¿Son los penales realmente una lotería?

Todos los datos sobre el arte de patear penales y su relación con la psicología al momento de ejecutarlos.

Alvaro Morata antes de fallar su penal en la tanda de semifinales de la Eurocopa en el España - Italia.
Kiko Llaneras
- 18 julio 2021

Antes se decía que los penales eran un lotería. Ahora está de moda decir lo contrario, también hasta llegar a exagerar. El lanzamiento desde los once metros es una mezcla de suerte, habilidad, estrategia y psicología. A continuación recopilo una docena de estadísticas, estudios y claves del tiro de penal.

1. Los penales se marcan el 76% de las veces, pero hay especialistas. Los tiradores habituales marcan el 77% y los novatos el 75%, según InStat. Pero me he fijado en los jugadores que más penales han tirado del siglo XXI para buscar a los mejores:

– Messi ha marcado un 78% (130 lanzamientos)

– Ibrahimovic un 84% (100)

– Cristiano Ronaldo un 84% (166)

– Lampard un 85% (70)

– Eden Hazard un 88% (57)

2. No está claro que sea mucho mejor tirar primero. Un estudio muy citado de Ignacio Palacios-Huerta observó que en las rondas de penales el equipo que lanzaba primero ganaba el 60% de las veces. Eso era mucha ventaja y el resultado se menciona a menudo. Sin embargo, un trabajo posterior con el triple de datos (540 tandas) redujo el beneficio de mover primero al 53%. Es decir, que la ventaja quizás existe, pero es bastante pequeña.

Después de los penaltis entre España e Italia, el futbolista Gerard Piqué comentó que esa ventaja de lanzar primero es injusta —lo es— y sugirió un formato alternativo: lanzar en orden ABBAABBAAB… Así los equipos se van alternando la ventaja (como se hace en tenis con el saque de un tie break).

3. Disparar precipitadadamente es señal de fallo. El psicólogo Geir Jordet dedicó cinco años a estudiar tandas de penales y hace poco resumía en Twitter su trabajo: “Es un juego psicológico”. Es una situación de presión y los nervios se pagan. Se puede observar a veces en las prisas con que el tirador coloca la pelota o si reacciona muy rápido al silbato del árbitro. Esos penaltis precipitados se marcan solo el 57% de las veces, mientras que los jugadores que esperan un segundo o más después del pitido del árbitro marcan el 81% de las veces.

4. El lanzador debe tener el control. Lo explicaba Dave Reddin, el anterior jefe de estrategia de la selección inglesa, en un artículo de The Athletic: “Lo importante era decirle a los jugadores que tenían el control. Ellos deciden cuándo hacer el lanzamiento. Depende de ellos, no del árbitro ni del portero”. En 2016, una de las misiones de Reddin era romper la maldición de Inglaterra en las tandas de penales (que efectivamente acabó en el Mundial de 2018). Los británicos habían sido los peores en las rondas durante años, y uno de los patrones que encontraron al analizar sus tiros fue que lanzaban muy deprisa tras el pitido del árbitro , como si fuese un pistoletazo de salida.

Son los mismo datos que daba Jordet en un trabajo de 2009: los ingleses apenas esperaban 0,3 segundos antes de disparar. Eran los más impacientes, muy cerca de los españoles. En cambio, los alemanes se tomaban el doble de tiempo y los franceses, el triple. (Este patrón también lo menciona el periodista Ben Lyttleton en su libro Twelve Yards, dedicado a los penales).

6. Parece que incluso ayuda la ilusión de control. Los penales quizá son una lotería, pero cuando Jordet entrevistó a una decena de futbolistas, encontró un patrón: los jugadores que pensaban que era todo cuestión de suerte eran más proclives a experimentar una ansiedad destructiva: “La percepción de control es clave”, explica.

7. Es más fácil tirar para ganar que para no perder. Los jugadores solo convierten en gol el 62% de los penales cuando necesitan marcar para no perder inmediatamente la tanda (por ejemplo, cuando vas perdiendo y eres el segundo en lanzar el quinto penal). En esos momentos se ven más señales de nervios, como preparaciones cortas y miradas al suelo. En cambio, los penaltis decisivos para ganar se transformaron con éxito el 92% de las veces.

8. Según avanza la tanda, aumenta la presión y el número de fallos. El primer tiro se ha convertido casi el 90% de las veces, mientras que el tercero, cuarto y quinto están por debajo del 80%. El cuarto ha sido históricamente el peor, aunque la diferencia no parece significativa. A partir del sexto lanzamiento el acierto no llega al 70%, porque sube la tensión y lanzan los peores.

9. Hay jugadores con repertorio. Como explica Reddin en The Athletic, un especialista como Harry Kane “tiene cuatro o cinco penales diferentes que practica regularmente”. La idea es mantener un hábito, automatizar el tiro y sentirse cómodo cuando se le pide que haga lo mismo bajo una presión extrema.

Luego están los jugadores que no tiran penaltis normalmente. Para algunos, la tanda de un mundial o una Eurocopa puede ser la primera vez que lazan un penalti como profesionales. Lo que sugiere Reddin con esos jugadores es “encontrar un lanzamiento”, elegir una mecánica y practicar para ganar confianza. Lo que no quieres es que se vean en mitad de carrera pensando qué van a hacer.

10. Hay dos formas de tirar penaltis: portero-independientes o portero-dependientes. Hay especialistas como Kane, que apuntan a zonas concretas sin importar lo que haga el portero. Si son capaces de ajustar el balón a un lado, o si lo elevan, los penaltis son muy difíciles de parar. La alternativa es decidir el tiro mirando al portero.

El lanzador hace una carrera lenta, mantiene la sangre fría y solo decanta el tiro cuando intuye a dónde va a moverse el guardameta. Es una técnica estupenda, pero difícil de perfeccionar. Según The Athletic, así se lanzaron 4 de los 6 penales fallados durante la fase de grupos de la Eurocopa, incluido el que erró Gerard Moreno contra Polonia.

Eden Hazard es uno de los futbolistas que tira así los penales, y tiene como vimos antes el mejor porcentaje de acierto en la élite (apenas falla uno de cada diez). En este vídeo se le ve tirar 15 penales, siempre mirando el movimiento del portero, y en todos menos uno lanza al lado contrario. Si pausáis la imagen antes de que Hazard toque el balón, veréis que los pies del portero casi siempre le delatan. Si se mueve muy pronto, el delantero empuja el balón por el medio para asegurar el gol. Los problemas solo vienen si el portero aguanta quieto, pero los lanzadores que usan esta técnica suelen tener un disparo de último recurso, que ejecutan cuando pasa eso.

¿Sabes qué otro jugador lanza igual los penales? El italiano Jorginho (88% acertados, tras 33 penales), que marcó el último contra España para poner a su selección en la final de la Eurocopa. Si lo veis repetido, se le ve dar un saltito, que es algo que hace a veces, como para empujar al portero a moverse, y luego espera a Unai Simón, que aguanta pero acaba yendo hacia su derecha, para ver cómo Jorginho la mete por la izquierda casi con suavidad.

El italiano Jorginho batiendo a Unai Simón en el penalti decisivo del Italia – España.

11. Quizá lo importante es elegir quién empieza. Si tirar segundo en la tanda no es malo, como vimos antes, ¿significa eso que Italia no empezó con ventaja la tanda de penales contra España? No tan deprisa. Resulta que un estudio reciente se ha fijado en otro detalle: la ventaja de decidir quién empieza.

El lunes hubo una escena curiosa antes de los lanzamientos del Italia-España. El árbitro lanzó una moneda dos veces, siguiendo la normativa actual, primero para decidir la portería y después para decidir qué capitán elegía el orden de lanzamiento. Al principio hubo una confusión y el italiano Chiellini se puso a bromear con Jordi Alba, que ponía cara de “ninguna gracia me está haciendo”. El caso es que ganó Chiellini y decidió que Italia lanzaría primero.

Pues bien, según el estudio, ese simple hecho de decidir el orden —y con independencia de que decidas tirar primero o segundo— sí se asocia con una mayor probabilidad de ganar la tanda de penaltis. En las 207 rondas desde 2003 (sumando Mundial, Eurocopa, Champions y Europa League), el equipo que decidió el orden ha ganado el 60% de las tandas. Quizás es casualidad, pero también puede ser algo mental o una ventaja estratégica.

12. Las superestrellas pueden ser un punto débil. El resultado más llamativo de los trabajos de Jordet es lo que pasa con los jugadores mediáticos: después de recibir un premio individual —como el que entrega la FIFA—, los jugadores marcan el 65% de sus penales, en lugar del 89% que marcaban antes del premio. Una parte se puede deber a la regresión a la media, pero también que “su estatus añada presión a un evento que ya era de alta presión”.

13. Los fantasmas te persiguen. Otro trabajo de Jordet: si tu equipo ha perdido las últimas tandas de penales, es más probable que falles tu penalti. El resultado es válido aunque tú no participases en aquellas rondas, lo que sugiere que puede ser un efecto de presión psicológica.

14. ¿Alternativas a los penaltis? Me preguntaba si tendría sentido dar la victoria a los puntos, usando los goles esperados (xG). Lo haría en la prórroga. Si el partido acaba con empate, se juegan 30 minutos extra, pero en ese tiempo los equipos tienen un doble objetivo: marcar y tener ocasiones. Si hay goles, ganará el que marque más, pero si hay empate, en lugar de tirar penales, se lleva el partido el equipo que haga disparos más peligrosos en la prórroga. Para eso habría un minimarcador con la suma de goles esperados, que, recordad, son una métrica de la probabilidad de acabar en gol de cada remate realizado.

Con este formato, España se habría ahorrado los penaltis contra Suiza en los cuartos de final, porque en esos 30 minutos hizo muchos remates de peligro, según los datos de Driblab.

Ocasiones de gol en el Suiza – España (xG, goles esperados). Fuente: Driblab.

¿Contra Italia? Ahí no está claro porque apenas sumaron 0,1 xG cada equipo. Los últimos 15 minutos habrían sido muy diferentes.

Ocasiones de gol en la prórroga del Italia – España (medido en xG, goles esperados). Fuente: Driblab.

No lo he pensado mucho y seguramente es mala idea. Desde luego, habría que pulir detalles: por ejemplo, convendría poner un mínimo para evitar que los equipos se pusieran a disparar desde 40 metros para sumar xG de 0,01 en 0,01.

Otra opción más loca es recuperar lo que hacían en la liga de fútbol de EE UU en los años noventa: tiraban los penales como en hockey. El atacante salía corriendo desde medio cambio con el balón controlado y tenía unos segundos para batir al portero.

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