La decisión emitida por los integrantes del VAR señalando que el portero uruguayo Rochet se metió al arco pero la pelota no cruzó la línea de gol, dio lugar a que una gran mayoría se exprese con la actitud de resignación que se suele tener en Perú. “Ya perdimos, no se gana nada protestando”, “Acaso por reclamar nos van a dar el punto perdido”, “Hay que pensar en el partido del martes”. Son expresiones de conformismo. Es obvio que hay que pensar en el próximo partido y es obvio que un reclamo no va a modificar el resultado, pero reclamar sirve para dejar precedente de que el país no es pasivo, si a futuro quieren volver a robarnos por lo menos sabrán que se protesta, que se generan reclamos. Lo más fácil es volver a robarle al conformista, al que no dice nada.
La otra reacción acaso inaceptable es la de aquellos que terminaron diciendo: “El VAR dice que no fue gol”. Listo, para ellos santa palabra. Si el VAR lo dice es la verdad. Quienes le dan ese lugar al VAR no se detienen a analizar asuntos elementales.

En primer lugar, el VAR es un ente lleno de sospechas por fallos indebidos en la Champions League o en la Liga española y, sobre todo, en Sudamérica donde las dirigencias se manejan en función de arreglos y un sector del arbitraje es propenso a la corrupción, hablamos de aquellos árbitros que aceptan amaños a cambio de ser designados en los torneos importantes. Entonces, no hay que olvidar que el VAR como invento es útil, el problema es que al ser designados por dirigentes sospechosos termina siendo manejado por personas que caen en la corrupción.
En el partido de Perú con Uruguay ocurrió algo que podemos llamar la brevedad del VAR. Cada vez que la Conmebol suelta los videos y los audios del VAR, todos podemos ver que se liberan las tomas desde distintos ángulos y en los audios se escuchan las deliberaciones de los miembros del VAR desde varios puntos de vista y desde diversos ángulos. Pero esta vez solo dieron imágenes puntuales y breves.

Este fue el escueto diálogo para definir que no fue gol el disparo enviado por Trauco y que el portero uruguayo retuvo dentro del arco.
Árbitro: Balón al área.
Asistente: Todo habilitado
Árbitro: Calma, chequeen eso. ¿Para ti qué es Kleber? (Kleber Gil, el juez de línea)
Asistente: Gol. Check, check, check…
VAR: Vamos a chequear con la cámara, deja seguir. Más, más, está en juego ahí. Chequeado no entró.
Árbitro: ¿No entró?
VAR: No. Tenemos que mandar esa imagen, para esa imagen. Esta, vuelve, vuelve, adelante, ahí está. El balón no entra todo. Vamos a hacer un zoom acá. El balón no entra todo. Vamos a enviar esa imagen.

Nótese la rapidez. El juez de línea le dice gol pero el árbitro deja seguir el juego y luego rapidísimo el VAR le dice no es gol en una jugada compleja. Así de rápido, sin discusiones, sin mayor análisis, pasando por alto el criterio del asistente que afirma que fue gol y, sobre todo, sin hacer el análisis con el árbitro. ¿Por qué no se paró el juego y se fue a la pantalla? Por una evidente razón: si el árbitro hubiese detenido el partido —era lo que correspondía— se habrían tenido que ver los distintos ángulos de la jugada que no habrían hecho posible la manipulación de las imágenes que muchos han aceptado como válidas.
Al respecto, es bueno atender la experimentada opinión de Juan Carlos Oblitas. Los conceptos que presentamos los emitió en una charla privada cuya publicación ha sido autorizada a ONCE por el gerente del seleccionado peruano y figura histórica de nuestro fútbol.
Señala Oblitas que:
“Los del VAR están complicadísimos por una razón muy simple, porque la tecnología ahora está en manos de todos, entonces ahora no pueden engañar, ellos están acostumbrados a manipular las imágenes porque todas las imágenes se manipulan”.

Este es un primer punto. Todo video puede ser objeto de manipulación. Esa es una de las razones por las que 1) se exige que el VAR revise todas las imágenes y 2) que esas imágenes sean revisadas junto con el árbitro. Estas dos situaciones no fueron cumplidas en el partido que Perú jugó frente a Uruguay. Siendo obligatorio este procedimiento ¿por qué no cumplieron cuando se trata de algo tan importante como validar un gol que cambiaba el resultado y tenía directo impacto en las opciones de clasificación a un mundial?
¿Cuál fue la manipulación de los brasileños responsables del VAR? Oblitas indica lo siguiente:
“La más grosera es la que no hacen retroceder al arquero hasta donde retrocedió, hay una que ves directamente que el arquero retrocede prácticamente hasta el fondo del arco. La imagen donde ellos dicen que no fue gol, lo hacen paralizar al arquero cuando ya está adelantándose, o sea no muestran el retroceso total. Por eso nosotros hemos pedido a la FIFA las tomas de todo el video, no sólo las que han mostrado”.
Lo señalado corresponde a las imágenes que todos pudimos apreciar, menos los que aceptan dóciles lo que dicen los miembros del VAR, personajes que fueron designados por la corrupta dirigencia de la Conmebol.
En cuanto a las reglas que debían seguirse desde la cancha entre el juez de línea de ese sector y el árbitro Anderson Daronco, existe un error severo que muestra la intención de no validar el gol. Al respecto, Juan Carlos Oblitas hace notar algo muy importante:
“El gran problema fue el error de procedimiento arbitral. El juez de línea—y eso lo dicen las imágenes y los audios del VAR—, el juez de línea dice gol con el nombre del árbitro, gol, es gol, y empieza a correr hacia el centro del campo que es el procedimiento normal, y el árbitro lo para, no te apures algo así le dice. ¿Por qué? Eso no se puede, eso es inconcebible. Lo que tuvo que suceder es que el juez de línea tiene que correr a la par que dice gol, porque el árbitro le dice ¿estás seguro? y le dice gol. El juez de línea tiene que seguir corriendo y pararse en el medio del campo, con el banderín hacia adelante, correr y decir eso es gol”.

Dentro del procedimiento, una vez que se ha cumplido con lo que corresponde en cancha al árbitro y al juez de línea, recién ingresa el VAR, porque no se debe olvidar que por definición el VAR —Video Assistant Referee— es un sistema cuyo rol es el de ser un asistente del árbitro. Por eso, el análisis de Oblitas muestra un punto esencial al señalar que luego de las decisiones del árbitro y el juez de línea en cancha recién entra el VAR:
“Ahí recién el árbitro si quiere, puede darle tiempo al VAR, para que el VAR pueda ver todas la imágenes que quieran, pero este miedoso, temeroso, o sabe Dios qué, siguió jugando, mientras seguía jugando seguía hablando con los del VAR, y ahí es donde viene toda la manipulación, ese es el gran error conceptual, el error que ha habido es de procedimiento, y eso tiene que hacer que este árbitro y el juez de línea, no tienen que estar nunca más”.
En opinión de ONCE, la dignidad también juega. Entonces, lleguemos a una conclusión: nos robaron el empate ante Uruguay. No es algo discutible como les encanta a los eclécticos facilistas: “No se puede determinar con exactitud”. No es así. Están todas las evidencias. Si el árbitro hubiese actuado con honestidad paraba el partido consultaba con su juez de línea y luego consultaba con el VAR y miraba la pantalla mientras la televisión mostraba las imágenes en directo como en tantos otros partidos. Asimismo, si el VAR hubiese sido honesto habría mostrado todas las imágenes y no únicamente aquella que le favorece y que está manipulada.
Por eso es importante, a pesar de la pésima dirigencia que tenemos, que el Perú haya presentado un reclamo. La FPF ha informado que “se presentó, el último viernes, una denuncia contundente ante la FIFA, respecto a la actuación del árbitro Anderson Daronco, por los hechos públicamente conocidos. La FPF espera pronta respuesta de la FIFA bajo un conducto regular en sus procedimientos”.
No nos darán la razón, ya lo sabemos. Tampoco en términos de resultado deportivo sirve si nos dan la razón o no, pero se tiene que dejar en claro a futuro que si nos roban dejamos constancia y que los árbitros en cancha y en VAR sepan que no somos condescendientes y que en la historia quede registrado que en el Uruguay vs. Perú jugado en Montevideo el jueves 24 de marzo de 2022 por la penúltima fecha de las Eliminatorias Qatar 2022, nos robaron un punto importantísimo.