En un país escaso de buenos delanteros, Ray Sandoval parecía destinado a brillar, pero el último escándalo que protagonizó lo incluye en la triste estadística de muchos jóvenes futbolistas cuyas carreras se apagan antes de empezar. Mareado por el éxito y la falta de valores, el joven futbolista fue presa fácil de la noche limeña.
La vida es una suma de decisiones que a la postre restan o multiplican. Ray Sandoval podrá saber pegarle a una pelota, pero en matemáticas existenciales está jalado. El delantero peruano de 25 años le prendió fuego a una carrera que ya tenía algunas cenizas, pero ahora arde Troya.
Sandoval inició su formación en el club San Martín, pero su destreza llamó la atención del técnico Daniel Ahmed, quien lo convoca para jugar en el Sporting Cristal, una institución modelo donde el jugador podía desarrollar con calma su carrera. Es así que a los 19 años debuta en primera división, el 12 de julio de 2014, en un partido contra su ex equipo, donde quedaron empatados a cero. Ocho días después anota su primer gol contra el San Simón y cierra el año con cuatro partidos en la máxima categoría.
Criado en Comas y con un círculo social callejero, en Sandoval fue aflorando la rebeldía negativa del barrio, una rebeldía sin causa que se convirtió en un problema. Por ello Sporting Cristal decidió prescindir de él y lo envió a Real Garcilaso en 2015 (donde jugó 32 partidos e hizo 5 goles). La cosa pareció surtir efecto y el atacante regresó el 2016 a La Florida, con pocos sobresaltos y 7 goles en 38 encuentros.
Tras esta buena campaña fue fichado por el Monarcas Morelia de México (hoy Mazatlán FC), donde jugó 40 partidos entre 2018 y 2019, anotando solo 4 goles. Tuvo una lesión seria en abril del 2019, cuando sufrió la rotura total del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. El comando técnico decidió prescindir de él y la prensa mexicana lo calificó como ‘una mala inversión’. Fue entonces que, en 2020, regresó al Perú.
Aquel jugador cuyo pase llegó a tasarse en un millón de euros, se quedará como mínimo seis meses sin jugar pues en la situación actual es muy complicado que algún equipo del torneo nacional decida ficharlo. Sandoval es un peligro para cualquier club debido a su carácter y a su falta de disciplina. Un rosario de faltas terminará por sacarlo (como a tantos otros futbolistas jóvenes), de la cancha, quizá para siempre.
Lo que mal empieza, mal acaba
La falta de educación y de inteligencia emocional es uno de los puntos débiles de muchos jóvenes que entran al mundo del fútbol. En 2017 y con solo 22 años, Ray Sandoval formaba parte de la plantilla del Sporting Cristal, entrenado por Chemo del Solar. En marzo de ese año, durante un partido contra el Sport Rosario en Huaráz, lesionó de gravedad al volante Ángelo Vera. “Fue a la mala. Eso no se hace entre colegas. Me pidió disculpas por whatsapp, pero no se las acepté porque es un mala leche”, acusó Vera en ese momento. Razón no le faltaba, porque el diagnóstico arrojó: rotura de dos tendones de la rodilla derecha y de los dos ligamentos cruzados, anterior y externo. Tuvo que decirle adiós a la temporada. Sandoval, sin embargo, se mostró altivo y con aires de super estrella, al punto de desobedecer las indicaciones del club, jugando fulbito y llegando tarde a los entrenamientos. En abril de 2017 fue castigado y enviado a la reserva.
Luego de varias semanas, Del Solar pidió que se le otorgase una oportunidad y la dirigencia del club aceptó con obligaciones no negociables: el jugador debía olvidarse de cortarse el cabello de diferentes maneras, sacarse los aretes que ya lucía y estaba prohibido de jugar fulbito. Solo así regresaría al primer equipo. Las indisciplinas, sin embargo, no mermaron, al punto de tener una pelea con Jorge Cazulo, referente de Sporting Cristal en mayo. ONCE pudo conocer que, en aquel momento, el volante celeste quiso hablar con Sandoval sobre su mal comportamiento y el daño que le hacía al grupo, y el delantero reaccionó a los puños, golpeando al uruguayo y generando otro cisma dentro del club.
“Sí, fue un encontrón, como cualquiera, que pasa en un vestuario. Luego lo hablamos”, explicó Sandoval.
Lo cierto es que, en ese momento, Cristal quería deshacerse ya de la bomba de tiempo que era el futbolista. Es entonces cuando el Monarcas Morelia lo fichó, en enero de 2018, pagando 800 mil euros por su pase.
El escándalo Sandoval
De vuelta a Lima en 2020, la bomba estalló pasadas las 11 de la noche del sábado 1 de agosto. Según fuentes, Ray Sandoval y su pareja estuvieron bebiendo en un local en la Costa Verde y de allí se dirigieron a un condominio en Lince donde destruyeron el parabrisas de la camioneta de la ex suegra de la pareja del futbolista. Tras ello, impactaron dos carros en el estacionamiento, se dieron a la fuga y casi atropellan a una integrante del serenazgo.
La Policía inició la persecución y los atrapó en la cuadra 14 de la avenida Canevaro donde también impactaron contra otros dos vehículos. El jugador fue agredido por los afectados y reaccionó, teniendo que ser reducido en el piso. Fue llevado a la comisaría donde el dosaje etílico arrojó 1.73 g/L (el triple de lo permitido).
Además, se le abriría un proceso penal por incumplir el toque de queda, resistencia a la autoridad, vandalismo y delitos contra la salud pública al conducir en estado de ebriedad. Sporting Cristal emitió un comunicado informando que no contaban más con el deportista –simplemente no extendió el préstamo que ya había vencido– y adiós a La Florida. Más allá de que se quedó sin trabajo, también podría quedar tras las rejas.
Pero este no fue el único escándalo del jugador. En 2018 fue demandado por filiación y alimentos ante el Poder Judicial en Comas, debido a que su expareja, la voleibolista Karla Moreno, lo acusó de no querer reconocer a su hijo. El jugador le pidió a Moreno que abandonara el departamento que compartían cuando ella tenía tres meses de embarazo. Sandoval negó ser el padre de la criatura, pero el examen de ADN determinó lo contrario. Tras el escándalo del 1 de agosto, la abogada Rosario Sasieta, hoy Ministra de la Mujer –quien tuvo a su cargo la defensa de Karla Moreno– acusó vía Twitter al jugador: “Tu bebé tuvo neumonía y no te importó. Ni un sol le mandaste para sus medicamentos. Estuvo internado por algo más complicado y tú lo supiste, pero no lo amparaste”, terribles acusaciones que lo hunden más, pero que al futbolista parece no importarle.
Amores que matan
Como sucedió en los casos de Jean Deza y Beto da Silva, las mujeres que los rodearon influenciaron negativamente en ellos. En el caso de Sandoval, la primera de estas relaciones se dio a conocer en agosto del 2019, cuando el futbolista anunció su romance con Shirley Arica –sí, la misma que ayudó a incinerar la carrera de Deza–, y a quien se llevó a México y con la que apareció en fotos y videos. Tras unos cortos meses juntos, la mujer salió a ridiculizarlo en un programa de televisión, mientras el jugador había sido desligado de club Morelia.
En enero de 2020, Sandoval oficializó su relación con Andrea Miranda, una joven que había pasado por varios realitys y que, según parece, no tiene una vida emocional equilibrada. Fue esta joven quien, también en estado de ebriedad, apoyó y participó en el escándalo que acabó, por ahora, con la carrera del jugador.
¿Por qué aún se le debe rescatar?
Aquel 2017 en donde recibió más de una amonestación por su errática conducta, Sandoval también dejó ver su otro lado: el de futbolista interesante. Anotó 13 goles en 35 partidos y dejó en claro que merecía la oportunidad que le habían dado. Cada vez que anotó, Sporting Cristal ganó o empató, pero nunca dejó de sumar. En la cancha, Sandoval mostró una doble virtud: podía recorrer la banda y aparecer de sorpresa en el área. Además, tiene potencia para llegar con pelota dominada y definir de zurda (su pierna más hábil). En el juego aéreo y el remate de larga distancia también aporta.
Esas cualidades llevaron a Ricardo Gareca a fijarse en él y convocarlo para las eliminatorias a Rusia 2018. De allí que el futbolista estuviera en la banca de suplentes en los duelos ante Brasil y Ecuador (como locales) y Bolivia (visitantes) en 2016. Pasado el Mundial de Rusia 2018, en septiembre de aquel año volvió a ser llamado y actuó 31 minutos ante Holanda en el amistoso que perdimos 2-1. Y en el encuentro contra Alemania se quedó en la banca de suplentes.
Ray Sandoval ha encontrado apoyo en profesionales de la psicología y entrenadores de menores. El primero en responsabilizar a Sporting Cristal por no “cuidar” al jugador, fue Julio César Peche, psicólogo deportivo que trabajó en el club celeste. “Cuando ingresamos en 2018 a Cristal, en el comando técnico de Pablo Zegarra, el primer punto a trabajar fue Ray Sandoval. Se comenzó con él, elevó su rendimiento, mejoró su comportamiento y se fue contratado al extranjero. Si existen personas a las que les gusta la vida nocturna tengo que comenzar a trabajar con ellos. El ser humano puede tener 80 años y cambia en la medida que encuentra a una persona que es confiable”, comentó el profesional.
La otra mano amiga que encontró el futbolista fue César ‘Chalaca’ Gonzales, reconocido entrenador de divisiones menores. “Yo personalmente no estoy de acuerdo con la sanción a Ray Sandoval. Nosotros no hemos nacido para sancionar a los jugadores sino para apoyarlos, si hubiera que castigar, habría que hacerlo al departamento psicológico y social del club por no trabajarlo bien si saben que era un chico problema”, apuntó el ex técnico de Sport Boys.
Ray Sandoval tiene 25 años y un futuro que se desmorona. Pero el Cusco FC lo acaba de anunciar como su nuevo jugador. Solo de él depende que la próxima página de su vida sea diferente.
