Previo a llegar a ser el actual administrador de Universitario, Jean Ferrari, un ex jugador de nivel medio y ahora empresario, se desempeñó como Director Nacional de Recreación y Promoción del Instituto Peruano del Deporte (IPD). En 2019 asumió el cargo de gerente deportivo de la ‘U’ que mantuvo hasta mediados del 2020. En 2021 fue candidato al Congreso como parte del partido Victoria Nacional. Es decir, el ex futbolista de la ‘U’ y Cristal, empezó a vivir un ascenso rodeado de amistades e influencias políticas.
En esa línea, llegó el 25 de agosto de 2021 cuando la SUNAT anunció que Ferrari había sido nombrado nuevo administrador provisional de Universitario de Deportes. El comunicado con su nombramiento tenía una cuota de humor involuntario porque decía que Ferrari fue elegido “tras un riguroso proceso de selección donde se evaluó a 18 postulantes”. Nunca se conoció con exactitud quiénes fueron los otros 17 aspirantes o qué ofreció Jean Ferrari de distinto para superar a tamaño pelotón.

Lo que puso en evidencia el origen real de ese nombramiento fue la sorpresiva visita del flamante administrador crema a Palacio de Gobierno. Apenas 48 horas después de tener el cargo, el ahora administrador se reunió con el presidente Pedro Castillo. Mientras una enorme cola de autoridades y personajes urgidos de una cita para problemas del país, no eran recibidos, el ex futbolista ingresó a la casa de gobierno para hablar con Pedro Castillo del “urgente tema” del fútbol crema.
¿Cómo logró el cargo y la reunión Ferrari? Como ahora lo hacen empresas que obtienen licitaciones, personas con ansias de poder y compañías que buscan aumentar riqueza: mediante Karelim López Arredondo, la hoy investigada lobista. Ferrari ya conocía a Karelim de mucho antes, incluso no quiso responder a su relación con esta mujer, cuando, durante las elecciones congresales del año 2020, fue interpelado por la candidata de Acción Popular, Jheydi Quiroz (presidenta de la barra femenina de la U). Y quien calla, otorga. Fue mediante Karelim López que el administrador de la ‘U’ logró sentarse a conversar con Pedro Castillo el 27 de agosto pasado. En esa reunión también estuvo Karelim López, según registra el Portal Transparencia.
“Hemos hablado con el presidente. He salido muy contento y resalto al presidente como persona. Es alguien muy sencillo, muy humilde y además es hincha de la U. Esperamos que con esto podamos encaminar al club. Hoy, estando yo designado como el nuevo administrador del club, he venido a brindarle todo el apoyo al Gobierno para que el fútbol y el deporte pueda mejorar”, manifestó un sonriente Ferrari a la salida de su reunión que, en realidad, fue para agradecer el nombramiento y, acaso, para explicar cuáles serían los beneficios a futuro para Castillo y Karelim López.

Cuando Ferrari declaró que había asistido para “brindarle todo el apoyo al Gobierno” más de un periodista sonrió burlonamente. ¿Desde cuándo un administrador nombrado por un ente estatal iba a dar apoyo al gobierno de turno? ¿Acaso el gran club Universitario de Deportes es un partido político? La alegría de Ferrari —y entre las sombras la alegría de Karelim López— se debe a la administración de una deuda descomunal que asciende a 384 millones de soles y, por los vínculos con el poder, empiezan a sobrevolar los anuncios de ‘facilidades’, ‘condonación’ palabras que son preámbulo de situaciones turbias.
No es casualidad que Jean Ferrari declarase que en la reunión con Castillo, se comprometió a sanear las deudas del club. “Queremos dejar claro que nosotros como institución queremos pagar toda la deuda: tributaria, deuda comercial y laboral”. Tenía 48 horas en el cargo y hacía un anuncio sobre un tema que lleva años en discusión.

Recordemos que Universitario tiene en juego no solo esa deuda millonaria, sino dos muy apetecibles inmuebles: Campo Mar y el Estadio Lolo Fernández. Además, si la SUNAT otorgase beneficios a la ‘U’ por estas relaciones con la lobista de Pedro Castillo, se abre un escenario para las movidas financieras que no serán, precisamente, para el crecimiento de la histórica institución. Jean Ferrari no es un ejemplo en la materia y ya desde sus tiempos de futbolista protagonizó un extraño pase a un club argentino cuyo nombre nadie recuerda.
De entrada, Ferrari ya empezó a congraciarse con la lobista Karelim López Arredondo que le puso sus influencias a disposición. La “U” ha incorporado en sus divisiones menores al hijo de la mencionada, Jonny Milla López, un chico sin condiciones ni talento para pegarle a una pelota. Milla es el engreído de la Sub 18 de la ‘U’ y tiene todas las facilidades. Llega a la hora que quiere, arriba en su lujosa camioneta con chofer, y mientras otros padres deben treparse a un puente para ver los partidos, su madre Karelim López ingresa sin problemas.

Peor aún, la deshonesta influencia es tan notoria que el entrenador de la Sub 18 crema, Martín Ramírez fue despedido por negarse a poner como titular al hijo de Karelim López en el partido de la categoría contra Alianza Lima. Según testimonio del exdirigente Mariano Castillo, Ramírez le reveló que Eduardo Espona, Jefe de la Unidad Técnica de Menores de Universitario, le dijo: “Tú pon a Milla, que es hijo de la señora Karelim, en el clásico”. Ramírez no lo hizo y al día siguiente lo botaron. Así se maneja un club tan grande en menores.
Este es nuestro fútbol. Administradores que llegan al cargo por turbias influencias, intercambian favores, y permiten inventar seudofutbolistas en una casa en la que surgieron grandes figuras. Nexos que dejan en claro la suciedad que hay en entidades nacionales y deportivas.