“Me gustan los retos, y si el técnico necesita un delantero para el domingo no tengo ningún problema en cargar con la responsabilidad”. El miércoles pasado a las once de la mañana, cuando el sol quemaba fuerte en todo Lima, Mauro Roberto Cantora era presentado en el estadio Lolo Fernández como nuevo jugador de Universitario de Deportes. El argentino se entrenó tres días, hizo sólo una práctica de fútbol y en el debut de ayer ante Melgar de Arequipa demostró que era cierto lo que anticipó: que cuando se presentaba una responsabilidad, la asumía sin temores.
Por eso, cuando se pitaron dos penales a favor de los cremas, se vio a Cantora buscando la pelota para ubicarla en el punto blanco: asumió el compromiso de ser el definidor a pesar del ambiente caliente, mientras sus compañeros cruzaban miradas y preferían aplaudir su decisión. El arquero Alejandro Mulet no pudo detener ninguno de sus disparos —aunque en uno estuvo muy cerca— y el delantero argentino con dos goles cerró un debut feliz. La «U» goleó a Melgar y el hincha crema se fue ilusionado con el futuro, soñando con que por fin de la mano de Osvaldo Piazza se acabe con un lustro sin títulos y dos años sin Copa Libertadores.

El hincha comenzó este campeonato como terminó el del año anterior: dijo presente en la popular, pidió el retiro del presidente Alfredo González y alentó al equipo como siempre y a pesar de todo. «Nunca te dejaré ‘U’ querida», decía una de las banderolas que se colgaron en el alambrado de la tribuna norte.
La mano de Piazza
Los jugadores salieron motivados. Además, Piazza, que es un técnico que maneja bien los códigos futboleros y que, según los jugadores, explica lo que pretende muy claramente, puso sobre el verde del Estadio Nacional un equipo diferente al de torneos pasados con tres hombres en el fondo —Falaschi, Carranza y Domínguez—. Tres más delante de ellos para recuperar la pelota y jugarla limpia —Pereda, Ciurlizza y Ferrari— y dos hombres con mayor libertad para sumarse al ataque —Portilla y Guzmán—. Arriba ubicó dos delanteros —Farfán y Cantoro— con mucha movilidad para estar siempre donde deben y para buscar los espacios vacíos. En resumen, un nuevo sistema que le dio buenos resultados.
Así, con un plantel que en nombres es muy similar al de fracasos anteriores, se pudo notar la mano de Piazza. Con mayor tiempo de trabajo y con todos los refuerzos en el campo, el rendimiento puede resultar mucho mejor aún. Desde el comienzo ante Melgar, los cremas hicieron un pressing interesante y no dejaron que los arequipeños pudieran darle ni siquiera tres toques seguidos al balón. En esa labor de recuperación sería mezquino destacar a un solo jugador; el fútbol moderno, el que esta «U» presentó, dice que a la hora de atacar todos son delanteros y al momento de defender todos son defensores, y esto se notó en el contundente triunfo de la «U». Para muestra un ejemplo: el último tanto fue del zaguero argentino Gustavo Falaschi, con golpe de cabeza, metido en el área rival.
Pudieron ser más
Hubo un solo equipo en la cancha, sobre todo en la etapa inicial. El problema es que a la hora de definir, los cremas no tuvieron la tranquilida necesaria y se pasaron de revoluciones, olvidando esa cuota de frialdad que requiere un futbolista cuando queda cara a cara con el golero rival. Así, se perdieron claras ocasiones frente al golero Mulet y la diferencia apenas se marcó por un penal dudoso que sancionó Tarj etita Ar ana luego de ver caer en el área a Panchito Guzmán, tras disputar una pelota con Fabinho. El juez se equivocó casi siempre y para no perder la costumbre echó a tres jugadores: Zegarr a, Pedro Prado y Gallardo. Para decirlo en una línea: el señor Arana es un pésimo árbitro que le hace daño al fútbol.

Melgar fue una incógnita que cuando se despejó enseñó muy poco. El técnico Piazza había tomado sus precauciones luego de observar la tabla de posiciones de la liguilla 97 y por eso, después del clásico en Arequipa, mandó al Cusco a su asistente Juan José Oré para observar a los arequipeños en un amistoso ante Cienciano. El mal tiempo en la Ciudad Imperial por los caprichos de El Niño impidió que se realizará el en• cuentro y el técnico se quedó sin la información.
«Le pido disculpas a la república de Arequipa por el mal partido que hicimos con Alianza, aunque si el domingo le ganamos a Melgar no les voy a pedir perdón», había dicho con humor Osvaldo Piazza luego de una de las prácticas de la semana. El argentino sabía que el hin cha crema, que presiona y ya no aguanta más, no iba a perdonar una nueva mala actuación y se preocupó para que el rendimiento en el debut sea novedoso y alimente la ilusión de un futuro mejor. «To • que, juegue, vamos, con fútbol», le gritaba a sus jugadores ayer desde el banco de suplentes y los cremas cumplieron sus órdenes al pie de la letra.
«El hincha grita desde la tribuna que pongamos hue … pero yo jamás vi un equipo que saliera campeón sólo con hue … Por eso quiero que la ‘U’ juegue bien al fútbol».
Así comienza Universitari o este torneo 98. Con dejo argentino por la mano de Piazza y los goles de Cantoro y Falaschi, sin olvidar que todavía falta el debut de Di ego Gross y Aníbal Alfredo González, otros dos jugadores platenses. El hincha crema se fue cantando que volverán a la Copa para ser campeones. Esta goleada ante Melgar es el primer paso. Quedan muchas fechas pero bien dicen que por algo se empieza.