cierta estabilidad. Clasificó a la Copa Libertadores 2017 y a la Copa Sudamericana en sus ediciones 2016 y 2019. Es justamente ese año, 2015, cuando Edificaciones Inmobiliarias hace su aparición como un sponsor pequeño. Parecía una marca más en la camiseta con franja, pero no iba a ser así.

En 2017, se transformó en uno de los tres sponsors más fuertes del club junto a Sporade y Yokohama, y entre todos elevaron los ingresos publicitarios de la camiseta hasta alcanzar casi el millón de dólares. Una cifra generosa para la realidad de nuestro fútbol. La presencia de EI creció y, dos años después, se convirtió en el principal auspiciador y lanzó un salvavidas al equipo ante una crisis inesperada.

Jugadores del Municipal presentando a su sponsor Edificaciones Inmobiliarias.

El 6 de enero de este año, debido a reiterados incumplimientos, la Comisión de Licencias de la FPF –que ya le había quitado seis puntos al equipo un año antes— emitió un ultimátum indicando que, de no emitir una garantía pecuniaria hasta el 15 de enero, el “Muni” automáticamente perdería su licencia. Edificaciones Inmobiliarias envió un cheque de gerencia por 765,000 mil soles el día límite, y la Academia respiró aliviada.

¿Por qué lo hizo? Más allá del hinchaje por el club, en el fútbol todo tiene una razón y eso se explicó en un comunicado el 14 de enero, un día antes de que el cheque de gerencia llegara a oficinas de La Videna. “La Junta Directiva del club Centro Deportivo Municipal recibió esta noche la propuesta formal de nuestro socio estratégico, Edificaciones Inmobiliarias, para la administración temporal de la institución. El directorio aprobó la propuesta y fue aprobada por unanimidad”, se leyó en el comunicado del club.

¿Cuál era la propuesta? Una inversión de 15 millones de soles, asumir los pasivos corrientes del club y tener pleno control de las decisiones administrativas y deportivas. La Junta Directiva del club se quedaría solo de manera institucional en un acuerdo por 12 años con opción a renovarlo de acuerdo a ambas partes. Dicho en cristiano: Edificaciones Inmobiliarias administraba el club, invertía en él mediante la empresa administradora “La Franja Edil” y la institución se volvía más sólida. Nada parecía ir mal hasta que este 17 de julio, Edificaciones Inmobiliarias se cansó de esperar la firma del convenio y anunció que no apoyaría más a la institución. Aquí es cuando hay que escuchar a las dos partes.

Lo que dice Municipal

Una vez que se tomó la propuesta de Edificaciones Inmobiliarias, en la quincena de enero, un grupo de socios levantó su voz de protesta. Quiso saber más, sobre todo la ganancia que iba a llevarse el futuro administrador, y se nombró una Comisión conformada por cinco personas para que examine los pro y los contra del convenio: Samuel Astudillo, Aldo Olcese, Eliana Alegría, Martín Ojeda e Iván Ugaz. Al final, el 30 de junio, la votación fue cuatro a favor y uno en contra (Eliana Alegría) para firmar el convenio, algo que nunca se dio. Lo que vino después fueron las palabras de Gustavo León, directivo del club, quien esbozó las razones por las cuales no se terminó firmando el acuerdo con la empresa.

“Según las cláusulas se les da el 12 por ciento de los ingresos anuales más IGV. Esos ingresos promedio están en 3 millones de dólares, eso nos generaría una deuda anual de 425 mil 800 dólares y, en 12 años, más de 5 millones. Mensualmente serían 35 mil dólares, pero además hay que devolver toda la inversión, y si funciona bien recuperan sus 15 millones de soles en 12 años además de deberles 15 millones, imagine la cantidad de dinero que habría que generar para no tener deuda después de los 12 años”, explicó el directivo en Radio Ovación.

José Córdova, Presidente del Deportivo Municipal.

Visto desde el ángulo simple: Municipal se negó porque, a su entender, más que recibir una inversión, iba a contraer una deuda fuerte.

Lo que dice la empresa

Edificaciones Inmobiliarias empezó a incomodarse cuando, llegado el mes de febrero, no se firmaba el convenio. Envió una carta al club, dio 7 días de plazo, y más días y más. Hasta que el tema se enfrió debido a la aparición de la pandemia del coronavirus. Los meses empezaron a correr y el límite de la empresa llegó el 17 de julio con un comunicado.

“Queremos informar que, desafortunadamente, a la fecha no se ha llegado a un acuerdo con la Directiva del Club Deportivo Municipal respecto de la administración de éste. En ese sentido, dejaremos de invertir económicamente a pesar de nuestras constantes muestras de buena fe”, señaló la misiva enviada a la Comisión de Licencias de la FPF, donde además se solicitaba la devolución del cheque depositado en enero.

“Hemos decidido dar un paso al costado porque así no se puede avanzar, la familia accionista de Edificaciones es hincha de Municipal y hemos querido hacer todo por el club, cualquiera hubiera pateado el tablero antes pero ya hemos llegado a un límite. Veo muy complicado que se cambie de opinión porque en la forma institucional el club está demasiado desordenado”, declaró Christian Herrera, representante de la empresa.

Las cosas claras

Deportivo Municipal no tiene una única cabeza. En el club figura Alberto Borda como representante del club ante la Federación Peruana de Fútbol y José Córdoba ante la Asociación. ¿Por qué si el 14 de enero ya se había comunicado el acuerdo a Edificaciones Inmobiliarias nunca se firmó el contrato? Se comenta que en el club no hay ni siquiera balances. Pasaron más de seis meses entre la propuesta y la decisión final. En marzo, más de 80 socios votaron casi de manera unánime para que se le entregue la concesión del club a Edificaciones Immobiliarias. Según fuentes de ONCE, muchos socios piensan que tanto Alberto Borda como José Córdoba le pusieron trabas al acuerdo para ocultar malos manejos en la institución.

Martín Ojeda, uno de los integrantes de la Comisión de Negociación entre Deportivo Municipal y Edificaciones, fue tajante en su crítica a los directivos. “El señor Borda cree que el club es su chacra”, comentó en RPP. A fin de año habrá elecciones y las cosas podrían cambiar para reabrir el tema de una posible concesión. ONCE averiguó que los actuales dirigentes de Municipal fueron a solicitar dinero a un inversionista, pero este se los negó. Hasta junio el equipo ha estado al día, ahora no se sabe cómo pagarán los salarios del mes de julio y los que vienen. Quizá la falta de liquidez haga que aparezca una luz para que se retomen las negociaciones. 

Así está la Academia, con un curso que por ahora no dicta: el del orden.

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