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Martín Arredondo, un periodista todo terreno

Periodista televisivo de amplia trayectoria en el mundo político y del espectáculo, hizo divisiones menores en su Sport Boys querido, a donde llegó a alternar en la reserva. ONCE conversó con Martín Arredondo sobre su romance con el fútbol.

Daniel Yaipén
Lima. - 25 octubre 2020

“Para mí, el mejor jugador de toda la historia del fútbol peruano es Juan Carlos Oblitas, yo lo vi en sus últimos años y lo consideraba un jugador extraordinario de antemano. Ahora que estuvieron repitiendo los partidos de antaño en su totalidad, los vi todos. Los que él jugó en el Mundial del ’78 y en las eliminatorias al Mundial de España ’82 fueron una barbaridad. Todos jugaban bien, pero Juan Carlos fue un adelantado a su época. Hace 45 años ya hacía lo que exige el fútbol de hoy: iba y venía esa banda, tanto para el ataque como para la defensa de una forma impecable; era desequilibrante y encima siempre se la daba a un compañero. Te imaginas con las métricas de hoy en día, esos números serían superlativos y fácil estaría jugando en un club de primer nivel mundial. En mi opinión, el mejor jugador peruano de todos los tiempos, cerrado”, señala Martín Arredondo.

Su nombre la mayoría de los peruanos fácilmente identifica como uno de los conductores de “La Banda del Chino” (programa de Tv – Canal 4), pero también lo recuerdan como actor en la película de Aldo Miyashiro Once Machos (película basada en la pasión por el fútbol), e incluso como el conductor de su más reciente proyecto, Celebra Perú, a través de la señal de Movistar Plus, donde nos acerca a las hermosas festividades de nuestro país. Sin embargo, pocos recuerdan que Martín Arredondo lleva ya más de 20 años de exitosa trayectoria periodística en los principales programas de investigación peruanos. Siempre con reportajes exclusivos e inéditos, entre los que destacan el destape del caso “Madre Mía” con el ex presidente Ollanta Humala como protagonista principal, la primera entrevista a los líderes de Sendero Luminoso en el VRAEM y la historia de la masacre en Bagua. Aquí la entrevista.

Posando en la escenografía de la banda del chino.

¿Cómo y cuándo nació tu pasión por el fútbol?

Para mí el fútbol estaba ligado a libertad, era poder estar jugando todo el día en la calle. Esas clásicas pichangas que iniciaban al mediodía y duraban hasta las 7 de la noche, cuando tu mamá te gritaba para que pases a tomar lonche. A mí desde niño me encantó más jugar que ver el fútbol. ¿Sabes?, la vez que disfruté más de ir a un estadio fue en una comisión, que pude estar a ras de campo en un partido de selección; fue lo más cercano a estar dentro de la cancha. Escuchar los gritos de Pizarro y demás chicos de la selección, el ruido del impacto del chimpún sobre el balón, las indicaciones de la banca, es algo increíble. Definitivamente una experiencia inolvidable.

Estuviste en las menores del Boys, ¿era tu sueño ser futbolista profesional?

En algún momento pasó por mi cabeza. En cuarto de secundaria, “Chalaca” Gonzales nos llevó a un grupo de chicos del Claretiano a jugar en Boys. Ahí hice una mancha de amigos con “Patucho” Villanueva, Bratzo Gil, el “Chino” Huamán, “Ica” Becerra y muchos más chicos que no llegaron a primera pero hicimos un grupo humano espectacular. Si yo me mantuve esos casi tres años entrenando duro fue por dos motivos: el primero, el ambiente de amistad y compañerismo que alcanzamos fue increíble, lo que se reflejaba en el campo, hicimos una gran campaña en el torneo de la categoría. Mi segundo objetivo era ser convocado a la pre-selección sub 20 que dirigía Dragan Miranovic. Si lograba ser convocado podía ingresar a la Universidad Católica como  deportista calificado y eso me salvaba del examen de admisión. Había acabado secundaria sufriendo, así que como imaginarás, la idea de ese examen no me resultaba muy agradable. A mi mamá no le gustaba para nada la idea de que me dedicara a jugar al fútbol y a mi papá tampoco le encantaba, así que como no fui convocado y encima el grupo que teníamos se fue disolviendo, le perdí el encanto a seguir entrenando y, sin darme cuenta, poco a poco lo dejé.

Arredondo en las divisiones menores del Sport Boys

¿Y qué pasó con el sueño universitario?

Bueno, no me quedó otra que postular como cualquier mortal y no la agarré. En mi casa el tema fue grave, se había hecho un esfuerzo grande para que estudie en un colegio particular y además el gasto de la academia pre-universitaria. Yo me sentía pésimo, un total fracaso, en los peores momentos suelen aparecer los verdaderos amigos y “Patucho” (Villanueva) es uno de ellos. Recuerdo que me dijo “tú quieres estudiar comunicaciones ¿verdad? He visto que en Jesús María hay una escuela de periodismo” y me acompañó a averiguar, resultó siendo mi alma mater, mi querida Bausate y Meza donde cultivé la amistad de grandes personas que hasta hoy son parte de mi vida. “Patucho” hasta ahora me vacila diciendo que logró dos cosas importantes al mismo tiempo: “Salvé al fútbol de tenerte como jugador y logré un gran periodista para nuestro país” (risas).

En Perú asumo que eres hincha de la rosada, en el extranjero ¿de algún equipo en particular?

Claro, al Boys he ido a verlo desde que jugaba en el Telmo Carbajo y después con mi paso por sus canteras mi hinchaje se hizo más fuerte; ojo, no soy fanático, pero sí mi corazón late por la rosada. Del exterior tengo varios equipos, dependiendo el país, pero uno que me gusta en particular es el Ajax de Holanda. La capacidad que tienen para mantener un estilo a pesar de que los jugadores se van, y vuelven a armar otro equipo nuevamente con jóvenes, son una verdadera cantera y respetan su idea de sentir el fútbol.

¿Viendo a qué jugadores te enamoraste de este deporte?

Yo recuerdo que la campaña que seguí y disfruté más, fue la de mi Sport Boys en segunda división, estuve casi todas las fechas, fue el ´89 si mal no recuerdo. Lo que sí recuerdo es que como mi papá no era mucho de ir al estadio, yo me iba con mi tío Willy Ruiz y su hijo, ellos eran infaltables. Willy no era mi tío de sangre, pero era amigo de mi papá y vecino de toda la vida, por eso el cariño. El jugador que más admiraba era Ramón Anchisi, tenía todo, era hábil, inteligente, luchador, lo que transmitía a la tribuna era que él jugaba porque amaba la camiseta y eso en esos tiempos ya era algo inusual e invalorable. Jugadores que transmitan eso, son pocos. Otro que me daba esa sensación era el “Cholo” Simeone, un guerrero total. En el ’90 logramos el ascenso y llegaron Marquinho, Adao y Paris, a ellos se sumó Kukín, chibolo, y en el arco el paraguayo Jacinto Rodríguez. Tremendo equipo que se formó esos años, recuerdo mucho la Copa Libertadores con los colombianos y el triunfo en Medellín contra el Nacional de Higuita en el propio Atanasio Girardot, qué lindos momentos. Otro equipo que me encantó a pesar de no ser hincha, fue el Sporting Cristal del ’97, creo que en esa campaña todo el Perú fue hincha celeste. Verlos jugar era un placer para todo aficionado al buen fútbol, faltó muy poco para que se lleven la Libertadores.

Arrendondo, un fiel hincha de la selección.

¿El partido que más disfrutaste en tu vida?

Ese sí lo tengo fresquito: cuando le ganamos a Chile en la última Copa América. El 3 a 0 para dejarlos fuera de la final. No sabes cómo pude disfrutar ese partido, acabé totalmente sin voz y extasiado (risas); en ese partido a los chicos les salió todo. Y sin ser un solo partido, otro recuerdo un poco más antiguo es la campaña de Brasil en la Copa América del ’89 con Bebeto y Romario en la delantera; qué equipo arrollador y esos dos eran unas fieras arriba. Lo que nunca entendí es porqué ellos no jugaron el Mundial del siguiente año en lugar de Careca y Muller. Tuvieron que esperar cuatro años más para hacer dupla nuevamente y demostrar lo que valían, saliendo campeones en EE.UU. ’94.

¿El mejor jugador que viste?

Messi es talento a nivel Dios y definitivamente tiene magia en esos botines, pero sabes, yo valoro mucho lo que hace Cristiano Ronaldo y te explico por qué. CR7 tiene una disciplina tan grande que lo lleva a competir con un talento de la magnitud de Leo, él no nació así, de chico ni de adolescente, nadie decía “este va a ser el mejor jugador del mundo”. Su nivel ha ido en un constante ascenso y cada logro le ha costado muchísimo alcanzarlo, no solo es llegar, es saber mantenerse a ese nivel por más de una década. Somos unos privilegiados de haber podido presenciar en vida ese “duelo” constante entre dos genios del fútbol. De los peruanos, definitivamente Oblitas, todos crecimos oyendo que entre Cubillas, Cueto y Uribe estaba el mejor de todos los tiempos, y de hecho son jugadores extraordinarios, pero para mí, luego de ver las repeticiones completas de los partidos de la época, el trabajo de Juan Carlos fue subestimado. El Ciego era un adelantado a su época, un jugador completo al nivel del fútbol actual y con una eficacia para hacer ver todo fácil. En verdad jugaba una barbaridad, para mí es el mejor jugador peruano de todos los tiempos.

¿Un entrenador?

Jurgen Klopp, por la pasión que les transmite a los equipos que dirige. Primero hizo protagonista al Dortmund en una liga en la que el Bayern era amo y señor, luego lo que está haciendo con el Liverpool es simplemente histórico. Sus equipos no solo son dinámica y entrega, también ofrecen espectáculo a la tribuna, me parece súper completo. Del Perú tengo una gran curiosidad y un pendiente en mi agenda periodística. Quiero hacer una investigación sobre Marcos Calderón, quién era y qué tenía este hombre que fue campeón con Boys, Cristal, U y Alianza, ganó la Copa América del ’75 y nos llevó al Mundial del ’78. Dicen que era bravo y sabía cuándo guapear a los jugadores, pero yo creo que tantos logros no se basan solo en eso, siento que se subestima su capacidad y me gustaría llegar al fondo del tema para conocer qué más tenía este hombre para haber conseguido todo lo que alcanzó.

¿Cómo viste a Perú en este arranque de clasificatorias?

La verdad yo tenía confianza en el equipo por las horas de vuelo que llevan juntos, los triángulos que forman por derecha (Advíncula, Tapia y Carrillo) y por izquierda (Trauco, Yotún y Cueva) me tenían muy tranquilo. Mi única preocupación era la zaga central, siento que Zambrano y Abram son extraordinarios jugadores, pero aún no llegan al nivel de entendimiento que tenían la clasificatoria pasada Ramos y Rodríguez. Además, algo muy importante es que al menos uno de los zagueros debe ser la voz de mando de la zaga, así se evita que los laterales se queden enganchados o alguien suelte sus marcas en las bolas paradas. Gareca mismo subrayó su preocupación por la cantidad de goles recibidos en 2 partidos. Salvando este tema, me gustó mucho el temple del equipo y me sorprendió gratamente la personalidad que mostró André para aparecer cuando más lo necesitaba el equipo.

¿A quién te gustaría que el ‘Tigre’ le dé minutos?

Yo quiero ver a Peña, que le den 30 minutos, aunque sea 20, pero creo que Cueva ya necesita sentir que alguien le compite el puesto, y Sergio viene haciendo los méritos para tener una oportunidad. Hablando de reemplazos, me preocupa mucho que no tengamos quien sustituya en forma eficiente a Yotún. Tenemos que prender velas para que no se lesione, no tenemos otros con sus características.

Pichanga con el ex futbolista del Sport Boys Bratzo Gil amigos desde la infancia

¿Qué extrañas del fútbol de los ’90 versus el actual?

En realidad, a mí me gusta el fútbol actual, la dinámica, rapidez y vértigo con el que se juega. Para mí el fútbol ha evolucionado para bien, ojo, sin desmerecer lo que hacían las estrellas del pasado. Lo que hacían Maradona, Francescoli o Uribe en su momento era impresionante porque con otra preparación, canchas, balón y condiciones, alcanzaban un rendimiento excepcional, cada uno fue un fuera de serie en su época.

Para ti ¿qué significa jugar al fútbol?

Son 90 minutos en los que te olvidas del mundo. Los problemas, necesidades, angustias, pasan a segundo plano, todo gira en torno a una pelota entre dos arcos con 21 personas más que, como tú, se olvidan de todo. En los tiempos actuales eso es impagable, para mí definitivamente la mejor medicina contra el estrés.

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