Sebastian Salvatore, el preparador físico de Sporting Cristal

Hace diez años llegó al Perú para trabajar junto a Roberto Mosquera. Una interesante entrevista sobre la importancia de la preparación física en los futbolistas.

Daniel Yaipén
Lima. - 24 enero 2021

“Trabaja en silencio y deja que tus resultados hagan el ruido por ti”, esta frase parece calzar perfecta para Sebastián Salvatore (35 años), el oriundo de Villa Ramallo en Argentina. El preparador físico del Sporting Cristal que vive inmerso en el mundo del fútbol desde los 19 años y hace 10 es pieza clave en el comando técnico del profesor Roberto Mosquera, con quién lo une una amistad fraternal.

Juntos han asumido el reto de dirigir en cinco equipos de Perú y Bolivia. Han conseguido cuatro campeonatos nacionales y un sub campeonato. Números sumamente alentadores pero a Salvatore no le quitan la humildad y el enfoque, siempre busca puntos de mejora en su labor diaria.

ONCE conversó con el preparador físico, quien nos cuenta pormenores y detalles del día a día de un profesional enamorado de su trabajo y empecinado en seguir avanzando en busca de la excelencia.

¿Cómo conociste a Roberto Mosquera?

Por mi hermano, él había trabajado antes con el Sport Ancash y mi hermano llegó hasta él por recomendación de nuestro mentor César Vaioli, un preparador físico y mentor extraordinario. Era el año 2010 y mi hermano no podía venir con Roberto para tomar Sport Huancayo y me contactaron cuando yo estaba trabajando en Bolivia. Recuerdo que en primera instancia el contrato era por tres meses porque supuestamente después Roberto iría a la selección con Markarián pero al final no se dio y ya llevamos más de 10 años siendo compañeros de mil batallas.

Roberto Mosquera y Sebastián Salvatore.

¿Cómo lograste que Cristal rinda físicamente igual o incluso mejor que Universitario?

Nosotros tuvimos 3 partidos mas durísimos con ritmo de final ante Ayacucho. El secreto fue descansar, no hay magia o algo puntual, sino el cúmulo de varios factores de planificación y compromiso que propusimos como cuerpo técnico y el plantel acató de la mejor manera.

¿Cómo lograr descansar si tienes partidos cada tres días?

Te explico, Roberto es un tipo muy respetuoso del trabajo de cada uno de sus colaboradores y tiene la virtud de escuchar y discernir. Antes de la final con Ayacucho le propusimos quedarnos concentrados para hacer un trabajo especial con la nutricionista y el equipo de kinesiólogos, le propusimos hacer énfasis en la recuperación del equipo con trabajos físicos y/o de fuerza con poca carga, crioterapia, remoción. Trabajamos un poco más en recuperar que en lo táctico, porque el equipo ya sabia a qué jugaba. Si te pones a pensar, en medio año jugamos casi la cantidad de partidos que se debió jugar en uno completo, por lo cuál el plantel ya se había acostumbrado un poco a estos trabajos de recuperación extrema y la base casi siempre se mantuvo. Luego del receso y a pesar de jugar cada tres días y muchas veces en campos sintéticos sólo sufrimos la lesión de Marchán y sobre el final de Loyola y “Canchita”; muy pocas dadas las circunstancias.

¿En qué equipo crees que has logrado el mejor rendimiento físico colectivo?

El rendimiento de un equipo no puede separarse en un sólo aspecto. Lo técnico, táctico, físico y psicológico van de la mano siempre, no hay forma de separarlos. Por ejemplo, si no tienes disciplina táctica te vas a desgastar y cansar más rápido y si tienes un excelente rendimiento físico pero no sigues las indicaciones y te desordenas tampoco sirves para el fin común del equipo. El Cristal del 2012 fue muy superior en todos los sentidos a sus rivales pero no teníamos las herramientas que tenemos hoy de medición para comparar sus números. El Wilsterman de la Libertadores también era un equipo muy dinámico y que se sabía acomodar a distintos sistemas de juego con jerarquía, muy parecido a este Cristal 2020, con la salvedad que este último tiene mejor fútbol y un promedio de edad muy bueno para seguir creciendo.

¿La mejor campaña en la que has participado?

El 2012, ese equipo de Cristal tenía las 3 G. Ganaba, gustaba y goleaba, teníamos un recambio espectacular, salía Sheput entraba Mariño, salía Lobatón entraba “Neka” Vílchez. Un plantel completo y con una edad ideal para el mejor rendimiento de un futbolista profesional. En el Royal Parí de Bolivia tomamos un equipo entre los últimos lugares, sin jugadores de trayectoria, con poco presupuesto, y sin la ayuda de la altura. Aún con todas estas variables logramos obtener el subcampeonato ese año, considero fue una campaña muy valorable.

Con Mosquera hicieron subcampeón al modesto Royal Parí de Bolivia.

¿Qué es lo más difícil de hacer entender al jugador de fútbol?

Que incorpore hábitos de jugador profesional en su vida diaria. Cuando los jugadores son jóvenes se sienten tan fuertes que piensan que nunca van a sufrir lesiones. No trabajan en prevenir lesiones para su vejez deportiva. Los que lo entienden viven para el fútbol, comen, se entrenan y hacen trabajos preventivos continuos que les permite llegar en grandes condiciones hasta el final de sus carreras. Un claro ejemplo es Jorge Cazulo, un profesional total que a los 38 años fue vital en el último campeonato obtenido.

Si lo ponemos en porcentaje ¿Cuánto influye la parte física en el rendimiento de un jugador profesional?

Más allá de ganar o perder, sino estas bien físicamente no puedes ni siquiera competir. Roberto siempre se lo repite a los chicos, sin físico no hay nada. Por más que el jugador sepa qué hacer y tenga las condiciones para hacerlo no va a poder llegar ni sostenerlo durante la alta competencia. El físico es la base que te sostiene, sin eso no puedes cumplir con lo técnico ni lo táctico. Con los años y la experiencia también aprendes a moverte inteligentemente dentro de la cancha, a recorrer los espacios de una forma adecuada pero sin descuidar la preparación, sino, igual no alcanza.

¿Hay jugadores que por su biotipo o genética pueden tomarse ciertas licencias y trabajar menos que los demás?

Por más que tengas un somatotipo adecuado para jugar al fútbol si te tomas licencias te despotencias y no evolucionas. Si alguien abusa de sus condiciones físicas y/o talento porque con eso les alcanza a nivel local su limitante esta en la cabeza y nunca va a llegar a ser un jugador de élite internacional.

¿Qué es lo más difícil de mejorar en un jugador?

La velocidad, el que es genéticamente rápido no necesita ser más rápido pero tiene que trabajar la capacidad de serlo constantemente durante un partido de fútbol o el deporte que sea. Los extremos, por ejemplo, tienen diferentes cargas y eso se mide con los GPS, si te das cuenta son los que más recambio necesitan debido a que son los que más aceleraciones realizan dentro del campo. Por su parte los internos son los que más volumen de alta intensidad y cantidad de campo recorren. Sin embargo, muchos pueden jugar todo el partido sin problemas. Si bien es cierto corren más, realizan menos aceleraciones y tienen menos carga mecánica que un extremo.

Un jugador joven que no tiene un comportamiento profesional durante la semana ¿puede no ser detectado y rendir los fines de semana durante algunos años?

Si el club tiene mediciones y data de rendimientos previos no lo creo. Porque vas a comparar los datos de esfuerzo previos con el de esa semana y ahí va a saltar el tema, porque por algún lado va a tener que recuperarlo y eso cambiará sus números, por la edad lo puede sufrir menos pero ocultarlo por mucho tiempo en un equipo profesional imposible. Es muy lamentable que aún existan casos de jugadores que no sepan o quieran entender que es lo no negociable, si quieren ser profesionales del fútbol. En Cristal no hay margen de error, el que se equivoca no sigue siendo parte del proyecto y eso Roberto se lo deja muy claro al plantel.

Salvatore exige al plantel celeste el máximo esfuerzo.

¿Cómo defines el entrenamiento invisible?

Es todo lo que haces en tu vida fuera del club cuando no estás controlado y es tan importante como el mismo entrenamiento. Nosotros tratamos de tener la mayor participación posible fuera del club, este año nuestra nutricionista habló con las madres, esposas o novias de los jugadores para capacitarlas qué deben comer los chicos para estar en su mejor nivel, los lesionados con horario doble de rehabilitación y entrenamientos complementarios extras en casos puntuales. Otro aspecto en que se les incide es en su horario de descanso y que tengan un sueño corrido.

En este plantel de Cristal ¿Quién es el jugador que mejor responde a los trabajos físicos?

El puesto termina condicionando mucho los trabajos a los que son sometidos porque no vas a exigir lo mismo a un back que a un volante interior, pero si hablamos en general los que tienen los rendimientos más altos en plantel son Horacio Calcaterra y Christopher González.

Plantel de Cristal bajo las órdenes de Salvatore.

¿Y al que más le cuesta?

No tenemos uno que no haya mejorado con los trabajos indicados, todos tienen siempre algo que mejorar, acá tienen todos los controles y seguimientos para ser el mejor profesional posible. Por ejemplo, antes de irse de vacaciones se les mide el porcentaje de grasa y peso para controlarlos al regreso, si por ahí subiste medio kilo o uno normal pero no puedes venir con más. La pretemporada no es para bajar de peso, sino, para potenciar al jugador para que dure todo el año al nivel de exigencia que será sometido a nivel local e internacional.

¿La edad es determinante en el rendimiento de un jugador?

Determinante no, pero limitante sí, por eso es que no ves jugadores de 45 o 50 años. El mejor consumo de oxígeno está entre los 18 y 25 años sin embargo la edad ideal de un futbolista es entre los 27 y 30 años. Ahí es cuando logra su pico de rendimiento porque además de conservar aún buen estado atlético ya esta maduro en la toma de decisiones dentro del campo. Cada edad te quita y te da algo al mismo tiempo. Por ejemplo, en el 2012 cuando Cazulo me dijo “mi edad la determinan mis test, en ellos te darás cuenta qué puedo y qué no puedo hacer”. Después de ocho años lo volvimos a tener y seguro que hoy corre menos, pero mejoró en tantos otros aspectos que seguía siendo pieza fundamental dentro del grupo.

Sebastián lleva 10 años trabajando con Mosquera y han sido cuatro veces campeones.

¿Por qué elegiste la preparación física como profesión?

Por mi amor al fútbol, yo anhelaba ser jugador profesional pero como no tenía las condiciones necesarias y quería seguir ligado a este deporte que me apasiona vi en esta carrera una posibilidad real y que me agradaba. Mi hermano es sólo un año mayor y entramos juntos a estudiar Educación Física y fue ahí que conocimos al profe Vaioli que fue nuestro maestro en esta linda carrera. La adrenalina de ser parte de un comando técnico, anticiparse mentalmente a lo que va a pasar el día del partido, la capacidad de persuasión y convencimiento que tienes que tener para llegar al jugador fueron cosas que me engancharon muchísimo.

¿Hincha de qué equipo?

Confeso y fanático de Racing Club y ojo que no viene de familia ni somos de Avellaneda. Recuerdo haberme vuelto hincha del equipo cuando jugaba el uruguayo Rubén Paz, tapaba el “Pato” Fillol, en la zaga estaba Gustavo Costas. A los pocos años llegó a atajar Goycochea, después de haber sido el héroe en el Mundial de Italia ’90.

¿El gol que más gritaste?

El de Junior Ross en el Cusco, en la final de ida contra el Garcilaso.

Festejo en el Mineirao con el Jorge Wilsterman de Bolivia.
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