El 26 de agosto de 2014, el ciudadano Rodolfo Cieza Custodio presentó una denuncia ante el Jurado Electoral Especial de Lambayeque contra el candidato a la alcaldía distrital de Chongoyape, Agustín Lozano Saavedra. La denuncia era por haber incorporado información falsa en su declaración al momento de inscribirse como candidato por el partido Alianza para el Progreso (APP).
La información falsa incorporada por Lozano ante el ente electoral consistía en afirmar en el rubro Formación Académica que contaba con una Maestría en Docencia e Investigación Educativa. Sin embargo, cuando el señor Rodolfo Cieza —un indignado ciudadano harto de los desmanes de Lozano en la alcaldía de Chongoyape— realizó una búsqueda en los registros oficiales de la Asamblea Nacional de Rectores (hoy SUNEDU) llegó a comprobar que no existía ningún grado académico registrado a nombre de Agustín Lozano como Maestro, Master o Magister. Aparecían solamente el título de Ingeniero Agrícola por la Universidad Pedro Ruiz Gallo.
A pesar de haberse inscrito con información falsa, el Jurado Electoral le habilitó la candidatura por la influencia que ejerce en el norte el partido APP de César Acuña y, en un controvertido proceso electoral, Lozano logró ser electo como alcalde del norteño distrito de Chongoyape.
La autoridad edil inauguró algunas obras y dejó el rastro del falso título de Magister. Entonces, el 7 de marzo de 2016, se presentó ante la Segunda Fiscalía Penal de Chiclayo, el señor Nicolás Soriano Meneses, un profesor que ha investigado exhaustivamente a Lozano por considerar que las actividades realizadas por aquel siempre han dañado la buena marcha del poblado de Chongoyape.


Ante la fiscalía, Soriano presentó fotografías de las placas de inauguración de obras en las que el alcalde Lozano ordenaba colocar antes de su nombre las letras Mg. en alusión al título académico de Magister. El problema es que el alcalde Lozano no tenía ese título. La fiscalía acogió la denuncia porque se había configurado el delito de Ostentación de distintivos de función o cargos que no ejerce que está penado por el artículo 362 del Código Penal que se sanciona a quien: “se arroga grado académico, título profesional u honores que no le corresponden”. A pesar de todo, el fiscal archivó el caso.

Lozano suele vanagloriarse de que las denuncias en su contra se archivan. Esta, efectivamente, se archivó, pero la prueba definitiva de que Agustín Lozano cometió el delito, apareció en el año 2019 cuando la Universidad Particular de Chiclayo informó que Lozano recién obtuvo la maestría en Docencia Universitaria y Gerencia Educativa el 26 de abril de 2019.


¿Por qué este personaje que tiene 25 denuncias fiscales —sin contar la reciente por lavado de activos en Lima— logró archivar en el sistema judicial de Chiclayo las denuncias que se presentan en su contra? La respuesta la da el autor de la denuncia, el profesor Soriano: “Es que en Chiclayo la mayoría de jueces y fiscales, así como secretarios tanto del Poder Judicial como del Ministerio Público, o son profesores de las Universidades César Vallejo o Señor de Sipán de los Acuña y Lozano ha sido tres veces candidato de Alianza para el Progreso de los Acuña”.
En Lima, al menos en las fiscalías por lavado de activos y anticorrupción, las cosas son distintas. Digamos, que Lozano, esta vez, empieza a jugar de visita.