El 28 de junio de 2018, en el Ekaterimburgo Arena, Francia eliminaba a Perú del mundial de Rusia por un tanto a cero, culpa directa de una pésima jugada del hasta entonces capitán más querido del país: Paolo Guerrero. Con ese resultado, el equipo nacional, liderado por el ex técnico argentino Ricardo Gareca, regresó a Lima, donde fue recibido como si hubieran recuperado el Morro de Arica.
Años después, frente al pelotón de fusilamiento y disputando el partido por el pase al mundial Qatar 2022, Perú perdía absurdamente ante un Australia sin mayores recursos, por penales, ante un arquero “díscolo” llamado Mathew Ryan, que supo alterar los nervios de un Álex Valera que nunca en su vida había pateado penales en una eliminatoria mundialista. Esa vez el retorno de Perú a Lima estuvo marcado por la tristeza, la bronca y el escándalo, pero esa es otra historia.

Francia nos eliminó del mundial y fue campeón del mundo. Australia nos eliminó del sueño y aún no sabemos para qué luego de ver el partido contra Francia en Doha. Mathew Ryan apareció después del partido en redes sociales vestido con la camiseta peruana; apareció también riéndose del café peruano. En las redes peruanas, tan sorprendentes muchas veces, un grupo de internautas confundidos lo llamaba “papá” (¡!) ¿Por quién hinchan entonces las desconcertadas gentes futboleras del Perú? ¿Por los franceses o los australianos?
Trazando una media entre las cinco casas de apuestas más conocidas en el circuito nacional, la cuota de ganancia a que ganaba Francia iba por un 1,27; que empataba contra Australia, un 6,05; y que ganaba Australia, un 11,90. Nadie entiende a los peruanos al momento de apostar a favor de sus verdugos (sobre todo al que hizo sorna de la derrota). Pero nadie esperaba que la victoria fuera tan apabullante contra los australianos.

Los galos, dos veces campeones del mundo, salieron al campo a defender su título con 4 goles a 1, frente a una Australia que se desinfló luego de marcar su primer tanto, anotado por Craig Goodwin. La primera jornada del Grupo D tuvo en Kylian Mbappé a su héroe máximo, con un gol y una asistencia que lo convirtieron en la figura del partido, junto a Rabiot y un Olivier Giroud que marcó dos goles, con los que alcanzó a Henry en la lista de máximos goleadores de la selección francesa, con 51 tantos.
Pero el inicio de esta victoria tuvo también su cuota más cara: el lateral izquierdo Lucas Hernández se lesionó gravemente y tuvo que ser reemplazado por su hermano Théo. Según el portal RMC Sport, el lateral francés se habría roto los ligamentos cruzados y estaría quedando -por el momento- fuera del mundial. A pesar de esta baja importante, el equipo francés recuperó los ánimos y sobrepasó a los australianos, los aplastó; sin embargo, la goleada pudo ser mayor, pero cometieron varios errores.

Es posible que no juegue el resto del mundial.
¿Rompió así Francia la “maldición” del campeón? Aún no lo sabemos. Pero lo que sí se pudo ver en las redes sociales, era la alegría de miles de hinchas peruanos al ver que Australia metía el primer gol, sorprendiendo a todo el mundo (como sorprendido quedó el mundo con la derrota argentina ante una guapeadora Arabia Saudita), aunque la alegría les duró poco. Francia demostró porqué es el campeón del mundo, y porqué su selección cuenta con jugadores que están considerados entre los mejores del planeta.
Al final del partido, los resultados de las apuestas se dieron a conocer. Los boletos perdedores se rompieron por miles y terminaron en los basureros. Y mientras algunos celebraban sus aciertos, otros se sumergían en la oscuridad de la noche en Doha, tan lejos del Perú pero tan cerca de los sueños porque, de alguna manera, los galos vengaron al sufrido hincha nacional, la mejor barra del mundo, que se quedó con los crespos hechos y el gol contenido en la garganta por cuatro años más, si es que el destino apuesta también por el Perú de nuevo y nos vende la esperanza de que se puede volver a soñar… Perú debió estar en Qatar.
Porque en el Mundial, lo último que se pierde es la ilusión.