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Marruecos 2 Bélgica 0: ¡El León se comió a los Diablos!

La selección africana aprovecha un error de Courtois para adelantarse y luego sentencia en el descuento

Daniel Yaipén
Lima. - 27 noviembre 2022
Luego de 24 años Marruecos volvió a festejar un triunfo en una cita mundialista.

Se dice que en el continente africano se cree mucho en las supersticiones y en la brujería sin embargo hoy el elenco marroquí demostró que para ellos lo único que interesa es la confianza que tienen en su juego. La convicción que demuestran para volcar sobre el gramado el estilo de juego que les transmite su entrenador Walid Regragui, quién a pesar de tener recién 3 meses en el cargo ha sabido inculcar en su plantel una idea clara de juego. No en vano esta invicto en los 7 partidos que ha disputado con 4 victorias y 3 empates, las últimas dos presentaciones ya durante Qatar 2022.

En la previa del partido, a pesar del buen empate ante Croacia, había un claro favorito y eran los “diablos rojos” europeos, avalados por esos más de 300 millones de diferencia en valor de su plantilla en relación con la de los “leones” africanos. Si repasábamos su oncena nos encontrábamos al arquero del Real Madrid, al volante de salida del Atlético de Madrid, a la manija del Manchester City, a los siempre peligrosos hermanos Hazard y como si fuera poco en el banquillo al temible 9 del Inter de Milán, Romelu Lukaku.

Hakimi recibiendo la bendición en el beso de su madre.

Cómo si los antecedentes no fueran suficientes para hacer dudar a los marroquíes, luego de haber cantado su himno nacional perdieron a uno de sus baluartes en la defensa. El portero Bono, titular en el Sevilla de la Liga española, tuvo que ceder su lugar (se habla de una descompensación) a su compañero Munir arquero que milita en la liga de Arabia Saudita. A este infortunio quedaba sumarle que al minuto 44 del PT luego de que un tiro libre desde el rincón de Hakimi que derrotara a Courtois, el VAR detectó una posición adelantada con lo cual Bélgica se salvó de irse al descanso abajo en el marcador. 

Bono, el arquero marroquí se descompensó minutos antes de iniciar el encuentro.

Ninguno de estos hechos desmorono la certeza que tenían los capitaneados por Romain Saiss, back centro del Besiktas turco. Si bien la posesión del balón y el supuesto control del partido lo tenían los europeos, cada vez que Marruecos salía rápido en contragolpe avivaba las gradas, le daba al público asistente ese vértigo y alegría que sólo el fútbol de antaño, ese de las paredes y gambetas que miraba el arco rival puede darles.

Cada vez que Sofiane Boufal el extremo que milita en el Angers SCO de Francia zigzagueaba hacía tambalear la retaguardia roja, mención honrosa cabe otorgar a Youssef En-Nesyr el ariete del Sevilla español, chocó, aguantó, pivoteo y se dio mañana para complicar a los recios zagueros belgas mientras estuvo en el terreno de juego. El tramite seguía lento y lateralizado por parte de De Bruyne y compañia hasta que en el minuto 68 el estratega de los “leones” decidió refrescar su ofensiva con el ingreso de Sabiri y de Aboukhlal.

Si bien jugó al contragolpe el fútbol de Marruecos alegró la tarde en Qatar.

No tenía más de 5 minutos en el campo cuando Sabiri se paró enfrente del balón para cobrar un tiro libre esquinado a favor, de reojo miró que Courtois estaba robando un par de pasitos para interceptar un posible centro y no había puesto a nadie en el primer palo. El extremo que juega en el Calcio con las sedas de la Sampdoria se atrevió y empalmo un potente y enroscado balonazo que infló las redes para sorpresa de propios y extraños.

Courtois, esta vez cometió un grueso error en el tiro libre de Sabiri.

De ahí en adelante se pudo ver unos 25 minutos finales con una Bélgica yendo al frente al guerrazo y con pocas ideas, acelero la vuelta de Lukaku para buscar una cabeza salvadora, y al elenco africano merodeando el área contraria en cada contragolpe. Hasta que llegó el minuto 92 y tras una jugada sacada del manual del contragolpe perfecto.

Marruecos controló a las figuras belgas como De Bruyne.

Hasta que llegó el minuto 92 y tras una jugada sacada del manual del contragolpe perfecto, Aboukhlal ponía el segundo luego de una exquisita definición al ángulo superior izquierdo de la valla rival. El delantero que milita en la liga francesa y que en toda la temporada sólo se había llenado la garganta en tres oportunidades con el grito de gol, hoy hacía estallar de júbilo a más de 36 millones de marroquíes que seguían con angustia estos últimos minutos desde las gradas o por la pantalla de televisor. Definitivamente los goles llegaron desde el banco y la alegría final fue para el equipo que intento brindar el espectáculo en la hierba del Al Thumama de Doha.

El festejo africano. Marruecos tiene altas posibilidades de pasar a octavos.

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