/

Las curiosas gambetas con balances y auditorías para justificar dinero esfumado

Agustín Lozano y su directorio estrenaron una nueva comedia: justificar una gestión basada en la corrupción a través de balances propios y auditores contratados por ellos mismos.

Aníbal Ingunza
Lima - 15 agosto 2021

En la Videna parece que juegan ‘Monopolio’. Sí, ganan dinero, tiran los dados y pierden dinero. El tema es que en este juego solo participan Agustín Lozano, Óscar Chiri y algún otro nombre enraizado en la cúpula más cercana del presidente de la FPF. ONCE tuvo acceso a la presentación del balance financiero del período 2020 y cuesta creer lo que Agustín Lozano y el contador Fredy Salazar expusieron ante los presidentes de las Ligas Departamentales, Liga1 y Liga2. Lo que parecía comenzar con buenas noticias terminó con un dinero que se perdió en el camino en un escándalo más del máximo directivo de nuestro fútbol. Sin embargo, como veremos, Agustín Lozano se auto-elogia porque, según él, logró sacar adelante al torneo peruano dentro del año de la pandemia. Olvida los subsidios ilegales, el dinero esfumado, las denuncias fiscales.

Según la explicación del contador Fredy Salazar el año 2020 le dejó a la FPF un superávit de 2.4 millones de soles. La cifra aparece luego tras la suma y resta de gastos por 96.4 millones de soles e ingresos por 98.8 millones. Hasta allí los asambleístas pro Lozano sonreían pero a continuación, Salazar explicó que a ese superávit de 2.4 millones de soles se le tenían que restar gastos por 8.8 millones de soles dejando entonces una pérdida de 6.4 millones de soles. Lo curioso es que el déficit de la gestión 2020 pretenden justificarlo con los gastos realizados en la gestión anterior. Sí, el tiempo en el que Edwin Oviedo, con Agustín Lozano como vicepresidente, destruyeron las cuentas de la FPF. Otra leguleyada de la dupla Lozano-Chiri que mandaron hacer una auditoría forense para encubrir los malos manejos de Lozano y compañía en la actualidad. 

Óscar Chiri y Agustín Lozano, intentan lavarse las manos.

Según el tesorero Fredy Salazar, esta situación de pérdida impactó en la Federación Peruana de Fútbol de la siguiente manera: los activos al cierre del año 2019 ascendían a 59.5 millones de soles y al cierre del 2020 estos activos alcanzaron los 62.5 millones. Ahora bien, los pasivos al cierre del año 2019 eran de 38.4 millones de soles y para el 2020 fueron de 46.9 millones. Entonces, el monto neto al cierre del año 2019 fue de 21.1 millones de soles y para 2020 se contrajo a 15.6 millones de soles. Es decir, se perdió dinero entre 2019 y 2020 y no todo fue efecto de la pandemia del covid-19, sin embargo, Agustín Lozano piensa lo contrario. “Ustedes recordarán lo mucho que nos golpeó a todos la pandemia. Fue un año durísimo que la federación pudo enfrentar debido a que en el 2019 tuvimos un manejo responsable y contábamos con una base importante para la contingencia”, dijo el presidente de la FPF asumiendo que su gestión merece aplausos.  

Sin embargo, saltan contradicciones que el mismo Lozano se encarga de acrecentar. Según su versión, apenas la pandemia empezó a golpear al fútbol mundial, la FPF, que él representa, realizó gestiones al más alto nivel de FIFA y Conmebol para empezar a contar con importantes aportes destinados a los clubes profesionales y ligas departamentales. Pero, hasta esta altura, no ha habido una sola confirmación que en provincia, salvo los presidentes de las ligas departamentales, algún equipo haya recibido un aporte directo para salvaguardar sus balances y no abandonar a sus jugadores. Es más, presidentes de la Liga2 tuvieron que reclamar en mayo de este 2021 los 300 mil dólares que la FPF iba a repartir entre todos los equipos y que consideraban parte vital de sus presupuestos. 

Si recordamos, cuando Agustín Lozano sostiene que en el 2020 se recibieron apoyos de Conmebol se refiere a los más de 14 millones de dólares que el ente del fútbol sudamericano repartió entre sus asociaciones para paliar la paralización del fútbol. En el caso de Perú, a cada equipo de la Liga1 le correspondían 50 mil dólares que debieron ser usados en gastos institucionales generados entre abril y mayo de este año. El resto de la cantidad que envió Conmebol, más de 500 mil dólares, debían destinarse, en palabras del secretario Óscar Chiri “para cumplir con los protocolos sanitarios de prevención del coronavirus” apenas se reinició el torneo. En la realidad, esta situación no se dio, incluso varios clubes terminaron pagando pruebas para detectar el covid-19. No obstante, el balance 2020 sostiene que no hubo un solo dólar mal gastado y que todo egreso estuvo debidamente sustentado. Entonces, ¿todas las irregularidades que son públicas son producto de una fantasía? ¿la denuncia de la fiscalía de la Nación por lavado de activos, alguien la soñó?

La denuncia fiscal por lavado de activos es un tema que Lozano pretende olvidar.

En la asamblea, Agustín Lozano resaltó que en el 2020 se cumplió con atender a los trabajadores de la FPF “sin llegar a despidos masivos o medidas drásticas”, aunque esto no es cierto ya que hubo quienes dejaron de laborar de la noche a la mañana y a muchos se les bajó el salario. Si la institución hubiese sido manejado correctamente desde el ámbito financiero, no habría sido necesario ningún despido porque los fondos que ingresaron desde 2017 en adelante fueron los más altos en la historia de la FPF.

En la asamblea se presentó el balance realizado por la FPF y el informe de la empresa Grant Thornton que se encargó de auditarlo. Esta firma, representada por Mario Navarrete, resumió su trabajo diciendo que la FPF es Disneylandia y no habían encontrado nada irregular. “Nosotros finalmente dentro de nuestra evaluación definimos que los estados financieros en su conjunto presentan, de manera razonable, la situación financiera de la Federación Peruana de Fútbol para el ejercicio dictado que es el ejercicio 2020”, señaló el auditor.

Esta conclusión llega a un nivel de absurdo si tomamos apenas un solo ejemplo. Cómo es que la mencionada auditoría no encontró la irregular subvención de un millón de soles mensuales en 2020 a Alianza Universidad, Atlético Grau, Carlos Stein y Deportivo Llacuabamba. Dinero desviado de manera ilegal a clubes amigos de Lozano y Chiri. Tampoco hallaron los gastos excesivos de alojamiento que la FPF ayudó a pagar a los clubes de provincia que jugaron la Liga1 en 2020 o el desvío de los fondos del fútbol de menores para otras actividades.  

Lozano y Edwin Oviedo, un pasado con ritmo de Zorba el griego.

Otro dato curioso es que el presidente de la FPF estrenó la “estrategia” de culpar al pasado para justificar el pésimo presente que no quiere asumir. Sostuvo que una de las grandes razones de las pérdidas del 2020, se origina en el desastre que significó el proyecto de la ‘Videna de Chaclacayo‘. “Hubo que asumir la pérdida ocasionada por la gestión del 2018 en el terreno de Chaclacayo que finalmente produce una pérdida en el balance general”, señaló Lozano, olvidando que en esa gestión él participó como vice-presidente. En realidad, los balances y auditorías que presenta la FPF son apenas burdas maneras de pretender evadir responsabilidades directas por dinero desviado, esfumado y nunca explicado.

Agustín Lozano y compañía siguen echando los dados y jugando con un dinero que no es suyo. O, visto de otro modo, un dinero que ya es suyo.

/ MÁS INFORMACIÓN
Ver nota completa

Alianza Lima decidió hacerle frente a los malos manejos de la FPF

Ver nota completa

Año I después de Messi