En 1999, siendo sub oficial de Tercera de la Fuerza Aérea del Perú, Marco Antonio Zamir Villaverde García fue acusado de pertenecer a una banda cuyas actividades delictivas las realizaba junto a otros oficiales en sus días de franco. En el video que registra el día de su expulsión se ve a un joven Zamir Villaverde visiblemente nervioso, tratando de justificarse negando con la cabeza mientras un oficial que lo sujeta de uno de sus brazos delante de sus compañeros de armas que le dan la espalda mientras él, con ropa de civil, es puesto en manos de la Policía Nacional tras ser degradado en un acto oficial donde le fueron arrancados los símbolos patrios que él había jurado respetar cuando ingresó a la FAP.

En febrero de 2007, y tras una persecución policial por las calles de Miraflores, su nombre volvió a ser noticia tras asaltar la trattoria Donatello en la Av. Pardo donde él y su banda mantuvieron secuestrados a los clientes por varios minutos mientras los desvalijaban de sus pertenencias, además de robar la caja fuerte. En su fuga, Zamir Villaverde disparó a quemarropa contra un miembro del serenazgo. La policía logró detenerlos tras una intensa balacera. Según el reporte de condenas de la Corte Superior de Justicia de Cañete, Villaverde fue sentenciado en 2009 a 10 años de cárcel por delito agravado y aunque en el 2013 se le agregó otra condena de 4 años por colusión y falsificación de documentos, en el año 2015 estaba en libertad. En 2016 su esposa lo denunció en la comisaría de La Molina por maltrato físico y psicológico y un juez dictó una orden de alejamiento.

Empezó a trabajar como apoderado en la empresa de seguridad VIGARZA S.A.C., propiedad de su familia. A partir de esta empresa Zamir Villaverde extendió sus actividades al sector inmobiliario. Villaverde es dueño de muchas empresas, una de ellas, Villaverde Company Inmobiliaria e Inversiones, adquirió hace unos años una propiedad que había sido embargada por el Poder Judicial a un coronel de apellido Alfaro, condenado por corrupción en uno de los casos vinculados a Vladimiro Montesinos. Ubicado en el kilómetro 126 de la Panamericana Sur, en Cañete, en la playa Conchitas, este terreno de gran extensión y buena ubicación se encuentra ahora en litigio, custodiado permanentemente por un grupo de matones armados a los que la Policía Nacional no puede ni detener ni retirar ¿la razón? la amistad y los lazos de poder que ahora tiene Zamir Villaverde García con altos mandos policiales, tal como se deja ver en sus redes sociales, siendo incluso invitado principal en actos protocolares. Con el tiempo ha ido apropiándose de terrenos aledaños para convertirlo en un proyecto inmobiliario de apartamentos con vista al mar.

El abogado Jhonny León Matta ha denunciado públicamente que la propiedad de este y otros terrenos adjuntos es ilegal, y que la presencia de los matones de Zamir Villaverde han convertido esa tranquila zona de viviendas familiares en un lugar en el cual por orden de Villaverde sus matones han levantado tranqueras y piden a los propios vecinos que muestren sus DNIs para ingresar a sus viviendas mientras lucen sus armas en la cintura.
Según registros públicos, el socio mayoritario de Villaverde Company es MAZAVIG Transport Co., otra de las empresas de Zamir Villaverde García. Es decir, él mismo es su propio socio y esta empresa es la propietaria de la camioneta que está actualmente a disposición del sobrino del presidente Pedro Castillo, Fray Vásquez Castillo, hijo de Adelinda Castillo Terrones, hermana mayor del presidente, y quien sería además el puente entre Zamir Villaverde García y el presidente de la Nación.

En medio de este escenario, y en un afán de ganar algo de buena imagen, Zamir Villaverde García dirige también la Fundación Villaverde, que se encarga de la asistencia a personas de la tercera edad, una actividad filantrópica que se presta a muchas preguntas que esperan respuestas.
Este personaje es el que eligieron Agustín Lozano y Oscar Chiri para relacionarse con él y para contratar los servicios de la empresa VIGARZA para que se encargue de prestar servicios de seguridad en La Videna. Por lo tanto, la seguridad de la selección peruana y de los seleccionados de menores se encuentran en manos de un personaje cuyos antecedentes están alejados de criterios básicos de honestidad y cuyas relaciones actuales con el poder se empiezan a revelar. Una capa de oscuridad más en el negro telón con que la gestión de la FPF ha cubierto al fútbol peruano.

La información de este informe ha sido tomada del reportaje presentado por el programa Cuarto Poder de América Televisión.