/

Así juega el Paraguay de Berizzo

Berizzo espera dar la sorpresa en Asunción ¿Cómo juega Paraguay? ONCE te revela los secretos del equipo que enfrenta mañana a Perú.

Francisco Suárez
Lima - 7 octubre 2020

¿Jugará Paraguay con el clásico 4-2-3-1 de Berizzo? ¿Usará el 4-3-3 que probó en el último amistoso en Arabia Saudita, previo a la cuarentena?  Adivinar las formaciones y los dibujos tácticos es un ejercicio laborioso y cabalístico. Los comandos tácticos estudian a sus rivales y arman la estrategia basados en el grupo que dirigen. Cómo llegan los jugadores y cómo entrenan en la semana determinan la idea a plantear. Paraguay, bajo el mando de Berizzo ha probado diferentes esquemas. Pero son dos los dibujos más utilizados.

4-2-3-1: Equilibrio y salidas rápidas

Es la formación con el sello de la casa para Berizzo. El ‘Toto’ afianzó su carrera como entrenador en España bajo esta formación. En el Celta de Vigo, el equipo en donde mejor le fue, la idea partía de un concepto clave pero simple. Equilibrio en el mediocampo y movilidad en el frente de ataque. En Paraguay, la cosa se ha visto muy similar: la defensa tiene como premisa el adelantamiento de líneas para quitar espacio al ataque contrario. Los laterales se proyectan, pero no son profundos para evitar el desequilibrio. El adelantamiento de la última línea trae como consecuencia que Paraguay sea vulnerable a los balones largos a espaldas de los centrales.

Por eso, Paraguay contrarresta con el ahogo de los dos volantes centrales. Si el pelotazo va a venir, Berizzo procura que la pelota salga de muy atrás, de preferencia de los defensores rivales. Los volantes centrales son, además de recuperadores, organizadores en los ataques largos. Para los contragolpes, los extremos tienen la premisa de ganar la espalda contraria y cortar hacia el centro. El único delantero juega en medio de los centrales contrarios tanto en ataque como en salida mientras que volante ofensivo central, más que un 10 organizador es un segundo delantero que intercambia posiciones constantemente. La idea detrás de esto es que, en la salida del rival, Paraguay separe a los jugadores que intentan sacar el balón jugado. Si hay un error o una recuperación cerca del arco contrario, la orden inmediata es buscar las bandas. Si se supera la línea de presión, los guaraníes se reagrupan en un 4-5-1 compacto.

Berizzo en pleno planteamiento táctico.

4-3-3: Control y presión

Berizzo ensayó este dibujo en la última presentación de la albirroja. Quizás por el rival al que se enfrentaba, la modesta Arabia Saudita, o tal vez por el ánimo de probar un esquema más ofensivo y tenerlo almacenado en el disco duro del equipo para cuando sea necesario, Paraguay jugó un partido de mucho control de balón, aunque con poca paciencia para las posesiones largas. Los 3 volantes centrales tienen la capacidad de marcaje y recuperación, pero también despliegue para ocupar zonas de ataque. Con esto, Paraguay puede ensanchar el mediocampo al momento de la posesión y generar ventajas numéricas en diferentes zonas de ataque. Los 3 atacantes mantienen las posiciones con la intención de partir la defensa contraria. Si los extremos van pegados a la raya, entonces los que llegan por el medio tienen más callejones que explotar. Es la versión de Berizzo de aquella idea de Guardiola en 2011: toco la ventana para entrar por la puerta.

En las pérdidas de balón, el equipo sale a presionar con empuje para generar un error fatídico en el rival. La presión sin embargo es desordenada y lleva a Paraguay muchas veces a quedar mal parado en las transiciones. Es lo que tiene el 4-3-3: cuando el rival corre o ataca estático, el equipo está abierto y tarda en hacerse sólido en el centro. A la hora de defender, con solo tres en el medio, los laterales están expuestos al uno-dos cuando son superados en número. Cuando los ataques vienes cargados por una banda, Paraguay descuida el cambio de orientación y exige mucho despliegue a los volantes pese a que no todos tiene el perfil de sacrificio para defender. Es un esquema más arriesgado, pero le da a Berizzo más volumen de juego y todo dependerá la idea de él y de su equipo táctico para enfrentar a Perú.

Los protagonistas

Cualquiera sea la formación que Berizzo decida enviar a la cancha frente a Perú, algunos lugares parecen fijos: el arquero Roberto Fernández del Botafogo y el defensa central y capitán Gustavo Gómez, jugador del Palmeiras forman parte de la columna vertebral defensiva del Paraguay. En el mediocampo, el argentino de padre paraguayo, Andrés Cubas, actual jugador del Nimes francés parece fijo en el once inicial. Mientras que el ataque, más allá de cómo se para Paraguay en la cancha, tiene en Miguel Almirón del Newcastle, una apuesta segura. En un 4-3-3, Almirón puede jugar por cualquiera de las bandas, mientras que en 4-2-3-1 asomaría como volante ofensivo por el centro del campo, permutando posiciones con el centro delantero. Otros jugadores con muchos números para jugar son los mediocampistas Ramón Martínez y Matías Rojas.

El primero está consolidado en el fútbol brasileño y es un volante mixto de tranco largo y mucha llegada. Rojas es figura en Racing Club de Avellaneda y es un zurdo habilidoso, capaz de jugar por banda y con tendencia a cortar hacia el centro. El ataque y los laterales son por ahora la máxima duda en Paraguay. Sobre todo, la posición del “9” en donde Berizzo ha probado con Sanabria, Lezcano y Romero sin que ninguno de ellos se haya afianzado en el puesto. Para añadir más dudas, Berizzo convocó el viernes 2 de octubre, a menos de una semana del partido con Perú, a Raúl Bobadilla, delantero de 33 años, quien hizo buena parte de su carrera en Suiza y Alemania y que, este año, regresó al fútbol de su país.

Es posible que Paraguay no termine usando ninguna de estas dos formaciones. Es posible que use ambas. Como dijimos al inicio, solo nos queda adivinar. Pero vistos los ensayos más recientes de Paraguay, Berizzo tiene variantes y sus esquemas, lejos de ser rígidos, tienden a adaptarse durante las circunstancias que el propio juego va generando. Gareca tiene también su propia pizarra y queda por develar cómo se pararán Paraguay y Perú el jueves 8 de octubre sobre la cancha del Defensores del Chaco. Cuando la pelota comience a roda, toda la previa será apenas un recuerdo y nada de lo que pase habrá sido anticipado ni por el más grande de los adivinos.

/ MÁS INFORMACIÓN
Ver nota completa

¿Hasta cuándo, Pitana?

Ver nota completa

Los tres mosqueteros guaraníes