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Jorge Cazulo, revelaciones de un caudillo en su adiós

El ex capitán de Sporting Cristal se retiró del fútbol con 38 años de edad para sorpresa de la hinchada celeste. El popular 'Piki', conversó con ONCE desde Uruguay.

Jorge Cazulo en la cancha de Urusol de Maldonado junto a su mural. Foto: Alessandro Maradei
Sengo Pérez
Lima - 28 febrero 2021

“Dejaste el alma en el campo. Corriste con el corazón. Defendiste nuestros colores con pasión. Te vamos a extrañar, Capitán. Por cada momento vivido y por darlo todo por la celeste”, fue el mensaje que el equipo rimense compartió en las redes sociales despidiendo al futbolista uruguayo Jorge Cazulo.

Se retiró campeón y con un gol que festejó mostrando el brazalete de capitán, dio la vuelta olímpica con la bandera del país que lo vio nacer, en el país que eligió como segunda patria. Jugó 386 partidos en Perú: 39 en el César Vallejo y 347 en Sporting Cristal. Hizo 29 goles: 6 por el equipo trujillano y 23 por el rimense. Su vida ha quedado eternamente identificada con el equipo celeste con el que ganó cinco campeonatos nacionales.

Desde Uruguay, ya retirado habló con ONCE sobre su familia, la literatura, el Perú y su pasó por Sporting Cristal.

¿Cuál fue el mejor jugador peruano contemporáneo a ti, en Cristal?

Te diría tres, Carlos Lobatón como el más completo. El jugador con el que más me gustó jugar es Horacio Calcaterra, por lo gran jugador y por cómo nos entendíamos, por lo inteligente que es, y al que siempre admiré como esos artistas que uno ve lejanos, el ‘Pincel’ Sheput. Los tres, sería difícil elegir a uno por encima del otro.

¿Imaginaste alguna vez que llegando a los casi cuarenta años estarías nacionalizado peruano y viviendo en Lima?

No, nunca me imaginé tener cuarenta años y haber vivido todo esto. Sí me imaginé y soñé a esta edad haber sido futbolista, haberme dedicado a algo que tanto amo y me genera tanta pasión. Pero nunca imaginé nacionalizarme peruano, tener hijos en otro país, adoptar otro país como segunda patria, son cosas que uno nunca se las logra imaginar por más esfuerzo que haga. Pero estoy feliz que así haya sido, y si miro para atrás y pudiera elegir mi vida, la elegiría igual. Estoy feliz de todo lo que me tocó vivir.

Jorge Cazulo se convirtió en pieza clave de Sporting Cristal.

¿Cuál fue el primer acercamiento con Perú, cuándo te enteraste que existía este país?

En la escuela primaria, cuando empiezas a descubrir la historia de tu país y después la de Sudamérica. Conocer sobre el imperio incaico, sus avances como civilización, el legado que nos dejaron, es el primer recuerdo que tengo. En el fútbol obviamente los partidos entre Uruguay y Perú, y también recuerdo mucho al Cristal del ‘97, yo tenía 15 años, miraba mucho fútbol y me acuerdo de ese equipo que llegó a la final de la Libertadores, y por el hecho de que vistiera una camiseta del mismo color que la uruguaya, sentí una afinidad y una identificación que me quedaron marcados.

Inevitable hablar de comida…

Debo decir que me gustan casi todos los platos de la comida peruana, soy un enamorado de esa comida, siempre trato de decirle a quien no conoce, que viva y disfrute de la experiencia de comer en un país gastronómicamente tan rico como Perú. Si tengo que elegir: el ceviche y los fettuccines a la huancaína con lomo.

¿Cuándo sentiste que llegaba la hora del retiro?

En el 2018 cuando firmé mi último contrato me comprometí a finalizar mi carrera en el 2020. Ese camino empecé a transitarlo con la conciencia de que eran los dos últimos dos años que me quedaban por delante y me preparé para poder recorrerlo, para disfrutar, y para ir pensando lo que quería hacer después de terminar mi carrera como futbolista profesional. No fue algo de un día para el otro. Fue transitado con tiempo, meditado, a partir esa fecha, a mediados del 2018. Transité el camino con mucha felicidad sabiendo que cada partido,  cada entrenamiento me acercaba a la meta, felizmente lo pude recorrer y terminar con un final soñado.

En la actualidad Cazulo pasa sus días en la tranquilidad de su hogar.

¿Sentiste que no rendías como antes?

No fue tanto que no rendía, mi rendimiento final fue bueno, el del equipo fue bueno y eso siempre ayuda al rendimiento individual. Midiéndome con los demás no veía que ya no pudiera rendir, competir, era algo más vinculado conmigo mismo, mi cabeza de pronto exigía cosas que  mis piernas no podían hacer a la velocidad y a la intensidad que exigía mi cabeza, y creo que  cuando existen este tipo de dicotomía, no hay una felicidad plena, pero más allá de eso no me puedo quejar porque estaba a buen nivel, porque los parámetros del GPS que es con los que hoy se mide el rendimiento daban bien, no solo para un jugador de mi edad, sino para cualquier jugador profesional, y eso me daba tranquilidad y certeza, de que el rendimiento aún estaba en buen nivel, pero sí es verdad que me costaba leer el juego, jugadas que si tuviese otra frescura en las piernas podría resolverlas con mayor facilidad. Tenía que usar más la inteligencia y la intuición de tantos años jugando para recortar algún camino que me llevara al mismo resultado. Pero eso también por mi forma de ser y sentir el fútbol, me marcó un poco en el sentido de que ya no estaba al 100 % de lo que yo creo que podía dar o quería dar en un equipo con el nivel de Sporting Cristal, pero fue más algo interno, no en el comparativo con los demás.

¿Cómo fue tu primer despertar  sabiendo que estabas retirado?

Me desperté bien, liviano, no pensé tanto en el vacío que deja abandonar el fútbol, sino más bien en contemplar todo el recorrido que había tenido, el privilegio de jugar casi hasta los 39 años, de todo lo lindo que me dejó el fútbol, de las muestras de cariño que recibí una vez que se supo de mi retiro. Me levanté bien, me levanté tranquilo, porque cuando uno es honesto con uno mismo y con la gente que confía en uno, no hay reproches, hay mucha tranquilidad de consciencia.

La vuelta olímpica de Cazulo con Sporting Cristal.

¿Lo conversaste con tu familia?

Con mi familia fuimos recorriendo juntos el tránsito de estos dos años, de parte de mi familia siempre hubo una gran compañía, sabíamos que esto en algún momento iba a terminar, y lo pudimos hacer de forma ordenada, pensando en el bien común. Todas las decisiones que he tomado siempre, en el fútbol y en la vida han sido de forma consensuada con mi mujer, que es la gran compañera que he tenido en toda mi carrera y en toda vida, estamos juntos desde los 15 años. La familia ya lo sabía y estaba de acuerdo, porque en definitiva era parte de mi felicidad y lo que me hace feliz a mí hace feliz a mi familia, y viceversa.

¿Qué quedó pendiente?

Me hubiera gustado jugar en la selección uruguaya, estuve cerca en la sub 17 y después ya no tuve posibilidades. Me hubiese gustado jugar un mundial y me hubiera gustado ganar la Copa Libertadores. Después de eso no me quedó nada pendiente. Me siento un afortunado de poder haber elegido jugar siempre donde me sentí feliz, lo sentí en mi etapa en Cristal cuando tuve ofertas para irme, pero preferí quedarme, porque lo sentía, me quedo con eso, con lo que pude lograr. Estar tantos años en un club, identificarme con ese club, que me identificaran con él, es lindo. Trato de pensar en las cosas lindas que tuve, y no en las que me faltaron.

¿Con cuál campeonato ganado te quedas?

No puedo elegir un campeonato por encima de los demás, son todos importantes. Se trabaja mucho, se sufre mucho para salir campeón, y no me atrevo a destacar uno, ni siquiera los de niño, desde el primero que gané en la selección de Maldonado con 9 años, que hasta hoy recuerdo, pasando por el que gané con URU con 13 años, el que gané con Defensor, con Nacional y todos los que gané con Cristal. Todos son especiales, porque para ganarlos hay que vivirlos, y hay que atravesarlos y en ese camino están las experiencias, los momentos vividos. No puedo dejar ningún campeonato de lado, todos tuvieron su camino y su recompensa. Así que me quedo con todos porque a todos los disfruté mucho y hasta el día de hoy los recuerdo con nitidez.

Cazulo a los 13 años con el club URU.

Como empedernido lector y prometedor escritor, ¿le dedicarás tiempo a esto, te seduce la idea de escribir?

Es algo lindo el vínculo con la lectura, como el hecho que escribir, que es algo que desarrollé de grande, me gusta, me interesa, es un espacio para estar con uno mismo, con los personajes que aparecen uno siempre está bien acompañado, los que aparecen leyendo, o los que uno inventa escribiendo. He tenido la suerte de leer a grandes escritores y solo por el hecho de pensar en escribir habiendo leído a tipos tan buenos, uno se espanta. Piensa que jamás va a escribir como ellos, pero quizá en una etapa más madura de mi vida, cuando no esté vinculado al fútbol de alguna manera, pueda ser una linda posibilidad, estar en algún lugar pequeño que me guste tratando de escribir cosas que me hagan sentir con esa compañía. Pero no me considero un buen escritor y si lo intento será como algo más personal, no para publicar, aunque uno nunca sabe en que terminan esas cosas.

¿Qué escritor peruano te gusta?

El que más me gusta es Julio Ramón Ribeyro, su “Antología de cuentos” es el libro que más he regalado desde que estoy en Perú a amigos que les gusta la buena lectura. Para mí ha sido un descubrimiento maravilloso.

¿En qué crees que ocuparás el mayor tiempo ahora?

Lo voy a disfrutar haciendo cosas que me gustan, poder sentir, no tanto pensar y programar cosas. Vivir los momentos sin ese trajín a que te obliga el fútbol con tantos horarios, tantos viajes. Aprovecharé a darle más tiempo a mi familia, a escuchar qué desean, qué cosas quieren hacer, acompañar más de cerca las actividades de mis hijos. Y seguir estudiando y aprendiendo de lo que me voy a dedicar más adelante: ser entrenador. Tomar algún curso. Pero no me planteo muchas metas, ni cosas puntuales. Toda mi vida he estado con metas y con horarios y ahora quiero soltar todo eso para que cuando me toque volver lo haga renovado y con energías.

¿Qué le recomendarías a los jóvenes que empiezan?

Que lo hagan con pasión, que le pongan corazón a esta profesión maravillosa que se transita jugando, que te prolonga la niñez. Que dignifiquen la profesión, que tomen consciencia de la dimensión de lo que genera un futbolista, que a partir de ahí ayuden a construir un nuevo paradigma con respecto a nuestra profesión y a nosotros como jugadores de fútbol.

Es muy común en Perú ver carreras de futbolistas de notables condiciones interrumpidas por problemas de disciplina, ¿A qué atribuyes esto?

Hay múltiples factores, pero destaco dos: la formación de valores en el hogar, y luego creo que hay una falla clara de la formación de valores en el deporte. Muchas veces en las categorías formativas al futbolista que promete, que tiene talento, se les permite ciertas licencias, porque tal vez haga resurgir al club o porque lo ven como una futura venta, yo consideraría esas dos como las más importantes, porque si los limites no se ponen a una edad temprana, se naturalizan como algo normal y después ya es muy difícil cambiarle la cabeza o la forma de sentir a ese futbolista.

Eso es lo más importante y más allá de las buenas consecuencias del trabajo formativo a nivel deportivo debe verse lo social.  Los clubes deben formar deportistas bajo ciertas reglas y no solo ocupándose del futbolista, sino de la parte humana. De esa manera aquellos que no lleguen a ser futbolistas profesionales por lo menos van a ser personas valiosas para la sociedad.

Cazulo dejó Sporting Cristal de forma inesperada.

¿Por qué es importante el estudio, el conocimiento?

La importancia del estudio es clara, es lo que hoy exige la sociedad, te da los medios para vincularte laboralmente, el conocimiento tiene que ver con el estudio, pero también tiene que ver con algo propio, con algo de autodescubrimiento, es importante primero para conocerse a uno mismo, para tener un amplio abanico de cultura general, y eso, no solo en el fútbol, te da mucho más margen de acción en cualquier situación cotidiana.

¿Cuál va a ser tu futuro?

He llegado con el club a un acuerdo para ser incorporado al staff de entrenadores de las divisiones formativas para trabajar al lado de Juan José Luque que va a ser el encargado de implementar e implantar la metodología nueva pare reestructurar el club. Ayudarlo en eso y tratar de volcar mi experiencia a los más jóvenes y de forma paralela ir formándome como entrenador. Ir dando los pasos que tengo que dar, quemar las etapas que tengo que quemar para convertirme en entrenador. Estoy muy entusiasmado en poder volcar mi experiencia como jugador, poner en práctica los estudios que tengo, y tal vez alimentarme o retroalimentarme de la nueva metodología, del feedback con los jugadores jóvenes, e ir adquiriendo la experiencia en campo que se necesita.

¿Qué te dio el fútbol y que te quitó?

Me dio todo o casi todo lo que tengo, las amistades las experiencias vividas, los recuerdos gratos, poder haberme desarrollado en una carrera que soñé desde chico. Me quitó horas, tiempo con lo más importante que tengo: mi familia. Me quitó la posibilidad de estar en algún evento importante familiar, sea bueno, o malo. No más que eso. Pero esa gente con la que no pude estar cerca en diferentes situaciones sabía que lo que estaba haciendo me hacía feliz. Y cuando uno es feliz, la gente que a uno lo quiere también lo es.

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