El primer sacrificio de Rodrigo Vilca fue despedirse de su madre a los once años. Entre lágrimas, en una fría noche madrileña, Vilca regresaba al Perú después de haber vivido ocho años en España. Un país que lo acogió cuando apenas había aprendido a caminar. Más allá de la comida y algunos amigos, no tenía mayor contacto con el Perú. Hasta aquel viaje y la decisión de su padre de llevárselos a su patria. “Para nosotros fue muy duro separarnos de nuestra madre. De ahí en adelante el fútbol pasó a tomar un papel cada vez más importante en mi vida”, cuenta el enganche del Deportivo Municipal.
Hace un par de semanas, Vilca, de 21 años, fue convocado por primera vez a la selección nacional de mayores, en un microciclo donde Ricardo Gareca y su comando técnico apuntaron su nombre en mayúsculas. Y eso es lo que ansía de ahora en adelante: destacar y calzarse la bicolor con regularidad.

¿Tus primeros recuerdos dándole al balón?
Con mi hermano participábamos en campeonatos de dos contra dos. Nos entendíamos perfecto y ganábamos seguido. En paralelo comenzamos a jugar por la academia San Vicente de Albacete en los campeonatos regionales. Incluso llegamos a entrenar en la academia de un uruguayo, ídolo del Albacete en los noventa, llamado José Luis Salazar. Después ya nos vinimos al Perú.
¿Cuando regresaste a vivir acá, ¿qué fue lo que más te costó?
Al principio la escuela, el barrio, todo en general. Allá era muy tranquilo y acá llegamos a Gambetta en el Callao, el barrio de mi papá de toda la vida. Felizmente él es súper respetado y nos pudimos adaptar rápidamente.
¿Y en lo futbolístico?
Definitivamente el contacto. Acá desde menores te pegan, hay más maña y son cosas que en España los árbitros sí cobraban. Pero también traje conmigo cosas que me sirvieron y sirven hasta ahora como la visión y el panorama de juego para aprovechar las dimensiones del campo de juego.
¿Cuáles fueron tus primeros equipos en Perú?
Comencé en el Blue Ray del Rímac, después jugué la Copa Comercio por el Sporting Diez. Eso me llevó a entrenar con el Sporting Cristal, pero solo por mes. En ese momento me buscaron de la Universidad César Vallejo. Ahí sí me quedé por cuatro años, hasta los 17. A esa edad llegué al ‘Muni’ y a los 18 años debuté en la profesional en el último partido del campeonato del 2018, con el ‘profe’ (Víctor) Rivera. Antes del debut tuve dos fracturas una en el pie acabando el 2017 y otra en la clavícula comenzando el 2018. Fueron momentos complicados, pero yo tenía mis objetivos claros, y con el apoyo del cuerpo técnico logré debutar. En el 2019 ya alternaba. En el 2020 se puede decir que estoy dentro de la base del equipo.

¿Tu mejor virtud?
Encarar, desequilibrar, filtrar pases de gol, y pegarle bien a los tiros libres.
¿Tus puntos de mejora?
De todas maneras, la marca y retroceder en conjunto.
¿El mejor ‘10’ de la actualidad y el mejor ‘10’ que viste?
De la actualidad, Neymar. De los que recuerdo, Ronaldinho. También recuerdo mucho a (Luis) Figo de la época que vivía en España. Mi papá me llevó al estadio a un Real Madrid-Albacete. Ver a los ‘Galácticos’ en vivo fue simplemente impresionante.¿Y de los peruanos?
Mira, la verdad, allá no veíamos futbol de acá. Incluso, ahora de grande, veo poco fútbol peruano, pero siempre me gustó el juego de Carlos Lobatón. El mejor ‘10’ de los que vi.
¿Crees que es una característica de tu generación no ver fútbol?
No sé si de todos, pero sí sé de varios que nos encanta jugar, pero ver fútbol no tanto, a menos que sean partidos importantes de ligas europeas. Cuando termino de entrenar me gusta desconectarme. Me relajo con películas y música que me ayudan a manejar la presión y permanecer tranquilo para afrontar mi carrera. Igual, sí veo los videos que el comando técnico nos hace llegar para conocer a los rivales que enfrentamos. Eso sí de ley.
¿Cuál es el compañero con el que te entiendes mejor dentro del campo?
Tengo más de uno. De los volantes con (David) Dioses y (Mario) Valverde. De los delanteros con ‘Mati’ (Succar). Ya son varios años jugando juntos, desde la Reserva, y se nota en la cancha.
¿Por qué crees no estuviste en las selecciones de menores?
Estuve en un microciclo para una sub-18 en el 2017, pero fue muy corto el tiempo. Me imagino que aún no era mi momento, pero no me amilané y seguí trabajando. Por eso ahora lo disfruto tanto, porque siento que es un premio a mi esfuerzo.
¿Qué tan cerca te ves de la lista para la fecha doble de octubre?
Mira, si bien no pude hacer fútbol en estos días en La Videna (fatiga muscular), me siento con posibilidades. Tengo claro que hay un equipo base, pero las circunstancias (pandemia, falta de continuidad y lesiones) me permiten tener esa ilusión. Y si no se da, pues nada, tranquilo. Mi momento llegará.
¿Qué fue lo que más te impresionó en La Videna?
El ambiente de trabajo, profesional y familiar al mismo tiempo. Llegas, desayunas, luego te pesan y te preparan para la sesión de entrenamiento. Todo súper minucioso y profesional. Se siente que estás en una selección de nivel.
¿Y de Gareca?
Me impresionó su sencillez y lo directo que te expresa sus ideas. Conmigo tuvo una conversación donde me indicó que mantenga la humildad, y me señaló puntos que desea que refuerce en mi juego.
¿Cuáles?
Que me acostumbre siempre terminar las jugadas, que utilice más mi remate de media distancia. También en el tema de la marca y el repliegue defensivo cuando el equipo pierde la pelota y se dispone a recuperarla.

¿Si tú fueras el técnico de Perú llamarías a este Rodrigo Vilca de 21 años para esta fecha doble que se avecina?
Claro que sí. Por mi futbol, disposición para el trabajo, ganas, esfuerzo y profesionalismo que demuestro desde que me convertí en futbolista profesional.
Siguiendo con ese ejercicio, ¿cuál sería tu oncena en Asunción teniendo en cuenta las lesiones y circunstancias actuales?
Gallese; Advincula, Zambrano, Abram, Trauco; Tapia, Yotún, Pacheco, Vilca, Carrillo y Farfán.
¿Cuáles son tus expectativas a corto y mediano plazo?
Acabar este año clasificando con Muni, mínimo a una Copa Sudamericana. Ser un convocado habitual de la selección. En uno o dos años emigrar a una buena liga extranjera para seguir evolucionando en mi juego. De Sudamérica me gusta mucho la liga brasileña, y de Europa, las ligas de Inglaterra y España.