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Gareca, la bicolor y la crucial esperanza en marzo

Cuatro semanas para construir el ascenso a la altura de Bolivia y recibir a la incómoda Venezuela en Lima. Cuatro semanas para disputar seis puntos como balones de oxígeno.

Aníbal Ingunza
Lima - 28 febrero 2021

La noche del viernes 19 de febrero el aeropuerto Jorge Chávez fue el foco de atención. Un hombre asomó solitario desde la salida internacional y los aficionados querían imaginar que en su maletín de mano traía una ‘vacuna’, esa que puede devolvernos el oxígeno en las Eliminatorias. Ricardo Gareca regresó al Perú enfundado en su mascarilla y una casaca jean, con un objetivo formal: trabajar en el corto tiempo que queda para tratar de que la selección peruana abandone ese incomodo noveno lugar en la tabla de posiciones para Qatar 2022.

Ricardo Gareca en el estacionamiento del aeropuerto Jorge Chávez en su llegada a Lima.

Lo primero que hizo el entrenador fue cumplir con la cuarentena obligatoria, la misma que culminó el miércoles 24. Tras ello, Gareca se sometió a una prueba de Covid-19 y quedó listo para, un día después, ir a la Videna. En San Luis, el seleccionador tuvo varias reuniones con su comando técnico y tanto Néstor Bonillo como Sergio Santín le entregaron el informe correspondiente al primer ‘microciclo’ que cumplieron 14 jugadores entre el lunes 22 y martes 23 de febrero.

Fueron dos días de trabajos en gimnasio y en el campo para 11 futbolistas de la Liga1, así como para Alexander Callens, Marcos López (ambos de la MLS) y aún sin club, Jefferson Farfán. Las prácticas finalizaron con un partido ante la selección sub 20 que terminó igualado 1-1. El volante de Sporting Cristal, Gerald Távara convirtió para el cuadro local donde también se destacó el argentino nacionalizado, Horacio Calcaterra. Se supo que uno de los nombres destacados con resaltador fue el del atacante Álex Valera, ex Llacuabamba y hoy en Universitario. 

Varios jugadores de esa primera lista repetirán la convocatoria para entrenar este lunes 1º y martes 2 de marzo, pero con una diferencia. Será Ricardo Gareca quien esté al frente de este segundo microciclo. El entrenador tendría casi definida la lista de los convocados para la fecha doble de marzo pero guarda algunas dudas: Jefferson Farfán (libre) y José Carvallo (Universitario). En cuanto a un jugador al que la prensa convoca, Santiago Ormeño (Puebla), no ha tenido ningún entrenamiento con Perú y Gareca tampoco se ha puesto en contacto con él, a diferencia de la comunicación que sostuvo con Gianluca Lapadula.

Lapadula, el ítalo peruano es la carta de gol.

Lo de Farfán pasa porque está sin ritmo desde hace ocho meses y, además, se recupera de una cirugía a la rodilla. En tanto, Carvallo cerró el 2020 con altibajos en Universitario pero Carlos Cáceda —otro habitual convocado en ese puesto— tampoco ha evitado la curva descendente.

Las cartas para los clubes del extranjero serán enviadas esta semana y la lista definitiva de llamados se daría a conocer antes del 10 de marzo. Cuando se reinicien las Eliminatorias, Perú también cargará sobre sus espaldas un récord negativo, el más extenso en la ‘era Gareca’, de partidos sin ganar. Acumulamos hasta ahora 7 encuentros, de los cuales los últimos cuatro han sido por Eliminatorias (un empate y tres derrotas) y los otros tres en amistosos (dos caídas y una igualdad). Para peor, ni a Bolivia en La Paz ni a Venezuela en Lima les pudimos ganar en el sendero recorrido hacia Rusia 2018. 

¿Cómo cambiar eso? El plan de Ricardo Gareca para el primer partido comprende tres etapas. La primera será la rigurosidad en los entrenamientos apenas se conozca la lista final de convocados. Se tratará de apuntalar la mejora en pelota parada y la puntería de cara al arco rival ya que solo han marcado André Carrillo (3 goles) y Renato Tapia (un gol). Otro detalle es que Gareca deberá decidir quién es el acompañante de Luis Abram en la zaga central porque Carlos Zambrano cumplirá ante Bolivia su última fecha de sanción. Contra Chile jugó Miguel Araujo (una actuación discreta) y frente a Argentina lo hizo Anderson Santamaría (desaprobado esa vez).

André Carrillo celebrando un gol con la selección.

Lo segundo en su planificación sería reforzar la parte psicológica. El equipo llega herido y con presión, con algunos jugadores que son noticia en farándula y otros superando lesiones. Habría una labor especial para fortalecerlos y corregir algunas cosas. Finalmente, la logística. La altura de Bolivia es un obstáculo que se analizó mucho y se tomó la decisión de viajar a La Paz el 24 de marzo por la tarde. El equipo concentrará en el hotel ‘Camino Real’, que está ubicado a 2,640 metros sobre el nivel del mar, mil metros menos que el estadio ‘Hernando Siles’. De esta manera se busca que el plantel peruano pase la noche sin los contratiempos que genera la altura. El trayecto hacia el estadio será solo de 20 minutos y el retorno a nuestro país se hará el mismo 25 de febrero. 

Luego vendrá Venezuela, pero esa será otra historia. 

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