“Cuando yo era niño soñábamos con ser futbolistas por amor a la camiseta, por pasión, porque todo el día nos la podíamos pasar jugando en la calle con los amigos, soñando ser como nuestros ídolos. Hoy muchos adolescentes sueñan ser profesionales por las grandes cantidades de dinero que pueden ganar y la fama que eso conlleva en las redes sociales, cómo ha cambiado el mundo del fútbol”, esta sincera reflexión proviene de Carlos Orejuela Pita el Flaco, ‘Calavera’ o simplemente Alí para sus amigos. Igual de frontal se entregaba en la cancha con todas las camisetas que tuvo la oportunidad de defender.
Orejuela fue goleador de la segunda con 40 años pero una severa lesión le trunco una gran campaña en primera a sus 41 años, con la roja de Cienciano. Es de los pocos jugadores que puede decir que jugó y fue campeón con los tres grandes del fútbol peruano.
Aquí una entrevista reveladora con Carlos Orejuela.
¿Cuándo te diste cuenta que lo tuyo era arriba cerca al arco rival?
Casi siempre todos los chicos que jugamos en la pista queremos hacer goles y yo no fui la excepción, recuerdo que agarraba la pelota y me quería llevar a todos y meterme con pelota y todo al arco. El placer de meter gol es lo mejor del fútbol
¿Recuerdas tu primer gol en un torneo?
Según mis hermanos cuando tenía 4 años jugando en un equipo de mi barrio me lleve a todos metí el gol y todo, pero había sido en mi arco, ahora no sé si es verdad o joda de mis hermanos porque yo no lo recuerdo (risas). Del que si me acuerdo es que cuando tenía 11 años aproximadamente mi papá ganó un sorteo de los chocolates Winters y el premio era entrenar una semana en la Academia de Teófilo Cubillas. El último día de entrenamiento hicimos partido de práctica y me había llevado mi mamá, recuerdo que le pedí la pelota al arquero desde el borde de nuestra área me lleve entre 6 a 7 jugadores y metí el gol. Salí corriendo a dedicárselo a mi mamá, sin dudas es el mejor gol que hice de niño.
¿En tu casa quién sembró en ti el bichito del fútbol?
De jugar con mis hermanos no, porque uno me lleva 8 y el otro 11 años pero mis hermanos eran los que me llevaban al estadio. Sino me equivoco, el primer partido que fui a ver fue un clásico que nos empata Alianza al último con gol de tiro libre de Cueto. De ahí el gusto lo tenía dentro mío, en mi barrio Barranco paraba todo el día jugando fútbol con los amigos en la calle.
¿Quién era tu ídolo en el fútbol?
A nivel internacional siempre fue y será Batistuta y a nivel local por ahí de chiquito me gustaba Fidel Suárez pero los que si recuerdo bien jugar y que admiré mucho fueron a Tomás Silva, Ronald Baroni y Balan Gonzales. En los noventas esa delantera de la ‘U’ era imparable y yo hincha de ellos.

¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol?
Lo mío fue tarde porque yo hasta los 17 sólo jugaba en el colegio y en mi barrio. Fue en esa época que un amigo que jugaba en el Alcides Vigo llega al barrio y nos dice para ir a probarnos y quedé a la primera. Recuerdo que él entrenaba martes y jueves pero yo aún estaba en el cole y por ese motivo y otros (risas) me ausentaba mucho de las prácticas. A los partidos siempre iba y el profe a regañadientes me ponía porque siempre hacía goles, si mal no recuerdo hice como 15 entre ellos a Alianza, Cristal, Cienciano, a Universitario no le marqué, aunque no era a propósito.
¿Qué vino después?
Ahí me di cuenta que tenía con que llegar a ser futbolista profesional y en el ’98 me fui a probar a Cristal y quedé pero justo en esos días me avisaron que estaban probando gente en Universitario e inmediatamente fui para allá. Llegué el primer día, recuerdo que el profe a cargo era Salhuana e hice cuatro goles en mi primera práctica, me dijo ven mañana. En el segundo día metí cuatro más y quedé, estuve ese año en mi categoría al año siguiente jugué segunda en la filial que era el América Cochahuayco y en el 2000 me subieron al primer equipo, fue un sueño cumplido en un tiempo muy corto.
¿Qué ventajas tiene haber vestido 14 camisetas distintas en tus 21 años de carrera profesional?
Por ahí conocer a casi todos los jugadores en ese sentido tenía una ventaja al enfrentarlos y también conocer la cultura de las ciudades en las que me toco vivir como Cusco, Ayacucho, Huánuco y Trujillo.

¿Y las desventajas?
Muy seguido tenía que conocer nuevas instituciones y planteles, que se acomoden y yo acostumbrarme al club y al estilo de juego de los compañeros no siempre es sencillo. En realidad, yo hubiera preferido jugar en menos equipos y haberme consolidado en algunos por muchos años.
Jugaste varias Libertadores, ¿para ti cuál fue la mejor?
Con Cristal en el 2004, porque la jugué toda y en muy buen nivel, clasificamos primeros en nuestro grupo a octavos de final pero nos tocó enfrentar a Boca Juniors cuando no debió ser así.

¿Por qué dices eso?
Porque fue un sorteo atípico, porque nosotros quedamos primeros en nuestro grupo y Boca primero en el suyo. Entonces no deberíamos cruzarnos pero ese año eran sólo siete grupos en lugar de ocho, así que no sé que enredo hubo y nos tocó contra ellos que venían de ser subcampeones la Copa anterior. Yo quería enfrentar a Boca pero en la final o semifinal no tan pronto, nosotros veníamos volando realmente en primera ronda en Lima le metimos 4 a Rosario Central, 4 al Curitiba de Brasil y 3 al Olimpia si mal no recuerdo.

¿Un jugador extranjero que te dejó enseñanza?
Uno que me enseñó mucho como entrenador fue el ‘Checho’ Ibarra porque como compañero no me dio ni un pase de gol (risas). Otro fue Luis Alberto Bonnet como metía, siempre luchaba, a él no le importaba si enfrentaba al colero en provincia o si jugaba Libertadores contra un gigante de Sudamérica, nunca arrugaba por el contrario se crecía. De la ‘U’ recuerdo a Martín Vilallonga, aunque lo tuve poco tiempo de compañero me bastó para ver que era un delantero diferente simplemente espectacular y como persona también recibí muchos consejos de parte de Eduardo Esidio y Gustavo Grondona, dos tipazos.

¿El mejor jugador peruano con el que jugaste?
En la selección tuve la oportunidad de compartir poco, pero fue suficiente para ver la calidad de Claudio Pizarro y ahí nomas de cerca lo sigue Jefferson Farfán, dos cracks.
¿Tu mejor amigo en el fútbol?
Tengo varios y espero no olvidarme de mencionar a alguno para que no se resienta. Los primeros que se me vienen a la mente son Carlos Lobatón, Arizmendi, Penalillo, Roberto Silva y algunos más por ahí a los que considero con mucho cariño. Sin embargo no te voy a negar que mis mejores amigos son los de mi barrio, a los que conozco de toda la vida y aún mantengo relación con ellos.


¿El entrenador que te dejó mayores enseñanzas?
Ahí sin dudas fue Jorge Sampaoli de lejos, lo tuve en Sport Boys y Sporting Cristal.
¿Por qué crees que no le fue bien en tienda rimense?
El problema no fue él, sino que no encontró un buen grupo. El plantel era jodido y no quisieron adaptarse a lo que quería Jorge, a su forma de trabajo. Los resultados no llegaron y pasó lo que tenía que pasar aunque estoy seguro que en Cristal se arrepienten hasta hoy de haberlo sacado.

Llegaste a tener momentos superlativos en tu carrera que incluso te llevaron a la selección, ¿por qué no jugaste en el extranjero?
Ni yo sé bien porque no se dio, entiendo que en esa época era más difícil salir y también que mis representantes no tenían las conexiones que me hubiera gustado. Como anécdota te puedo contar que cuando el ‘Patón’ Bauza llegó a Cristal preguntó quién es Orejuela y cuando me acerqué me dijo: “usted qué hace acá si en Rosario lo están esperando”. Después me enteré que luego del partido de Libertadores que jugamos contra Rosario Central ellos se interesaron en mí pero, según lo que me contaron, Jaime Noriega pidió mucha plata por mi préstamo y ahí quedó la cosa.
¿Un recuerdo y/o anécdota con la blanquirroja?
Dos, la primera vez que Carlos Franco me llamó para preguntarme si tenia visa para EEUU, iban a jugar un amistoso con México, el que acabo en una broncaza, y el club de Mendoza le estaba haciendo problemas para soltarlo. Al final Andrés pudo viajar y no fui convocado. La segunda cuando llegué a la Videna a entrenar y yo solía usar el cabello largo pero por un tema de look me lo había cortado corto. Apenas entré el finado Teófilo Vilca me grita noooooo! por qué te cortaste el pelo si tú eres como Sanzón, ahí estaba tu fuerza. El tema hubiera quedado ahí pero comienza la práctica y a los 5 minutos pico y me desgarro, esa lesión me dejó 5 meses fuera de las canchas porque fueron 10 centímetros, y antes se trataba distinto.
¿Cómo distinto?
Eran otros tiempos te tenían 21 días sin hacer nada sólo caminar, recuerdo que regresé a los dos meses y me volví a desgarrar. Para colmo una vez que superé los desgarros me reventaron el tobillo y volví a estar un tiempo fuera de las canchas, cuando te viene una, te vienen todas.
Jugaste siete partidos con la blanquirroja y anotaste un gol, ¿recuerdas paso a paso cómo fue?
Claro, si he visto el video cien veces (risas). Pepe Soto tenía la bola en media cancha y él sabía que yo metía las diagonales le hago el gesto y me manda el balonazo. El defensa quiere anticipar pero no llega y cuando me sale el arquero abro el pie y se la colocó a un costado. He visto el resumen de ese partido ante Guatemala y más allá del gol considero que jugué muy bien, fue tal vez mi mejor partido con la selección nacional.

¿Qué distinto si pudieras retroceder el tiempo?
Primero vivir y respirar fútbol todo el día. Meterle más al gimnasio, comprarme productos para recuperarme y prevenir lesiones y utilizar todas las herramientas para poder rendir de la mejor manera como profesional. También le agregaría nunca tomar decisiones apresuradas cuando estas con la cabeza caliente o molestarme cuando me tocaba ir al banco. Me hubiera gustado quedarme en Cristal mucho más tiempo, es el club en que mejor tratan al jugador o también en Universitario, club del cuál soy hincha confeso. Ojo, en ninguno de ambos casos yo me fui, simplemente decidieron no contar más conmigo.
¿Qué tan complicado fue declarar públicamente tu hinchaje crema?
Sumamente complicado porque las demás hinchadas no lo olvidan y al final es nuestra profesión y uno tiene que jugar donde va a tener mas oportunidades de crecimiento económico y profesional. Del cariño e hinchaje no vive tu familia y a mi me costó en algunas oportunidades, sobre todo cuando me tocó ir a Alianza, si retrocediera el tiempo no negaría mi cariño pero de seguro no lo haría tan público mientras estuviera en actividad como hacen la mayoría de jugadores.

Jugaste en los 3 equipos principales del país y con cada fuiste campeón, ¿Qué título y por qué lo recuerdas más?
Con la ‘U’ en el 2000 si bien no jugué tanto como me hubiera gustado, fue mi primer año como profesional y salir campeón con el club de tus amores no tiene precio. Además, estaba en la cancha jugando y festejando con mis ídolos, esos que tenía en los posters de mi cuarto y ahora eran mis compañeros de equipo, simplemente espectacular para mí.
Si cada club fuera una persona descríbelo en una palabra.
Universitario: Pituco con calle
Sport Boys: Callao un palomilla recargado
Sporting Cristal: Empresario moderno y ordenado
Alianza Lima: Tipo bromista, pícaro, todo el día a la joda.
Aparte de tener una vida profesional dentro y fuera de la cancha ¿Qué necesita un jugador para llegar hasta los 40 años jugando a tu nivel?
La pasión por seguir jugando, en mi época cuando eras chico jugabas porque querías vestir la camiseta de tu equipo con las ganas del hincha que ama sus colores. Hoy en día los chicos quieres ser futbolistas para ganar un montón de dinero, ser famosos en las redes sociales y todo lo que eso conlleva. Yo hasta que jugué festejaba mis goles en las prácticas, todos los días me levantaba con ganas de seguir aprendiendo, a los 32 años aprendí a cabecear, a jugar de 9 porque antes yo era un extremo o media punta, la edad no es un impedimento para seguir mejorando día a día.
¿Alguna sugerencia para los más jóvenes?
Que desde que reciban su primer sueldo se preocupen en invertir en su carrera. Que se compren sus aparatos para recuperarse y fortalecer, vitaminas y todo lo que te ayude a tener una carrera larga y con la menor cantidad de lesiones. No lo vean como un gasto, sino como una inversión porque su cuerpo es su herramienta de trabajo. Además que busquen rodearse de gente que los quiera y también profesionales para que la fama y el dinero rápido no los maree, no es fácil para un chico joven manejar las cantidades que se perciben en el fútbol actual y más aún si antes no tuvo nada.
¿El momento más feliz de tu carrera?
Mi gol ante Guatemala con la selección y el día que marqué dos goles en la final de la segunda para el ascenso de la César Vallejo.

¿El momento más triste?
Esa racha de lesiones seguidas que me sacaron de la selección, fueron unos meses muy difíciles y el peor el año pasado cuando perdí a mi madre.

Faltan 4 fechas de eliminatorias, imagino como todos has hecho tus cálculos, ¿para ti con cuántos puntos alcanzamos el objetivo?
Sí claro, como todos, yo considero que necesitamos mínimo siete puntos para clasificar. Los seis puntos de Lima tenemos que jugarlos a muerte y robar un empate afuera.
¿Cuál es el punto fuerte del equipo de Gareca?
Su poder de recuperación en los peores momentos, tienen fortaleza mental para revertir situaciones rápidamente. Más allá del trabajo y calidad que han habido en otros procesos imagino yo que Gareca debe tener un mensaje en la interna que cala muy fuerte en sus jugadores. Aparte que blinda el grupo a morir y un claro ejemplo de ese es el caso Cueva, el sabe como manejar al grupo. En lo netamente futbolístico considero que su punto fuerte es la ofensiva con la velocidad y desequilibrio de Carrillo sumados a la capacidad de adaptación que ha mostrado Lapadula. Gianluca le ha sumado a su juego el estilo peruano y ahora se entiende a la perfección con sus compañeros sin perder las virtudes que trae de su formación europea, además que manera de luchar literalmente las pelea todas.
¿Para ti quién debería reemplazar a Advíncula y a Trauco ante Colombia?
Por Trauco va López seguro y por Advíncula seguro que va Corzo aunque si yo fuera el técnico pondría a Lora.
¿Por qué?
Porque a pesar de ser chico tiene fútbol, me da salida y posibilidad de llegada. Lo de Corzo sabemos que es mucha entrega, marca, tirarse de cara pero no perdemos la posibilidad de atacar por ese lateral.

¿Cuál sería tu once para saltar al campo el 28 en Barranquilla?
Gallese, Lora, Ramos (aunque a mi no me gusta mucho en la selección hace lo justo y se ha ganado el puesto), Callens y López. En la volante iría con Aquino, Tapia y Peña, en los extremos Carrillo y Cueva y de punta Lapadula. A mi me gustaría que convoquen a Santamaría pero por el error ese seguro no va a pasar, lo que la gente no sabe es que él no es un defensa nato. De chico era volante de los que decimos acá calidosos, entonces no tiene ese chip de defensa de barrerse y de punta para arriba cuando esta complicado.
¿Qué se viene para Carlos Orejuela, seguirás ligado al fútbol?
No sé si me anime a ser entrenador, lógico tendría que empezar como asistente primero para quemar etapas. Por el momento me voy a dedicar a a organizar eventos deportivos, con Óscar del Portal y Lobatón vamos a organizar la Súper liga y más adelante también me gustaría tener una academia. Sabes mi idea es formar una academia exclusiva para formar delanteros, así como en los comandos técnicos hay preparador de arqueros y academias especializadas, considero que también se debe formar con especial atención a los nueves y a los delanteros en general, al final el fútbol se gana con goles y es importante asegurar la formación de los que tendrán la responsabilidad de hacerlos.