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Así fue el Perú vs. Chile, Eliminatorias al Mundial de 1974

Una rivalidad que dio lugar al llamado Clásico del Pacífico. La historia de cómo un brillante equipo peruano fue eliminado del Mundial Alemania 74.

Redacción ONCE
Lima - 8 noviembre 2020

Acuérdate que hasta 2002 el campeón mundial vigente no jugaba en la eliminatorias por tener su cupo asegurado al torneo siguiente. Para 1974 con Brasil con su tiquete ya listo, quedaban nueve selecciones sudamericanas peleando por sus tres tradicionales cupos al Mundial. El Grupo 3 sudamericano agrupó, precisamente, a los protagonistas de este informe: Chile y Perú, con Venezuela como colado. Era la primera vez que se enfrentaban los viejos enemigos por eliminatorias mundialistas. Chile había participado en cuatro mundiales uno sola vez como clasificado (1966); dos veces como invitado (1930 y 1950); y una vez por ser el país organizador (1962). Perú hasta el año 1974 tenía dos participaciones mundialistas: como invitado (1930) y como clasificado (1970).

Peruanos y chilenos en el partido de ida en Lima.

En el papel los que mejor venían eran los de la banda roja que, por primera vez, en su añejísima historia futbolística llena de derrotas dignas, tenían ya montado un equipo con jugadores de talla continental y hasta mundial: Teófilo Cubillas, Hugo Sotil, Héctor Chumpitaz, Juan José Muñante, Ramón Mifflin y Roberto Challe, entre otros, derrochaban calidad y clase de esa de la que los viejos aficionados hablan con emoción. Con ese combo Perú logró llegar hasta cuartos de final en el anterior Mundial México 70. Los chilenos, en cambio, habían faltado a México 70 al ser eliminados por Uruguay, pero para las eliminatorias de 1974 sumaban lo que hoy son leyendas históricas del fútbol sureño: los centrales Elías FigueroaAlberto Quintano, los delanteros Carlos Caszely, Osvaldo “Pata Bendita  Castro Sergio Ahumada.

Resultó que Venezuela fue bajada por la FIFA debido a líos entre la Federación y la liga profesional, lo que convirtió al grupo en un Clásico del Pacífico a ida y vuelta. Los peruanos quisieron hacer las cosas con seriedad y contrataron al prestigioso entrenador húngaro Lajos Baróti, con amplio historial con la selección de su país a la que clasificó a los mundiales de 1958, 1962 y 1966 y con la que ganó el oro en los Juegos Olímpicos de 1964; un palmarés impresionante para esos días. Pero la cosa no engranó: bajo el mando del DT magyar la selección peruana se fue de gira preparatoria por América y Europa entre Abril y Junio de 1972, en la que perdió contra México, Escocia, Holanda y Unión Soviética, y empató contra Colombia, Rumania y un combinado del Magreb (Argelia y Marruecos). El hecho que fueron partidos preparatorios y que no se le ganó a equipos en general de buen nivel no se tuvo en cuenta, y el descontento de la siempre tóxica prensa peruana además de rumores como que Baróti nunca se hizo entender de sus jugadores —literalmente—, llevó a que la FPF eyectase al húngaro del cargo en Septiembre de 1972.

El DT húngaro Lajos Baróti con los jugadores de la selección peruana.

Su reemplazante fue el uruguayo Roberto Scarone, entrenador con un palmarés pesadito: dos Libertadores y una Intercontinental con Peñarol, un subcampeonato también de Libertadores con Universitario de Deportes, más varios títulos de liga en Perú y Uruguay adornaban su CV de manera tranquilizadora para el respetable. Scarone comenzó mal (en su debut perdió 0-2 contra Argentina en Lima) pero poco a poco recompuso el camino ayudado por una seguidilla de victorias en amistosos y Juegos Bolivarianos, lo que le dio a la afición tranquilidad para lo que se venía. Un buen panorama aunque falta mencionar que sus rivales derrotados en ese paseo triunfal fueron del calibre de Guatemala, Panamá, BoliviaColombiaParaguay y hasta clubes (como San Lorenzo de Almagro). ¿Los chilenos? Confiaron su destino al producto local: el veterano Luis “El Zorro” Álamos, multicampeón en la liga de su país y que ya había clasificado a su selección al Mundial de 1966. Bajo su mando los de La Roja jugaron algunos amistosos por su lado y esperaron.

La ida se jugó en el Estadio Nacional de Lima un 29 de Abril de 1973, en una tarde en que, dicen las crónicas, “…hasta brilló el sol (…) en ese recordado marco la gente en las tribunas cantaba “Perú Campeón”, al son de los acordes de la banda de la Benemérita Guardia Republicana (…). Un director de barras, en los prolegómenos del juego, se animó a bailar una marinera con una guapa muchacha.”.  Una locura. Los locales ganaron 2-0 con goles ambos del gran “Cholo” Sotil (el primero jugadón previo entre él y Cubillas, el segundo un fierrazo) que rompieron el planteamiento ultradefensivo de los chilenos. 2-0, el peor resultado posible pero iban con ventaja a la vuelta.

Aquí el video Perú vs Chile de 1973.

El resultado al parecer —según las crónicas de la época— llenó de confianza excesiva a unos y bajoneó bastante a otros. Para la vuelta el 13 de Mayo de 1973, en una Santiago enrarecida por el nocivo ambiente imperante en los últimos meses del gran Salvador Allende, los peruanos estaban más confiados que arquero en mano a mano con el Pipita Higuaín en una final, y repitieron nómina y planteamiento. Los locales, obviamente urgidos por el resultado de ida, se mandaron con tres delanteros de entrada para torcer el asunto. Pero casi no les resulta, porque ante un muy bien plantado abajo y arriba equipo peruano, los de rojo cagaron ácido muriático hasta el minuto 23 del ST, cuando el ingresado Julio Crisosto aprovechó un jugadón de Sergio Ahumada y las manitos de mantequilla del portero peruano Uribe para poner el 1-0. Y enseguida, el golpe final: tres minutos después el mismo Ahumada se fabricó él solito la jugada con la que puso el 2-0 que no se movió más. Todo igualado y a desempatar en terreno neutral.

El partido de desempate se programó para el 5 de Agosto de 1973 —¡casi tres meses después!— en el Centenario de Montevideo. Una infinidad de tiempo que los peruanos aprovecharon de manera muy diligente para autocuestionarse y llenarse de dudas. Sobre todo su técnico, que fue duramente criticado por la florida prensa local por sus decisiones en el partido de vuelta, particularmente por haber reemplazado al crack Teófilo Cubillas a los 12 del ST con el marcador aún en cero. Para rematar al propio Cubillas la prensa le estaba dando garrote en forma, acusándolo dizque de estar pensando más en su inminente paso al fútbol europeo (al Basel suizo) que en la selección. Total que para el partido en el Centenario Scarone decidió incluir a cinco jugadores que no estuvieron en el partido de Santiago: Orlando de la Torre, Carlos Carbonell, Ramón Mifflin, Juan José Muñante y el delantero Héctor “Atómico” Bailetti, este último reemplazando a… Teófilo Cubillas, al que una “lesión” le impidió estar en la convocatoria. Al menos esa era la versión oficial: lo que se decía en voz baja era que el DT Scarone y el crack peruano no se podían ni ver y por eso el uruguayo no lo quiso llevar a Montevideo. El caso es que el mismo Cubillas confirmó en ese momento lo de su lesión y hasta públicamente apareció vendado, aunque años después desmintió él mismo en una entrevista que estuviese lesionado. Si no fue, una burrada del DT uruguayo.

La nómina chilena que ganó en la vuelta en Santiago.

La otra fuente de dudas era por el lado de la portería: el titular en la eliminatoria era Manuel “Chicho” Uribe, portero de Defensor Lima, que había debutado con su selección en la mencionada gira internacional de 1972 de Lajos Baróti. Pero parece que el hombre en cada partido exhibía menos seguridad que el Microsoft Security Essentials, y comenzó a flotar en el aire la necesidad de contar con un arquero más confiable. Ante el fracaso de la propuesta de nacionalizar al arquero argentino Horacio Ballesteros la idea fue rechazada por un sector de la prensa y vetada por el general Velasco que gobernaba el país -, surgió el nombre de —pon atención— Ottorino Sartor, “El Blindado de Chancay”, que alternó algunos partidos amistosos bajo Scarone pero al que no convenció del todo. Sartor después fue el titular durante todos los juegos del Perú campeón de la Copa América de 1975, en la que fueron campeones. Pero para Scarone el titular fijo, a pesar de las dudas, era Uribe, que precisamente en ese momento había perdido la titularidad en su club —estaba ya como tercer arquero—, y que además, o por causa de, estaba con menos ritmo que gringo bailando salsa y con visible sobrepeso.

Otorino Sartor, aka «El Bilndado de Chancay».

Pero del nivel del portero o de Cubillas casi nadie se acordaba cuando Perú iba ganando 1-0 ya a punto de terminar el primer tiempo en Montevideo. El partido había sido intenso y parejo, con ocasiones de gol para ambos equipos en medio de una respetable afluencia de gente al estadio. El gol peruano fue obra de Bailetti a los 40 minutos del PT, después de una jugada de Roberto Challe coronada con un ramalazo del delantero al ángulo, y con esa ventaja el equipo peruano se iba al descanso pensando en cómo aguantar para lograr la clasifi… ah, no, aguanta el viaje. En tiempo de compensación del primer tiempo vino el infortunio/la cagada; a los 45 min y monedas hay falta a favor de Chile, y cuando los peruanos aún estaban acomodándose en la barrera cobró a lo chileno (o sea, a traición) Francisco “Chamaco” Valdés; el portero Uribe reaccionó a destiempo por estar acomodando la barrera y chas, gol y 1-1 al descanso. Eso no fue todo, porque a los 13 del ST vino la remachada: un chileno manda un ollazo como desde 800 m al área peruana, el portero Uribe que sale como niña, el defensor Navarro se queda y desde atrás aparece el chileno Rogelio Farías, que toca con la uña del dedo pequeño del pie el balón antes que este pique. El rebote o la acción del chileno o la duda metódica aturdieron al portero “Chicho” Uribe y esto lo mató, porque el rebote se lo comió vivito y el balón terminó entrando casi como con pena a su arco. 2-1, y Perú pasó de tener medio tiquete a Alemania 74 a tener que remontar patas arriba para no quedar fuera de todo.

Aquí podemos ver justo el cuadro del gol a Perú.

El resto del partido los peruanos se fueron para arriba a buscar el empate, ante lo cual los chilenos asumieron la consigna de jugar al toque corto y a circular el balón, para así aprovecharse de un medio peruano con mucha calidad pero con menos marca que la ropa china. Con eso controlaron los embates de la banda cruzada, pero también fueron ayudados por las decisiones del técnico Scarone que, por ejemplo, reemplazó a una gloria como el Cholo” Sotil por un debutante Juan Carlos Oblitas aún jovencito para estas lides. A pesar de esto, Perú tuvo varias opciones pero el marcador no se movió: clasificó Chile al repechaje intercontinental. Lo que pasó con los chilenos después todos lo sabemos: clasificaron al mundial tras el vergonzoso play-off contra la URSS. El DT Álamos no pudo dirigir a su selección en el Mundial por motivos de salud (una diabetes que se lo terminó llevando en 1983) y fue reemplazado en Alemania por su ayudante; pero la gloria de haber llevado a su selección a dos mundiales nadie se la ha quitado hasta el momento.

Por el lado peruano el golpe fue durísimo, porque no solo quedaron fuera del Mundial teniendo un gran equipo, sino que para más piedra el que los sacó fue precisamente el odiado rival de toda la vida. Consumada la eliminación se generó la tradicional ronda de repartija de culpas y acusaciones entre periodistas, dirigentes, políticos y demás escoria; el principal señalado fue el técnico Scarone por sus decisiones —o falta de ellas— y por el manejo turbio con Teófilo CubillasScarone fue echado del cargo tras el fracaso, volvió a dirigir a Universitario y poco después se fue al fútbol argentino. Lajos Baróti retornó a la dirección técnica de la selección de su país dos años después y los clasificó al Mundial de 1978. Pero el que peor quedó fue el portero peruano Chicho” Uribe que quedó con la carga de sus errores en los dos goles en Montevideo. La prensa y afición lo fustigaron tanto por su actuación que unos años después terminó tomando la decisión más horrible de todas: irse a un club de  la liga ecuatoriana de fútbol. El partido de Montevideo fue el último que jugó con su selección.

Tomado de la Monserga del fútbol.com

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