De Villamoto, en Ventanilla, hasta La Videna, en San Luis, hay poco más de 40 kilómetros y una hora de distancia dependiendo la anarquía del tránsito. Pero llegar desde esa cancha de tierra hasta el verdor del campo principal del complejo de la Federación Peruana de Fútbol es un camino mucho más largo. Sandro Alexis Rengifo García puede dar fe de aquello. Cuando el 31 de agosto traspasó por primera vez el portón de la avenida Aviación como seleccionado nacional, los recuerdos se le agolparon con la emotividad del que sabe que alcanzó el primer escalón de una escalera interminable.
Los mandados que le hacía a su madre, con el balón pegado al pie, surcando los arenales; las jornadas con el Márquez FC; y la infinidad de veces que le dijeron que era muy pequeño, en edad y tamaño, para jugar la etapa distrital de la Copa Perú. “Si ahora soy bajo, imagínate cómo era cuando solo tenía doce años. Algunos dirigentes decían que ponerme era dar mucha ventaja”, dice Rengifo y su metro sesenta y cinco. El entrenador de aquel entonces se la jugó por él, y demostró. Les alcanzó para superar dos etapas y clasificar a la Nacional. “Nunca me amilané por jugar con personas más grandes”, insiste el volante.
Ahora que se encuentra en el radar del comando técnico de Ricardo Gareca y las alegrías le llegan todas juntas, no se olvida de su madre, Doña Marisol, y el empuje que le heredó. Ella y su hija Akemi de seis años son su vida y su soporte.

¿Cómo fueron tus inicios?
Arranqué muy chico en Copa Perú. Primero en un equipo de mi barrio, Ventanilla, y luego uno de Lurín. En el 2015 me contrató Sport Áncash, pero no fue hasta el 2017 que llegamos hasta la final contra Cantolao. Perdimos, pero ganamos un cupo para la Segunda División. Sin embargo, volví a la Copa Perú con el Alfonso Ugarte de Puno. Es ahí cuando Cantolao me fichó para el torneo del 2018.
¿Después de jugar en Segunda por qué regresaste a la Copa Perú?
Porque en Sport Áncash, el equipo lo armaba el presidente (José Mallqui). En ese momento la mejor opción era ir a Puno. Felizmente luego de eso la familia Mandriotti volvió a contactarse conmigo (el primer acercamiento se dio cuando los enfrento en la final de la Copa Perú) y esta vez sí pudo concretarse.
¿Cuál consideras que es tu principal virtud?
Encarar en velocidad. Soy atrevido y desequilibro sin miedo a la patada
¿Y en qué crees que te falta mejorar?
Debo buscar más la definición, acabar la jugada con un tiro al arco. Tomar esa decisión en los últimos metros.
¿El mejor partido y el mejor gol de tu carrera?
Contra Universitario el año pasado en el Miguel Grau. Hasta anoté ese día. Pero mi mejor gol es uno que le hice a (Daniel) Ferreyra en el 2018 cuando tapaba en el Sport Boys. Fue a partir de un saque de meta. Fabián (Gonzales) me pivoteó la pelota, yo la gano en el pique y definí por la huacha del arquero. Lo grité mucho.

¿El mejor ‘10’ del mundo y del Perú?
A nivel mundial, Messi. Para mí es el mejor de la historia. Y de Perú me encanta César Cueto. Si bien no lo vi jugar en vivo, he visto tantos videos de él que mi admiración por el maestro es muy grande.
¿La mejor dupla con la que has congeniado en una cancha?
Con (Mario) Tayima y Yuriel (Celi) siempre triangulamos. Nos comprendemos de memoria. Con ellos se hace fácil armar juego.
¿Qué fue lo que más te impresionó en tu primer día en La Videna?
Todo. Las instalaciones, el estado del gramado, la cantidad de gente y la minuciosidad del comando técnico. Hasta el nutricionista te tiene mapeado.
¿Y de Gareca?
Con el profe súper bien. Me sorprendió muchísimo lo que me dijo sobre mis estadísticas y virtudes, que ni yo sabía que tenía.
¿Como cuáles?
Me dijo que mi despliegue en el ida y vuelta para apoyar al lateral es excelente, así como a la hora de defender cuando el equipo se repliega. Eso sumado a mis virtudes de ataque, como son el regate y el cambio de ritmo, han motivado mi convocatoria. El ‘profe’ me viene siguiendo desde hace un tiempo.
¿Y qué puntos de mejora te mencionó?
Como te dije, trabajar más en la definición, en el último pase, y terminar las jugadas para que no dar pie a contragolpes.
¿Qué tan cerca te ves de la lista para la fecha doble de octubre?
Si fui convocado es porque el cuerpo técnico considera que estoy haciendo las cosas bien. Eso me llena de optimismo. Sé que por las circunstancias (la pandemia y las lesiones) los jugadores del torneo local tenemos una oportunidad mayor, pero igual lo tomo con tranquilidad. Si me toca, me siento con confianza para aportar lo mío.
¿Si tú fueras Gareca, Rengifo estaría en la lista final?
Seguro que sí, porque es uno de los jugadores más sobresalientes del torneo en su puesto. Sus estadísticas lo respaldan y trabaja muchísimo en función de equipo cuando toca defender.
Si continuamos con esta dinámica, ¿cuál sería tu once en Asunción el 8 de octubre?
Carvallo: Corzo, Ramos, Callens, Loyola; Tapia, Flores, Cueva, Carrillo; Aldair Rodríguez y Ruidíaz.
¿Y Rengifo?
A la expectativa para entrar en cualquier momento.
¿Por quién?
Depende del partido. Podría ser por Flores o Cueva.
¿Objetivo a corto y a mediano plazo?
Clasificar con Cantolao a un torneo internacional como la Sudamericana, y a fin de año pasar a unos de los tres grandes o migrar al extranjero. Y a mediano plazo jugar en una de las mejores cinco ligas de Europa y ser un seleccionado nacional fijo, con un Mundial.